Un hombre y su perro
Se del caso de un hombre anciano que cada noche sacaba a pasear a su perro. El animal estaba como loco de alegría al bajar las escaleras atado de la correa, pensando en poder volver a respirar el aire fresco de la calle. Y no paraba de dar tirones mientras cruzaban la peligrosa avenida de cuatro carriles. Al llegar a la plaza, el hombre le preguntaba:
-¿Volverás a escaparte?
Y el perro sollozaba de pena implorando que le soltase. Noche tras noche, el hombre terminaba por dejarle libre, esperando poder dar un tranquilo paseo con el perro a su lado. Pero el perro siempre salía corriendo a toda velocidad.
-¡Cabrón, más que cabrón, hijo de la grandísima puta, vuelve aquí ahora mismo!
...click para seguir leyendo... Al oírle, el perro todavía corría más, hasta el otro extremo de la plaza, y continuaba por la calle larga que da al parque, donde es peligroso internarse de noche. De modo que el hombre se esperaba un rato en un banco y después se marchaba a su casa cabizbajo, con la correa en la mano. Miraba atrás por última vez y entraba, cerraba la puerta y subía por las escaleras.
Yo vivía cerca de hombre del perro y había presenciado esta escena muchas veces. A las dos horas el perro regresaba como si tal cosa, cruzaba la avenida despreocupadamente y se sentaba a llorar junto a la puerta. Mucho más tarde el hombre terminaba por bajar las escaleras en pijama y abría la puerta para que el perro entrase.
-Es la última vez que te abro, ¿me oyes? ¡Como vuelvas a escaparte pasarás toda la noche fuera! ¡Y atente a las consecuencias! Para empezar, mañana, no te saco.
El perro parecía sinceramente arrepentido, pero al día siguiente se repetía la misma escena.
Así fueron pasando los meses en una bronca permanente, hasta que por fin sucedió lo que ustedes tal vez ya se imaginan: cuando el perro cruzó la avenida, el camión de la basura le atropelló. Muchas veces pienso en ellos y me pregunto si no hubieran podido ser mucho más felices.
-¿Volverás a escaparte?
Y el perro sollozaba de pena implorando que le soltase. Noche tras noche, el hombre terminaba por dejarle libre, esperando poder dar un tranquilo paseo con el perro a su lado. Pero el perro siempre salía corriendo a toda velocidad.
-¡Cabrón, más que cabrón, hijo de la grandísima puta, vuelve aquí ahora mismo!
...click para seguir leyendo... Al oírle, el perro todavía corría más, hasta el otro extremo de la plaza, y continuaba por la calle larga que da al parque, donde es peligroso internarse de noche. De modo que el hombre se esperaba un rato en un banco y después se marchaba a su casa cabizbajo, con la correa en la mano. Miraba atrás por última vez y entraba, cerraba la puerta y subía por las escaleras.
Yo vivía cerca de hombre del perro y había presenciado esta escena muchas veces. A las dos horas el perro regresaba como si tal cosa, cruzaba la avenida despreocupadamente y se sentaba a llorar junto a la puerta. Mucho más tarde el hombre terminaba por bajar las escaleras en pijama y abría la puerta para que el perro entrase.
-Es la última vez que te abro, ¿me oyes? ¡Como vuelvas a escaparte pasarás toda la noche fuera! ¡Y atente a las consecuencias! Para empezar, mañana, no te saco.
El perro parecía sinceramente arrepentido, pero al día siguiente se repetía la misma escena.
Así fueron pasando los meses en una bronca permanente, hasta que por fin sucedió lo que ustedes tal vez ya se imaginan: cuando el perro cruzó la avenida, el camión de la basura le atropelló. Muchas veces pienso en ellos y me pregunto si no hubieran podido ser mucho más felices.
Comentarios
"¡Cabró, més que cabró, fill de la gran bagassa, torna ara mateix!"
Ahí va, acabo de enterarme que el bicho bola es un nombre que se da a la cochinilla de la humedad.
Qué porno. (Sonrojo)
Y qué tarde se me ha hecho,
mamina, me voy al lecho.
Las riñas entre viejos matrimonios con papel aprendido son ciertamente curiosas.
No era problema de lengua, el can no hacía caso de nadie, a causa de haber visto el Disney Channel.
Nada de porno, el bicho bola es como un hermano para mi, sería un beso fraternal.
Si que es tarde chica, las 3 y pico.
Estás peor que yo, aunque después aguanté leyendo hasta las 3.
Matrimonios, padres e hijos..
Besitos y gracias!!!!
Besitos!!!!
mi perro ha aprendido a abrir la puerta de la calle y... no, él no se escapa, le abre a todo el que quiera entrar :)
Como le hacemos entender que eso no está bien si el que llama no es de la vamilia?
Un abrazo y espero que no te mporte, te he puesto un link a mi blog :)
Pero tu te mantienes en tu lugar y no la dejas entrar.
Mad,
Si, la libertad, pero el perro es un animal artificial que no puede vivir solo.
Amig@mi@,
Mmm, en este caso el que falló fue el hombre, que no fue capaz de educar al perro.
Un saludo