Toda la verdad sobre cigarras y hormigas
Si bien es cierto que la hormiga pasa el verano amargada por el trabajo, y que la cigarra disfruta cantando y copulando como una loca durante los meses de calor, lo que la fábula nos cuenta del invierno es falso: ambas mueren antes de que acabe septiembre.
Y ya una vez en la sala del perpétuo revivir, la cigarra revive eternamente sus fiestas y la hormiga sus sudores.
Comentarios
Molt bona la foto.
Hace años comencé a escribir una versión sobre cigarra y hormigas que no terminé... Un aspecto, creo que importante, que sí dibujé, fue el de alterar el número de actores, y con sólo añadir una ese. Así, no hablaba de la "desgraciada singular y las dichosas plurales", sino de plurales y plurales. Es que el título de esta fábula es ya de por sí un mensaje maquiavélico, dejando a La Cigarra sola y a las hormigas en masa. El secreto, aquí como en la pizza, está en la masa. Cualquier niño tiende a sumarse al grupo más numeroso, y casi nunca a la individualidad. El secreto de esta patraña (como bien la denomina Albert) está en la masa. No sé por qué, pero pienso que la fábula les salió rana (por seguir con bichos) y somos muchos os niños que vimos en esa individualidad la posibilidad de escapar a los dictámenes de algunos grupos de poder que gustan de pastorear rebaños.
Me quedo con la cigarra, y sin dejar de admirar a las hormigas, pero a las de verdad.
EL PESO MÁS GRANDE.
¿Qué ocurriría si un día o una noche un demonio se deslizara furtivamente en la más solitaria de tus soledades y te dijese: “Esta vida, como tú ahora la vives y la has vivido, deberás vivirla aún otra vez e innumerables veces, y no habrá en ella nunca nada nuevo, sino que cada dolor y cada placer, y cada pensamiento y cada suspiro, y cada cosa indeciblemente pequeña y grande de tu vida deberá retornar a ti, y todas en la misma secuencia y sucesión —y así también esta araña y esta luz de luna entre las ramas y así también este instante y yo mismo. ¡La eterna clepsidra de la existencia se invierte siempre de nuevo y tú con ella, granito del polvo!”
¿No te arrojarías al suelo, rechinando los dientes y maldiciendo al demonio que te ha hablado de esta forma? ¿O quizás has vivido una vez un instante infinito, en que tu respuesta habría sido la siguiente: “Tu eres un dios y jamás oí nada más divino”.
Si ese pensamiento se apoderase de ti, te haría experimentar, tal como eres ahora, una transformación y tal vez te trituraría; la pregunta sobre cualquier cosa: ¿Quieres esto otra vez e innumerables veces más? ¡pesaría sobre tu obrar como el peso más grande! O también, ¿cuánto deberías amarte a ti mismo y a la vida para no desear ya otra cosa que esta última, eterna sanción, este sello?»
Nietzsche, La gaya ciencia
Ha estado usted muy acertado. Efectivamente el amigo Federico con su Eterno Retorno se acercó a la doctrina del Perpetuo Revivir, pero él la trato de justificar en base a una delirante teoria combinatoria, cuando en realidad solamente podemos llegar a la Verdad del Perpertuo Revivir a través de la Fe.
Cuando os poneis "tan profundos" os daría una colleja a cada uno... je, je.
A estas horas mi mente no fluye lo suficiente como para asimilar tanta filosofía...