La cueva inundada y las diapositivas
Suelo llevar una linterna en la bolsa de la cámara y fue una suerte por que ese día de agosto, contra todo pronóstico, pudimos encontrar la cueva al final de la excursión.
Era una cueva de dimensiones modestas, pero misteriosa: tenía sus estalactitas, sus murciélagos colgados del techo y una prometedora laguna inundada. El agua era profunda, muy fría y llena de lo que me pareció que debían ser excrementos de los murciélagos. Por todo ello renuncié a la exploración, que hubiera tenido que ser nadando, y me contenté con hacer una foto.
Que complicadas son estas fotos. Hace casi 20 años, un amigo era un auténtico especialista en el tema y nos dejaba maravillados delante de sus diapositivas de cuevas, cuevas de las de verdad, que requieren material especial, conocimientos técnicos y mucha preparación física y mental para explorarlas.
Recuerdo con gran cariño aquellos pases de diapositivas entre amigos, la oscuridad de la sala, el clack-clack del proyector reflecta y las explicaciones que el autor daba de cada imagen. De allí nació mi interés por la fotografía. Esto hay que repetirlo, pero actualizado, usando un proyector de ordenador, y en una sala abierta a todos los interesados.
Al amigo I.L.
Era una cueva de dimensiones modestas, pero misteriosa: tenía sus estalactitas, sus murciélagos colgados del techo y una prometedora laguna inundada. El agua era profunda, muy fría y llena de lo que me pareció que debían ser excrementos de los murciélagos. Por todo ello renuncié a la exploración, que hubiera tenido que ser nadando, y me contenté con hacer una foto.
Que complicadas son estas fotos. Hace casi 20 años, un amigo era un auténtico especialista en el tema y nos dejaba maravillados delante de sus diapositivas de cuevas, cuevas de las de verdad, que requieren material especial, conocimientos técnicos y mucha preparación física y mental para explorarlas.
Recuerdo con gran cariño aquellos pases de diapositivas entre amigos, la oscuridad de la sala, el clack-clack del proyector reflecta y las explicaciones que el autor daba de cada imagen. De allí nació mi interés por la fotografía. Esto hay que repetirlo, pero actualizado, usando un proyector de ordenador, y en una sala abierta a todos los interesados.
Al amigo I.L.
Comentarios
Yo traeré la tortilla de patatas de gasolinera, (collons que m'he confós de identitat que ja no sé qui soc)
Se lo ruego encarecidamente.
Uno de los lectores usuales del blog conoce muy bien el tema. Yo, por lo poquísimo que se, es una actividad realmente dura.
Canelons, si us plau.
Al único agujero que me atrevo a entrar es al del metro
(Ara el què he confós és la entrada! cagundena!)
Besos
Siempre es agradable rememorar viejos tiempos.
Las cuevas son espejos hostiles, que permiten descubrir y percibir las cosas de otra manera.
Si tuviera veinte años, también me dedicaría a la espeleología, pero no como religión, sino como filosofía.