Un hotel perdido en el oasis

Hay quien dice que hace muchos años en algún lugar de este oasis hubo un fabuloso hotel junto a las ruínas de una antigua kasbah. Lo regentaba una enigmática hotelera y no estaba anunciado ni admitía reservas de ninguna clase, pero los visitantes eran recibidos con bujías encendidas, jarrones con flores y bandejas repletas de frutas y de dulces. En cambio, otros cuentan que el hotel fue barrido por una tormenta de arena o tal vez por la crisis.
Con el entusiasmo enfermizo de los buscadores de oro, durante horas recorrimos el oasis preguntando a los más ancianos si conocían la leyenda del hotel maravilloso o el nombre de la hotelera. Como en un sueño, entre la luz enferma de arena del Sahara, recorrimos interminables huertos, senderos y pistas polvorientas. Perdidos, desesperados y con el coche encallado, ya al anochecer finalmente encontramos la kasbah en ruínas e incluso pudimos hablar a través de la distancia con su propietaria.
A mi edad ya he aprendido con cierto dolor que los ob…
Con el entusiasmo enfermizo de los buscadores de oro, durante horas recorrimos el oasis preguntando a los más ancianos si conocían la leyenda del hotel maravilloso o el nombre de la hotelera. Como en un sueño, entre la luz enferma de arena del Sahara, recorrimos interminables huertos, senderos y pistas polvorientas. Perdidos, desesperados y con el coche encallado, ya al anochecer finalmente encontramos la kasbah en ruínas e incluso pudimos hablar a través de la distancia con su propietaria.
A mi edad ya he aprendido con cierto dolor que los ob…