Una luciérnaga en mi mano
Está en celo, su luz es pura sensualidad, una llamada de amor a un amante misterioso que -tal vez- vendrá a fecundarla en una noche a principios de verano. Pero está absolutamente fría. Ese es el principal enigma: su frialdad. No hay ninguna luz inventada que sea tan eficiente como la luciérnaga, que emite solamente luz visible y no calor. El LED es un juguete prehistórico al lado de este insecto prodigioso. Se mueve lentamente en la palma de mi mano, como en trance. Enseguida la vuelvo a dejar donde la encontré. Ella sigue brillando como si tal cosa. Pero una luz más potente que ella, por ejemplo una linterna, y no digamos una farola, dejará de hacerla brillar. ¿No merecería este insecto maravilloso ser protegido?
Esta noche no me preocupa la nitidez ni la calidad. Tiro con el 50mm 1.8, sin trípode, con la sensibilidad altísima. Si yo alguna vez llegara a ser alcalde, apagaría tres de cada cuatro farolas, apuntaría las otras al suelo, haría un monumento a la luciérnaga y dimitiría. Yo no llegaré a ser alcalde, pero todo esto se hará (excepto el monumento) cuando la electricidad nocturna deje de ser prácticamente gratis. Las centrales nucleares no pueden apagarse de noche y en algo hay que consumir. Así vamos.
Comentarios
Recien llegado de los Pirineos centrales, despues de una buena sesión de nocturnas, me encuentro que en TODAS hay contaminación...J*l*n (perdon) y eso que a simple vista parecia un cielo puesto ahí "por encargo" ;)
Salut!!
Dice mucho de ti y de tu alta sensibilidad ante la vida. De la poética de lo efímero. De la belleza minimalista de un gesto. De la grandeza de lo simple. De la concepción de la naturaleza como un todo donde todos deberíamos convivir en paza con la máxima humildad.
Todo eso y algo más veo en tu foto, un reflejo mágico de tu alma que aún contiene intacta la mirada asombrada del niño que nunca te abandonó.
Recuerdo aquella foto suya "Sobre luciérnagas y estrellas" como una de las mejores que he visto en mucho tiempo...
En la casa de campo, donde vivíamos antes, cada año en estas fechas he visto muchas.
Ahora, en la urbanización con un despilfarro de iluminación no veo ninguno de estos bichitos preciosos y me sabe mal.
Que bien lo pasé viéndolos volar.
Cuando teníamos encendido solamente la luz de un acuario con la puerta de la casa abierta entraron muchos animalitos de estos.
Alguna mañana encontré uno tieso por el suelo. Son bonitos de verdad y despiertan ternura.
Viendo la “lucecita viva” en tu mano me entra añoranza.
Desde luego comparando con la natura somos impotentes en muchos aspectos.
...parece que los bichos se encuentran cómodos y tranquilos en tus manos.
(Una luz 'fría', fantástica)
Besos.
B.T.C.M.
Tenían que vender boinas para farolas en las tiendas de productos ecológicos.
Cuando de conocí y vi tu fotografía de la luciérnaga y las estrellas deseé y sigo deseando volver a ver luciérnagas como cuando era niño, jugando en la calle al anochecer los primeros días del verano hasta que nuestros padres nos llamaban para que subiéramos a casa a dormir.