La vida sexual de las libélulas: Los tres órganos del macho, desvelados
Estaba este bello libélulo tigre, macho, tomando el sol junto al río, exhibiendo su cuerpo como lo haría un culturista de piscina con bañador de leopardo. Que poderío de libélula, que perdición para las hembras que caen rendidas al ver semejante cuerpo. Pero hay muchos otros galanes también en la flor de la edad, todos apuestan fuerte, vuelan raudos entre las telas de araña y luchan a muerte, embistiendose en el aire. Si ustedes pueden dedicar una mañana de agosto a estar en silencio junto al río, van a poder oír el sonido de los combates, que es parecido al del papel celofán arrugándose. Y son las sus alas que se rompen.
Me dirigí a él con respeto:
-Apreciado Onychogomphus, ¿sería usted tan grato de dejarme sacarle unas fotos para ilustrar un artículo sobre la vida sexual de las libélulas? Quisiera fotografiar, como haciendo una panorámica, su órgano copulador, su segmento eyaculador y también esa fenomenal pinza trasera que el buen Dios le ha dado. ...click para seguir leyendo...atención: hay imágenes explícitas (de libélulas). Será usted como la modelo que posó para el nacimiento de Venus: millones de personas van a contemplar su bella estampa, y por siempre jamás cuando piensen en una libélula será su imagen la que verán. Dejará usted de ser una libélula para pasar a ser la libélula, como un arquetipo platónico viviente.
A ustedes podrá parecerles que exageré un poco, pero justamente es esta estrategia la que nunca falla. Se puso bien y dijo que si con la cabeza. Y aquí están sus partes expuestas a la curiosidad y ¿por qué no? la lascivia del gran público amante de las libélulas.
Aquí, en primer lugar, el aparato copulador, el que encaja con los genitales de la hembra. Es esa cosa rara, húmeda, que tiene debajo del cuerpo, donde parece que terminan las alas a causa de la perspectiva. Pero este aparato, el que copula, NO ES EL QUE EYACULA. Prodigio.
Aquí está en resto. Al final del cuerpo tiene la pinza abrazadora, con la que sostiene a las hembras por el cuello para impedir que escapen durante la cópula, y en algunas especies también durante la puesta.
Finalmente, en el noveno segmento abdominal, que es el penúltimo (al lado de la pinza), está el orificio eyaculador que ustedes deberán imaginarse, por que las libélulas jamás se lo dejan fotografiar.
Antes de proceder al apareamiento, el macho transporta el semen desde el orificio genital hasta el copulador, doblando el abdomen como un contorsionista. Más difícil que ningún prodigio solitario de los que puede hacer el homo sapiens.
De esta forma, cuando se produce la cópula el macho en realidad ya ha eyaculado, lo que elimina por completo la tan temida precocidad. También hay que hacer notar que las libélulas son necesariamente onanistas. De modo que probablemente su eyaculación solitaria no sea pecado, pero hasta donde yo se la Iglesia todavía no se ha pronunciado al respecto.
Mucho se ha escrito sobre si el orgasmo masculino (para las libélulas) se alcanza en el órgano eyaculador, en el copulador.. o en la pinza. Las tres teorías tienen puntos a favor. El eyaculador debería ser el sensitivo, por que los otros dos son adaptaciones evolutivas posteriores. El copulador parecería el más lógico por que muchas veces la eyaculación no va acompañada de cópula al no poder capturar ninguna hembra. Pero por este mismo motivo, el abrazador parece un buen candidato puesto que presagia la inminencia de la cópula. ¿O tal vez participen los tres?. Como ven, el tema es complejo. Es triste decirlo, pero no faltan quienes desde posiciones reaccionarias, ¡niegan que las libélulas alcancen el orgasmo!
Otro punto importante: ¿cual de los tres órganos es el símbolo fálico de las libélulas?. Yo personalmente me inclino por la pinza, pero como siempre sus aportaciones serán bienvenidas.
Continuará.
Me dirigí a él con respeto:
-Apreciado Onychogomphus, ¿sería usted tan grato de dejarme sacarle unas fotos para ilustrar un artículo sobre la vida sexual de las libélulas? Quisiera fotografiar, como haciendo una panorámica, su órgano copulador, su segmento eyaculador y también esa fenomenal pinza trasera que el buen Dios le ha dado. ...click para seguir leyendo...atención: hay imágenes explícitas (de libélulas). Será usted como la modelo que posó para el nacimiento de Venus: millones de personas van a contemplar su bella estampa, y por siempre jamás cuando piensen en una libélula será su imagen la que verán. Dejará usted de ser una libélula para pasar a ser la libélula, como un arquetipo platónico viviente.
A ustedes podrá parecerles que exageré un poco, pero justamente es esta estrategia la que nunca falla. Se puso bien y dijo que si con la cabeza. Y aquí están sus partes expuestas a la curiosidad y ¿por qué no? la lascivia del gran público amante de las libélulas.
Aquí, en primer lugar, el aparato copulador, el que encaja con los genitales de la hembra. Es esa cosa rara, húmeda, que tiene debajo del cuerpo, donde parece que terminan las alas a causa de la perspectiva. Pero este aparato, el que copula, NO ES EL QUE EYACULA. Prodigio.
Aquí está en resto. Al final del cuerpo tiene la pinza abrazadora, con la que sostiene a las hembras por el cuello para impedir que escapen durante la cópula, y en algunas especies también durante la puesta.
Finalmente, en el noveno segmento abdominal, que es el penúltimo (al lado de la pinza), está el orificio eyaculador que ustedes deberán imaginarse, por que las libélulas jamás se lo dejan fotografiar.
Antes de proceder al apareamiento, el macho transporta el semen desde el orificio genital hasta el copulador, doblando el abdomen como un contorsionista. Más difícil que ningún prodigio solitario de los que puede hacer el homo sapiens.
De esta forma, cuando se produce la cópula el macho en realidad ya ha eyaculado, lo que elimina por completo la tan temida precocidad. También hay que hacer notar que las libélulas son necesariamente onanistas. De modo que probablemente su eyaculación solitaria no sea pecado, pero hasta donde yo se la Iglesia todavía no se ha pronunciado al respecto.
Mucho se ha escrito sobre si el orgasmo masculino (para las libélulas) se alcanza en el órgano eyaculador, en el copulador.. o en la pinza. Las tres teorías tienen puntos a favor. El eyaculador debería ser el sensitivo, por que los otros dos son adaptaciones evolutivas posteriores. El copulador parecería el más lógico por que muchas veces la eyaculación no va acompañada de cópula al no poder capturar ninguna hembra. Pero por este mismo motivo, el abrazador parece un buen candidato puesto que presagia la inminencia de la cópula. ¿O tal vez participen los tres?. Como ven, el tema es complejo. Es triste decirlo, pero no faltan quienes desde posiciones reaccionarias, ¡niegan que las libélulas alcancen el orgasmo!
Otro punto importante: ¿cual de los tres órganos es el símbolo fálico de las libélulas?. Yo personalmente me inclino por la pinza, pero como siempre sus aportaciones serán bienvenidas.
Continuará.
Comentarios
Por cierto, leer esta entrada me ha venido de muerte y de perilla:
Resulta que el macho copulador con el que pensaba yo pasar esta noche debió ser libélulo en su vida budista (¿me he liado?), no llegó a lo de la pinza y el cuello, pero yo me quejé un par de veces de tanta insistencia en hacerlo todo "a su manera". Aunque no libelulesca, simplemente muy suya y poco consensuada... y el macho copulador se vino abajo un par de veces, y pilló un cabreo que le hizo cuasisaltar de la cama diciendo las tiernas palabras "me cago en la puta madre que me parió". Y yo me levanté, le dije que no era para ponerse así, y, tras unos segundos siendo testigo de la mala leche homínida fumando un pito, le dejé y me vine a bloguear.
Esto es lo que tiene la cosa informática, que la intimidad del macho copulador queda garantizada, y yo me he desahogado...
Y para la próxima, ya sé que no debo buscar entre libélulos.
En la próxima entrega se verá el momento exacto de la cópula, el uso de la pinza, la actitud de la hembra (y ya verán que es gozosa), etc.
En efecto, todo esto es una inmundicia y usted podría ser que fuera al infierno por haberlo leído.
El orgasmo de la libélula es un centelleo imperceptible en el cielo, como cuando pasa un ángel. ¿Bloguear es más gozoso que copular?
Eso es, una máquina sexual. Yo no se si la vida sexual de los insectos es más gozosa que la de los mamíferos, ¿tal vez dependa del mamífero en cuestión?
La pinza parece lo más fálico del bicho pero a ver si surgen otras teorías. Se agradece que confirmes mi hipótesis :)
Espero ansiosa la próxima entrega.
De cópula chachi.
Y de este blog...
La desanchá.
Haré lo que esté en mis manos.
Algunos fakires logran separar ambos fenómenos, pero para los mortales comunes son casi lo mismo.
Lo del punto de apoyo se aclarará, Dios mediante, en la próxima entrada.
Algún libélulo listillo antepasado de los actuales pensó: primero me monto una fiesta y eyaculo, pero me guardo el semen, y entonces trinco a una esbelta libélula, y la trinco para que no se me escape, le introduzco la dotación génica que tenía guardada y no la suelto hasta que haya puesto los huevos.
Y esa actitud de egoismo reproductivo la tuvieron sus hijos, y los hijos de sus hijos, que cada vez se iban especializando más de tal forma que los libélulos que no utilizaban este método acabaron por no pillar pareja y se extinguieron.
El caso es que si os fijais, no hay libélulas con cuernos ;-))
Saludossss
"El traficante de gambas"
"El caso es que si os fijais, no hay libélulas con cuernos "
Incluso las antenas las tienen pequeñitas..
Y gracias por la info. Ahora entiendo los extraños acoplamientos de las libélulas...
PS- Te falta una "l" en el titular...
Yo también soy un poco de morder, pero no siempre gusta.
Lo que no me explico es porqué el órgano eyaculador no coincide con el copulador, y si es así, debe de ser por una razón contundente. Tal vez el onanismo pase por delante del apareamiento?
El problema con los insectos es que son demasiado complicados para tenerlos todos en un solo libro, incluso si nos limitamos a las especies de Europa. Si el tema te interesa, acabarás comprando uno de mariposas, uno de libélulas, etc. De todos modos, uno de tipo general, que describe los odonatos, neurópteros, ortópteros, etc y sirve muy bien a modo de introducción (pero sin pretender que te vaya a servir para identificar especies concretas), es el Chinery. Creo que es de editorial Omega, hay dos ediciones bastante diferentes. En la nueva, las ilustraciones y los textos van juntos y es más práctica, pero un poco menos completa. La antigua es con láminas.
DR. FRANCISCO RAMÍREZ
GUADALAJARA, JALISCO, MÉXICO