Conocer a la serpiente
Joven natrix maura, culebra viperina, click para ampliar.Entre tantas obsesiones, ya hace dos años que voy detrás de fotografiar una serpiente de agua. No me vale una foto cualquiera, yo quiero retratarla, que se vea su caracter de reptil y su pupila naranja. No es fácil, hay que encontrarla y entender su comportamiento, saber a que horas está activa y cuales son sus lugares preferidos. Y tampoco quedan tantos ríos en condiciones.
Fotografiar, para mi, es conocer. Pero debo admitir que también equivale de alguna manera a poseer. ¿Es que realmente yo quiero robar el alma de la serpiente? ¿Y poder meterla en un frasco de cristal con el tapón biselado, junto con las demás almas de una extensa colección? Algo de eso debe haber, la foto en realidad roba el alma (aunque no exista tal cosa). Por eso hace algún tiempo que dejé de fotografiar personas sin su consentimiento.
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También debo decir que para mi, conocer a la serpiente es sobretodo quererla, lograr que deje de ser un animal extraño para pasar a formar parte de mi experiencia vital. Y es darla a conocer, contribuir a que la gente no la tema ni la mate.
Con este afán, el año pasado recorrí muchos ríos hasta dar con ella. Pero la serpiente es tímida, al verme siempre se escondió. Pude fotografiarla, pero desde lejos y cuando ella estaba en su mundo acuático. No fue más que un primer paso. Este verano volví a la carga, pero sabiendo algo muy importante: no se puede fotografiar bien a la serpiente de río cuando está dentro del río. Para satisfacer mi pulsión fotográfica, no hay más remedio que proceder como un herpetólogo: hay que coger a la serpiente con las manos y sacarla del agua. Para algunos de ustedes esto no tendrá el más mínimo problema, pero deben saber que yo soy un cobarde y que me dan miedo las serpientes.
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Comentarios
La serpiente es preciosa.
Se teme lo que se desconoce.
Yo también soy cobarde, más que usted mi querido y egregio agrimensor.
A ver qué habrá hecho la pobre...
No se quien será más cobarde de los dos, para según que cosas seguro que yo. Pero se puede ser cosas peores.
En el caso de la serpiente parece ser que es algo que tenemos grabado desde que eramos monos.
Me salgo de tema: dijo Sagan que si entrase por una puerta nuestro padre, y después su padre, y el padre del padre, etc etc, uno detrás de otro, seguidos, en poco tiempo (no se si era una semana), entraría un animal cuadrúpedo. Somos animales.
Cuidado, tenga cuidado, 45 millones de años de evolución no engañan.
Y la Walt Disney, que también las ha difamado mucho a las pobres..
Kaa, la serpiente del "Libro de la selva" era malvada, mientras que en la novela de Kipling era una de las mejores amigas de Mowgli, y se hablaba con admiración de ella.
Es genético, pero yo creo que se puede superar. A ver si en alguna salida al río vemos una.
Y para convencer a la mujer, empezó por la parte inferior, como nos enseña San Agustín.
He tenido alguna entre mis manos y a otras las dejé rodar por mi cuello. Reconozco que con cierto miedo dentro, pero con placer.
Probablemente me gusta por una atracción innata... y me explico. Mi madre cuenta con frecuencia la misma anécdota: yo tendría unos cuatro años y salí al patio de mi casa a jugar. Volví encantada gritando y pidiendo a mi madre que viniese conmigo a ver mi hallazgo. Le hablaba de un conejo que había en nuestro corral, precioso! Quería compartir con mi madre ese momento y disfrutar de su belleza. Pero nada más lejos de la realidad. Mi madre se puso histérica nada más pisar el patio, empezó a chillar como una loca... y me empujó hacia el interior de la casa asustadíiiisima.
Sí. El tal conejo no era un conejo, sino una serpiente.
Cuando me llevaban al zoo íba siempre a ver las serpientes en primer lugar...
(Ya os contaré cuando haya escrito un comentario más corto que lo más doloroso de mi relación con ellas fue cuando me comí algunas)
Besos serpenteantes.
¡ Esa es la mejor anécdota de serpientes que he leído jamás !
Bueno, a mi me gustan los conejos y me los como, nadie es perfecto :)
En cualquier caso una culebra de agua no le hará nada, no come personas...o sí? Al menos no la que yo ví este verano, fina como un lápiz.
Siempre que veo la foto del Hermano Joaquín pienso en un torero antiguo.
La desanchá.
Me fascinam!
Beijos
I worship serpents!
They fascinate me!
Kisses
Cuando era pequeña solíamos ir los domingos al "puerto del pico", en Avila, y allí, en el río había montones de ellas. No debían ser peligrosas, porque la gente ( yo incluida) se bañaba sin miedo alguno. No puedo decirte si el río seguirá transparente como antaño,me temo que NO pero te aseguro que entonces cogiamos ranas,renacuajos ( que soltabamos después por supuesto), veíamos libélulas, mariposas...En parte mi aficción a los "bichos" viene de aquellos domingos en la naturaleza.
¿Leiste mi post sobre la serpiente?
Un beso y repito que me encanta tu Natu-blog
La tortuga mordedora se queda inmóvil–petrificada bajo el agua– con la boca abierta a esperar que algún pececillo se acerque al apéndice en forma de lombriz que pende se su boca. Yo la observaba detrás de unos estudiantes de secundaria cuando el cuidador del zoo soltó un pequeño pez de restaurante chino en el acuario para alimentar al quelonio. Los estudiantes se quedaron mirando con la emoción de una peli de suspense cuando de pronto, el ser petrificado con una furia que se la llevaba el demonio, se zampó el pescado en un visto y no visto.
En ese instante solté un berrido de terror agudo y cursi y levanté los brazos en ademán poco varonil. Se hizo el silencio y
todos los estudiantes se volvieron estupefactos a mirarme con desprecio para mi vergüenza y desasosiego eterno.
La Natrix maura es con diferencia el ofidio más abundante en nuestro país. En eso tienes suerte.
Es el único ofidio, y me da por pensar que el único reptil, que jamás ha intentado morderme al cogerlo con la mano.
Genial la anécdota de nomesploraria.
Consuélese, yo chillo igual a la vista de una simple cucaracha. Una noche de pesca uno de estos seres repugnantes se arrimó a tentar mis cebos: el berrido que pegué se oyó en toda la playa, el paseo marítimo y hasta en el puerto.
La desanchá.
Debo decirle que NMP hizo frente a un jabalí sodomita y que yo le he visto ahuyentar valerosamente a una pesada mosca cojonera de las más siniestras.
Macro,
Ya veo que sabes más que yo, lo de la más abundante si que es cierto, por lo que yo he visto, aunque "hay más de las que parece pero menos de las que yo quisiera", muchas veces he estado largas horas en un río sin verlas.
Si das cursos de localización de serpientes salvajes avísame que me apunto :)
Salud!
Me gusta la foto,probablemente es mas el concepto de una serpiete que un retrato.
No me gustan nada las serpientes, aunque acepto que como criaturas míticas dan su juego. Pasé un momento de angustia en una visita familiar a un zoo que daba cancha a un aficionado los domingos por la mañana para que enseñara sus bichas, entre ellas una pitón de tamaño respetable. El caso es que se la colgó a mi hija del cuello, y ella, que tenia 8 años, encantada. Por esas cosas de la vida hace un par de años hablando con un amigo de ese zoo y de la serpiente, resultó ser amigo del aficionado, y me contó que este habia ido al veterinario con la pitón porque la encontraba muy rara. Como cariñosa. Se subía a la cama cuando el dormía y se ponía a su lado. El veterinario le dijo que se deshiciera de ella, que estaba midiendole para ver si podía comérselo. Lo hizo. He visto fotos de una pitón abierta con un hombre dentro y creo que hizo bien. Debe ser una muerte horrible.
Las serpientes llevan vidas muy misteriosas... es difícil verlas. Una de las razones es que son muy discretas y se mueven con extremo sigilo. Fíjate que la mayoría de nuestras especies son diurnas y sin embargo es muy raro verlas. Otra razón es que tienen densidades de población muy bajas, pero creo que eso es una característica natural suya.
Este año solo he visto tres, dos juveniles de Hemorrhois hippocrepis, y una Coronella, creo que C. girondica. De uno de los juveniles de Hemorrhois tengo localizada la grieta donde vive, esta primavera si sobrevive al invierno, intentaré hacerle alguna foto cuando salga a asolearse.
Como ves, tres serpientes en un año no me convierte precisamente en un experto en encontrarlas. Cierto que no las buscaba, y las encontré durante sus paseos, los herpetólogos que las buscan se pasan el día levantando piedras y troncos... así sí se encuentran más, pero hay que saber donde buscar, si no, es tiempo perdido.
Los pastores que yo conozco lo último que quisieran ver es un lobo, no digamos un oso.
Es que a quien se le ocurre tener una pitón, de todos modos creo que la historia es apócrifa, la serpiente sabe perfectamente el tamaño de una persona de un vistazo.
Si que te dan un susto pero es por que no te las esperas. Yo he visto dos víboras en el monte, hace años, y no llevaba la cámara. Ahhh que pena.
Yo también he visto una girondica este año. Tal vez he visto más que tu pero tu las identificas mejor que yo.
Si que la leí, y dejé un comentario.
Se hace lo que se puede..
No tengo la mas mínima idea de como mide la pitón a su víctima antes de tragársela entera... habrá que investigarlo... A mi me pareció de lo mas verosímil.
Me encantaría ver esas fotos. Bueno, no se si encantar es la palabra.. ya me entiendes.
http://es.youtube.com/watch?v=NupFZSQF19g
es duro, aviso
El tamaño de las presas que una serpiente puede matar y tragar depende del tamaño de la serpiente. Y algunas constrictoras alcanzan tamaños que sin duda les permiten tragarse una presa del tamaño de una persona. Yo sí he visto esas fotos, circulan en forma de email que se reenvía lo cual ya es de por sí sospechoso. Las fotos ignoro si son reales o un fake made in photoshop.
Lo que es una leyenda urbana no es que existan serpientes con el tamaño suficiente para comerse a una persona, sino la historia de la que se sube a la cama de su dueño todas las noches para medirlo y ver si le cabe. Aun sin saber nada de etología de serpientes ni de características típicas de HOAX, se puede sospechar rápidamente que tal comportamiento no tiene ningún sentido. Como dice frikosal, si un depredador tuviera dudas de si puede comerse o no a una presa determinada, hace millones de años que se habría extinguido. Si las boas tuvieran que medirse al lado de una presa para decidir si la atacan, no atraparían jamás ninguna, porque a ver que presa es la que se queda allí cuando ve una boa arrimada a su lado haciendo comparativas.
Probablemente en el origen esté la recomendación de no tener como mascotas pitones que superen en longitud la altura de su dueño, no porque puedan comérselo, sino porque tienen la suficiente fuerza para poner en un serio aprieto a su propietario si le rodeara el cuello y decidiera apretar.
Todo esto sería divertido (bueno, lo de que una anaconda se coma a un pobre tipo, no) si no fuera por hechos como el que este verano salió en muchos titulares. En una barriada de Motril la gente lió una increíble movida porque había una culebra en un tejado. Bomberos, policía, periódicos amarillistas, fumigaciones, se habló de una serpiente de dos metros y medio con cientos de crías, pánico e histeria colectiva... la bicha era una culebra de herradura de unos 60 cm de largo, especie protegida y en declive, con un marcado caracter antropófilo (que no antropófago) y relativamente frecuente en construcciones y medios urbanos, solo que normalmente pasa inadvertida.
Aquí no hay serpientes capaces de comerse ni siquiera un gato, y dar pábulo a este tipo de historietas para no dormir, solo contribuye a perpetuar la mala percepción que la población tiene de estos beneficiosos e interesantes reptiles.
Tiene todo la razón en enfadarse el colega José, si la pitón era mayor que su hija.
A mí nunca me han gustado ese tipo de chorradas que acaban en una foto para enseñar a los parientes. No es educativo ni constructivo.
La foto que manda macroinstantes es con toda probabilidad una patraña. Si se te come una serpiente, empieza por la cabeza y los pantalones cortos como los de esa foto seguro que se bajan a causa de la fricción al entrar en el cuerpo del animal.
Mucha mala prensa que tienen estos pobres bichos. Yo he tenido una pitón en las manos varias veces y son un encanto. En el barrio hay una tienda de animales y con el pretexto de que a lo mejor se la compro (cosa que jamás haré, por que es una barbaridad), a veces voy y le pido que me la saque de la jaula para poder tocarla. También tiene una falsa coral. Son animales preciosos, pero donde deben estar es en libertad en su hábitat.
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