La libélula negra
A mi me parece que la libélula negra es la más elegante de todas. Pero es extremadamente reservada, raras veces tolera la presencia humana a menos de cinco metros. Si os acercais más, se alejará tranquilamente dando aletazos grandes y perezosos, como si tuviera las alas de terciopelo.
Yo pensaba que no podía volar con más energía hasta que vi a dos machos peleando y persiguiéndose a toda velocidad. Lo que debe ocurrir es que no nos considera una amenaza especialmente grave y se marcha, pero con desgana. De todos modos, para poder fotografiarla hay que tener la paciencia de los grandes santos, incluyendo a Job (que al ser del Antiguo Testamento yo creo que propiamente no es un santo).
Se llama calopteryx haemorrhoidalis. ¿Por qué el nombre de este animal tan bonito tiene que ser nada menos que haemorrhoidalis? (en efecto, de hemorroides). Es que si os fijais, en la parte posterior del abdomen, por debajo, los últimos segmentos son rojos, como si padeciera de la triste dolencia anal.
Linneo incluyó solamente una de las calopteryx (calopteryx virgo) en la decima edición de su Systema Naturae, en 1758. Van der Linden, el entomólogo al que se debe esta ocurrencia de los hemorroides, la catalogó mucho más tarde, en 1825. Es que nuestra libélula negra de hoy vive algo más al sur, en la Península, en Italia y en el norte de Africa. De modo que Linneo, viviendo en Suecia, no debió de saber de su existencia. Ni tampoco un tal Harris que en 1782 catalogó la calopteryx splendans, también nórdica. Que época tan maravillosa debió ser aquella, en la que una persona podía bajar a un río de un país relativamente cercano y bautizar un animal que incluso hoy en día es bastante común. Pero le hubiera podido poner por ejemplo calopteryx nigra.
Subo tres recortes de la primera foto. Para los aficionados exigentes, como el amigo J.A., si pinchais para ampliar la imagen saldrán al 100% (pixel por pixel). Esta es la resolución máxima, enseñarla equivale al desnudo integral para los fotógrafos. Sed indulgentes. F9, 1/500, ISO250, 180mm macro, flashes. En la parte primera se ven las tibias espinosas. En la segunda, los últimos segmentos del abdómen donde está la pinza para agarrar a las hembras por el cuello y el órgano eyaculador. En la tercera, la base de las alas, el tórax y algo del abdómen (negro pero un poco atornasolado). También se puede apreciar el órgano copulador del macho, que (¡oh prodigio!) no eyacula.
Yo pensaba que no podía volar con más energía hasta que vi a dos machos peleando y persiguiéndose a toda velocidad. Lo que debe ocurrir es que no nos considera una amenaza especialmente grave y se marcha, pero con desgana. De todos modos, para poder fotografiarla hay que tener la paciencia de los grandes santos, incluyendo a Job (que al ser del Antiguo Testamento yo creo que propiamente no es un santo).
Se llama calopteryx haemorrhoidalis. ¿Por qué el nombre de este animal tan bonito tiene que ser nada menos que haemorrhoidalis? (en efecto, de hemorroides). Es que si os fijais, en la parte posterior del abdomen, por debajo, los últimos segmentos son rojos, como si padeciera de la triste dolencia anal.
Linneo incluyó solamente una de las calopteryx (calopteryx virgo) en la decima edición de su Systema Naturae, en 1758. Van der Linden, el entomólogo al que se debe esta ocurrencia de los hemorroides, la catalogó mucho más tarde, en 1825. Es que nuestra libélula negra de hoy vive algo más al sur, en la Península, en Italia y en el norte de Africa. De modo que Linneo, viviendo en Suecia, no debió de saber de su existencia. Ni tampoco un tal Harris que en 1782 catalogó la calopteryx splendans, también nórdica. Que época tan maravillosa debió ser aquella, en la que una persona podía bajar a un río de un país relativamente cercano y bautizar un animal que incluso hoy en día es bastante común. Pero le hubiera podido poner por ejemplo calopteryx nigra.
Subo tres recortes de la primera foto. Para los aficionados exigentes, como el amigo J.A., si pinchais para ampliar la imagen saldrán al 100% (pixel por pixel). Esta es la resolución máxima, enseñarla equivale al desnudo integral para los fotógrafos. Sed indulgentes. F9, 1/500, ISO250, 180mm macro, flashes. En la parte primera se ven las tibias espinosas. En la segunda, los últimos segmentos del abdómen donde está la pinza para agarrar a las hembras por el cuello y el órgano eyaculador. En la tercera, la base de las alas, el tórax y algo del abdómen (negro pero un poco atornasolado). También se puede apreciar el órgano copulador del macho, que (¡oh prodigio!) no eyacula.
Comentarios
La explicación super interesante como siempre...!!!
La paciencia la necesito pero no tanto para estos animales que aunque me hacen sufrir en el fondo me gusta que sean esquivos y muchas veces me rio de mi mismo cuando se me escapan, si no sobretodo para aguantar tantas y tantas cosas que me ponen enfermo y no puedo cambiar.
Gracias de nuevo !!
¿Qué hago yo aquí pudiendo estar persiguiendo bichos?
Eso es lo que yo me pregunto muchas veces, ¿qué hago aquí?
Sí, ¿qué hacemos aquí?
No. El sexo de las libélulas es complicado. Se que llevo un año prometiendo un post sobre el tema, pero es que me falta un poco de material gráfico. Tenga un poco de paciencia, si no es esta semana será la siguiente podré contestarle documentadamente.
(Tengo el libro de Zbel que te compré en la capital)
¿Audrey Hepburn? ¿Algún tipo de insecto?
Noooo, que es broma, ya se que es una actriz. A mi las señoras me gustan más en otro estilo.
:)
Si, más o menos recientes.
¿Qué hacemos aquí? ¿Esto es en serio? Son preguntas que me persiguen.
le gustan capaces de agarrar buitres con una sola mano. La pobre Audry no tiene nada que hacer con nuertro egregio agrimensor.
Tree, això del blow job és una cochinada, serà possible?
Lo del blow job debe ser lo de los controles de alcoholemia, ¿no?
más o menos.
¿Usas el 180 para las libes? ¿Con la d300?
Para las calopteryx el 180 es una gran ayuda, son muy tímidas. Pero con el 105 también es posible.
y ese sexo complicado y sofisticado, con ese witz anal, muy psicoanalítico este post! de esos con los que una parece que va a soñar!
sí, el negro es elegante, y va muy bien con ese volar perezoso
A ver si tengo tiempo (y fotos claras) y puedo explicarlo un poco mejor. Me refiero a explicar lo que yo he observado, como los entomologos de las épocas heroicas yo bajo al río y observo, después cuento lo que vi. A veces pregunto algo a los expertos para no meter la pata y confundir a alguien, pero mi punto de vista es el de un ignorante que empieza a aprender. Y ya me está bien así, la gente que realmente sabe normalmente han superado la fase en que todo les asombraba, espero poder conservarla.
Las resonancias psicoanalíticas se me escapan, pero como te puedes imaginar me interesan mucho.
oh y veo que Deancha opinó lo mismo...juró que no había leído ese comentario :)
Un abrazo, recuerda avisar cuando vengas.
Ya la harás la foto, y mejor que esta.
Si esta es bonita, ¿como debe ser la splendans?
La virgo la pude fotografiar en otra ocasión, es realmente preciosa.