En el observatorio Collowara
Antes de salir hacia Chile en busca del mejor cielo de la tierra, estuve indagando que posibilidades había de visitar un observatorio astronómico. Seleccioné dos: el observatorio de cerro Tololo, que es una infraestructura científica que se puede visitar en plan turístico los sábados por la mañana y el observatorio Collowara, que es un equipo pequeño de divulgación, pero mucho mejor que el que puede permitirse un aficionado. Mandé correos electrónicos a ambos. Sigo esperando la respuesta de cerro Tololo. En Collowara si que me contestaron y me dijeron que la entrada costaba 3500 pesos y que me presentara con vehículo propio en la ciudad de Andacollo, entre las 7:10 y las 7:20 del sábado, en Urmeneta esquina Condell, nº 599.
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Ya eran las siete cuando dejé la llanura que hay junto al Pacífico para empezar a subir hacia Andacollo por una carretera de curvas. Conduciendo con prisa, las reacciones del coche alquilado me hicieron recordar al pequeño Opel Corsa de segunda mano que tuve en mi juventud y con el que pasé tan buenos ratos. A veces nos parece que la vida es muy corta, pero si pienso en todas las personas diferentes que yo he sido, el niño que aprendió a ir en bicicleta y casi al mismo tiempo empezó a odiar la escuela y el fútbol obligatorio en el recreo, el que quedó perplejo para siempre en la catequesis, el estudiante que daba clases particulares de matemáticas a las chicas de económicas, el cuarentón que fotografía insectos y serpientes, el que hace relojes, el que conduce hacia el telescopio de Andacollo, algo más rápido de la cuenta para poder conocer el cielo del sur... entonces me doy cuenta de que en cierto modo ha habido muchas vidas en mi vida y después de todo tal vez si que ha sido un viaje largo el que me ha traído hasta aquí.
Llegué a las 7:22, pero en Urmeneta esquina Condell, donde yo esperaba que estuvieran las oficinas del observatorio, resultó haber una extraña sala de fiestas cerrada (ver foto). Delante había un bar donde me dijeron que esperase, "Ya vendrán, las niñas suelen llegar más tarde". Hago constar que la gente en Chile suele ser seria, esto fue un mal entendido. Pedí un café y un hombre me sableó 500 pesos que le faltaban para unas patatas fritas. Yo no soy de dar, pero ese día lo hice encantado por que realmente necesitaba una mejora urgente de karma para remontar aquella circunstancia ¿Después de hacer 11.000 km, estaba cerrado el observatorio?. Al cabo de un rato resultó evidente que allí no iba a presentarse nadie, pero como el cielo estaba más o menos transparente decidí tratar de encontrar el observatorio por mi cuenta. Por lo menos, me dije, podré ver las estrellas a simple vista.
No fue fácil dar con el camino de tierra polvoriento que sube hasta la pequeña colina del observatorio. Yo esperaba encontrarlo cerrado, pero había luces encendidas y una radio con rancheras en la caseta del guarda. No se sorprendió de verme ni pareció atender a mis explicaciones del correo electrónico y la cita en Urmeneta esquina Condell. "Pase, pase, ahora vendrán las niñas". Como los guardas tienen en todas partes su propia lógica, no le di más importancia.
Observatorio Collowara, de google map.
El parking estaba lleno de gente pero a pesar del cansancio pude ver claramente que había algo que no cuadraba en aquella situación.
El cielo era bueno, pero no espléndido. Las luces de Andacollo molestaban bastante, y las de la caseta del guarda todavía más. Pero yo saqué el trípode, la cámara y la guía de estrellas, dispuesto a fotografiar las nubes de Magallanes prescindiendo por completo de toda aquella gente y de si llegaban o no las misteriosas niñas.
Entonces ocurrió algo sorprendente. Al ver el trípode todos empezaron a murmurar y a mirarme, como si fuera un instrumento poco apropiado para aquella velada. Hasta que por fin uno de ellos se armó de valor para acercarse y preguntarme:
-Pero tu, ¿en que equipo juegas?
-¿Como dice?
Y resultó ser que aquella noche en el observatorio había una reunión de la federación de fútbol, o algo por el estilo. Por eso había tanta gente. Claro, el balompié, siempre el maldito balompié, que parece perseguirme a todas partes del mundo.
Al cabo de un rato llegaron "las niñas" que eran en realidad las cinco guías del observatorio, muy documentadas y profesionales. Después de deshacerse en disculpas por no haber estado en la sala de fiestas cerrada, me llevaron a la gran cúpula donde tienen el telescopio de 400mm. Yo no se gran cosa de Astronomía y por eso pregunté varias cosas durante el proceso de alineación. Pero la ignorancia es siempre relativa, en relación a los futbolistas a mi me tomaron erróneamente por un sabio y me mostraron encantadas la nebulosa de la Tarántula, la estrella triple Alpha Centauri, la más próxima a nosotros y a donde suelen viajar los personajes en los libros rusos de ciencia ficción, las nubes del planeta Júpiter y muchas más cosas que me impresionaron igualmente y que debería haber apuntado, por que el cansancio afecta el funcionamiento de mi cerebro (tengo entendido que es el hipocampo el culpable).
Pero ¿donde estaban las nubes de Magallanes?. El telescopio amplía demasiado las imágenes como para poder verlas (de hecho, la nebulosa de la Tarántula está dentro de la gran nube de Magallanes). Me acompañaron a la terraza (a la derecha, en la foto del google map), pasando cerca de la sala de actos donde los balompedistas proyectaban un vídeo con partidos y discutían sobre el 4-3-4. Allí, a simple vista pude ver por fin los astros más espectaculares del cielo en el momento de salir sobre el horizonte. Pero ya me alargué demasiado y esto se lo cuento en la próxima entrada.
No quisieron cobrarme los 3500 pesos y me preguntaron si soy fotógrafo, cosa fastidiosa por que a mi en realidad el verbo ser me viene un poco grande, nunca supe que soy. Eso si, prometí mandarles las fotos.
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Ya eran las siete cuando dejé la llanura que hay junto al Pacífico para empezar a subir hacia Andacollo por una carretera de curvas. Conduciendo con prisa, las reacciones del coche alquilado me hicieron recordar al pequeño Opel Corsa de segunda mano que tuve en mi juventud y con el que pasé tan buenos ratos. A veces nos parece que la vida es muy corta, pero si pienso en todas las personas diferentes que yo he sido, el niño que aprendió a ir en bicicleta y casi al mismo tiempo empezó a odiar la escuela y el fútbol obligatorio en el recreo, el que quedó perplejo para siempre en la catequesis, el estudiante que daba clases particulares de matemáticas a las chicas de económicas, el cuarentón que fotografía insectos y serpientes, el que hace relojes, el que conduce hacia el telescopio de Andacollo, algo más rápido de la cuenta para poder conocer el cielo del sur... entonces me doy cuenta de que en cierto modo ha habido muchas vidas en mi vida y después de todo tal vez si que ha sido un viaje largo el que me ha traído hasta aquí.
Llegué a las 7:22, pero en Urmeneta esquina Condell, donde yo esperaba que estuvieran las oficinas del observatorio, resultó haber una extraña sala de fiestas cerrada (ver foto). Delante había un bar donde me dijeron que esperase, "Ya vendrán, las niñas suelen llegar más tarde". Hago constar que la gente en Chile suele ser seria, esto fue un mal entendido. Pedí un café y un hombre me sableó 500 pesos que le faltaban para unas patatas fritas. Yo no soy de dar, pero ese día lo hice encantado por que realmente necesitaba una mejora urgente de karma para remontar aquella circunstancia ¿Después de hacer 11.000 km, estaba cerrado el observatorio?. Al cabo de un rato resultó evidente que allí no iba a presentarse nadie, pero como el cielo estaba más o menos transparente decidí tratar de encontrar el observatorio por mi cuenta. Por lo menos, me dije, podré ver las estrellas a simple vista.
No fue fácil dar con el camino de tierra polvoriento que sube hasta la pequeña colina del observatorio. Yo esperaba encontrarlo cerrado, pero había luces encendidas y una radio con rancheras en la caseta del guarda. No se sorprendió de verme ni pareció atender a mis explicaciones del correo electrónico y la cita en Urmeneta esquina Condell. "Pase, pase, ahora vendrán las niñas". Como los guardas tienen en todas partes su propia lógica, no le di más importancia.
Observatorio Collowara, de google map.
El parking estaba lleno de gente pero a pesar del cansancio pude ver claramente que había algo que no cuadraba en aquella situación.
El cielo era bueno, pero no espléndido. Las luces de Andacollo molestaban bastante, y las de la caseta del guarda todavía más. Pero yo saqué el trípode, la cámara y la guía de estrellas, dispuesto a fotografiar las nubes de Magallanes prescindiendo por completo de toda aquella gente y de si llegaban o no las misteriosas niñas.
Entonces ocurrió algo sorprendente. Al ver el trípode todos empezaron a murmurar y a mirarme, como si fuera un instrumento poco apropiado para aquella velada. Hasta que por fin uno de ellos se armó de valor para acercarse y preguntarme:
-Pero tu, ¿en que equipo juegas?
-¿Como dice?
Y resultó ser que aquella noche en el observatorio había una reunión de la federación de fútbol, o algo por el estilo. Por eso había tanta gente. Claro, el balompié, siempre el maldito balompié, que parece perseguirme a todas partes del mundo.
Al cabo de un rato llegaron "las niñas" que eran en realidad las cinco guías del observatorio, muy documentadas y profesionales. Después de deshacerse en disculpas por no haber estado en la sala de fiestas cerrada, me llevaron a la gran cúpula donde tienen el telescopio de 400mm. Yo no se gran cosa de Astronomía y por eso pregunté varias cosas durante el proceso de alineación. Pero la ignorancia es siempre relativa, en relación a los futbolistas a mi me tomaron erróneamente por un sabio y me mostraron encantadas la nebulosa de la Tarántula, la estrella triple Alpha Centauri, la más próxima a nosotros y a donde suelen viajar los personajes en los libros rusos de ciencia ficción, las nubes del planeta Júpiter y muchas más cosas que me impresionaron igualmente y que debería haber apuntado, por que el cansancio afecta el funcionamiento de mi cerebro (tengo entendido que es el hipocampo el culpable).
Pero ¿donde estaban las nubes de Magallanes?. El telescopio amplía demasiado las imágenes como para poder verlas (de hecho, la nebulosa de la Tarántula está dentro de la gran nube de Magallanes). Me acompañaron a la terraza (a la derecha, en la foto del google map), pasando cerca de la sala de actos donde los balompedistas proyectaban un vídeo con partidos y discutían sobre el 4-3-4. Allí, a simple vista pude ver por fin los astros más espectaculares del cielo en el momento de salir sobre el horizonte. Pero ya me alargué demasiado y esto se lo cuento en la próxima entrada.
No quisieron cobrarme los 3500 pesos y me preguntaron si soy fotógrafo, cosa fastidiosa por que a mi en realidad el verbo ser me viene un poco grande, nunca supe que soy. Eso si, prometí mandarles las fotos.
Comentarios
Por cierto, no me extraña que las niñas te tomaran por un sabio.
Gracias, pero solamente en relación a esos sorprendentes jugadores de fútbol, que fueron solamente a usar el salón de actos, por lo que pude entender.
Las nubes, esas nubes me robaron el corazón. Cuando tenía como 12 años leí un libro "Lo mejor de la ciencia ficción rusa" (o era soviética?), una edición barata con unas historias sorprendentes. En una de esas viajaban, si no recuerdo mal (ese hipocampo!), a próxima centauri, pero el piloto tenía que quedarse allí en un planeta helado. Que bueno fue ver la estrella.
Qué suerte poder disfrutar del otro observatorio para ti solo y "las niñas" ;-)!
Como se les ocurrió escoger ese lugar a los futboleros?
(Por cierto, no creo que fuera el 4-3-4 lo que discutían, je, je :-))
Y con respecto a si sos o no sos, te aseguro que cunado muestro alguna foto de tu blog o hablo de ti la descripción es "el fotografo que tiene un blog muy interesante"...
No me quedo claro lo que dices del hipocampo que tiene que ver con tus olvidos???
Besitos estelares!!!!!!!!
Fui a Cerro Tololo, ya estando en Chile, y obviamente no me dejaron pasar de la puerta, aunque me dijeron que "lo mejor es llamar por teléfono". Si llamas, no creo que haya problema para poder entrar un sábado por la mañana... aunque me parece que necesitas un coche.
Me tienes que contar más cosas de tu vida anterior.
Alli hay gente seria que alquila observatorios de aficionado avanzado, ¿a lo mejor podrías unificar tus dos vidas?
Que tiene de malo el 4-4-3 ? No se, igual me confundo, es el hipocampo ?
El hipocampo, por lo que yo se, es el lugar donde se forman los recuerdos, si te digo por ejemplo una dirección, se queda en una especie de memoria temporal.. pero si es algo importante que vas a recordar más tiempo, por ejemplo por que allí vive alguien significativo en tu vida, entonces pasa a otro lugar, y según tengo entendido el que gestiona todo eso es el hipocampo, que es una zona del cerebro.
Pero lo recuerdo de un curso que hice hace años y si el hipocampo me falla puedo estar equivocado.
Besitos y buen finde!!!
Que tanto hablar de "las niñas" y más viendo la primera foto, creí que se había equivocado usted de sitio.
Pero bueno, al final dió usted con el observatorio, las niñas resultaron no ser lo que había pensado y usted pudo mirar por el telescopio. Me lo imagino emocionadísimo mirando al cielo en ese lugar tan ansiado.
Entre el hipotálamo y mi escaso conocimiento del balompie..
Espero el día en que publiques tus memorias.
Si. La mousaka es una cosa muy seria.
Mmmm.
Experiencias, conocimiento, viajes, actividad, pensamientos, luchas... cuanta actividad!
Agradecido
Yo te diré lo que eres: INDEFINIBLE.
fotógrafo, fa: m. y f. Persona que se dedica a hacer fotografías.
Y no me vayas a decir que no te dedicas, porque esas foticos que tan bien te salen necesitan paciencia, amor y mucha dedicación.