El cacto y las nebulosas de Magallanes

Al salir del observatorio Collowara me interné por una pista de arena sin ninguna indicación. Después de un par de kilómetros, las luces de Andacollo habían desaparecido casi por completo y pude por fin fotografiar el cielo. Elegí un gran cacto como primer término y situé la cámara de modo que al fondo estuvieran las nebulosas de Magallanes.
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Seleccionar una parte concreta de cielo con un elemento en primer término me resultó muy difícil. Para que se vean las nebulosas a través del visor hay que apagar la linterna y esperar a que los ojos se adapten a la oscuridad, pero entonces no se ve bien el cacto. Cuando ya casi lo tenía pasó una camioneta y tuve que sacar el trípode para mover el coche. Al final, después de una hora y media, ya había perdido la cuenta de las horas que llevaba sin dormir desde que salí de mi casa el día antes. El cansancio me rindió, esta tuve que darla por buena.

Me encantaría poder pasar un par de meses en el norte de Chile, fotografiando el cielo, pero tan solo tuve una noche. En otra entrada les cuento más cosas acerca de esas misteriosas nubes luminosas.

A mi me gustan las fotos donde el cielo estrellado es parte de un paisaje nocturno, y ya desde antes de salir hacia Chile yo quería fotografiar un cacto rodeado de estrellas. Para este tipo de fotos, lo que se solía hacer es dejar el obturador abierto durante mucho tiempo. De esta forma, a causa de la rotación de la Tierra las estrellas aparecen como trazas en el cielo y el paisaje en primer término queda iluminado por la luz ambiente, como en esta foto. El resultado puede ser espectacular, pero las estrellas resultan casi totalmente irreconocibles. Con película química de ISO 100 o 50, no hay forma de integrar la visión del cielo y la del paisaje en un solo fotograma. Si se prefiere fotografiar el cielo, hay que usar una montura ecuatorial que gira para compensar la rotación de la Tierra, pero entonces es el paisaje el que aparece movido.

Desde hace poco, ya pueden combinar ambas cosas gracias a las cámaras digitales con sensibilidad elevada. Ver, por ejemplo, esta foto de Stéphane Guisard. Yo hice esta toma con una D300 y un objetivo de enfoque manual de 24mm Nikkor 2.8 (lo compré de segunda mano, debe tener como 30 años). Tiré a F4, ISO 3200, con un tiempo de exposición de 1 minuto. La luz del cacto es de una linterna, no disponía de flash. Una Canon 5D o una D700 hubieran sido mejores para esta foto, más quisiera yo que disponer de ellas. Continua aquí.