¿Ustedes pueden ver el rayo verde?
Después de haber perdido las fotos el día anterior, al terminar el trabajo alquilé un coche y salí zumbando otra vez hacia la Laguna Verde. Siempre corriendo, más de lo que se imaginan, llegué a las 5:45 al mismo lugar y todo parecía casi igual que el día anterior, como para demostrarme que en realidad el tiempo si que es cíclico y que todo retorna. La puesta de sol era exactamente a las 6.00.
La puesta de sol fue buena, pero al no haber nubes, no tuvo los tonos rojizos del día anterior. No parecía que el rayo fuera a verse, pero cuando el sol ya casi había desaparecido, recordé que es un fenómeno elusivo y por si acaso tiré muchas fotos en ráfaga, sin ver exactamente que es lo que estaba haciendo. En el último instante, fiel a su fama de esquivo, apareció el rayo verde que yo apenas pude ver pero que mi cámara captó.
Puesto que se supone que solamente pueden ver el rayo verde quienes están verdaderamente enamorados ¿pueden ustedes verlo en esta foto?, me pareció que lo más correcto era mandarle la foto a mi mujer. Su respuesta, a miles de kilómetros de distancia, luchando con el trabajo y los niños mientras yo estaba frikosaleando en otro continente desde hacía ya más de dos semanas fue dura pero reveladora: ¿Enamorados de qué? ¿Del mundo, será?.
En efecto, pensándolo bien tiene toda la razón, para poder ver el rayo verde hay que estar enamorado del mundo. Dice Galen Rowell en uno de sus libros que en cierta ocasión fue a fotografiar un amanecer y le asustó un ruido. Eran unos babuinos que estaban en un árbol. Rowell pensó que le estaban mirando, pero somos egocéntricos los hombres: en realidad los babuinos se quedaron quietos hasta el fin del amanecer. Estaban mirando la escena, igual que Rowell, igual que yo lo he mirado muchas veces.
A veces la naturaleza se manifiesta fuerte y bella como un río y nos conmueve hasta los huesos, puede ser una galaxia que parece pasar entre dos montañas, el nacimiento de una libélula, un amanecer, un quebrantahuesos... pero uno se hace adicto a estas sensaciones y después cuesta mucho entrar de nuevo en el día a día gris que se respira en la ciudad, donde nada tiene un sentido verdadero y no hay transcendencia por ninguna parte.
Esa misma noche, en los acantilados al sur de la Laguna Verde, fotografié la luna cenincienta y la luz zodiacal, eligida para el APOD de la Nasa. Esa habrá sido mi foto más vista hasta el momento.
..pero todavía no termina aquí la historia del Rayo Verde porqué yo no estaba dispuesto a dar las fotos del primer día por perdidas. Por último, agradecerle a Jesús A. que me prestase su teleobjetivo para este viaje y recordar que todavía pueden apuntarse a mi curso de fotografía de naturaleza en ADENC.
La puesta de sol fue buena, pero al no haber nubes, no tuvo los tonos rojizos del día anterior. No parecía que el rayo fuera a verse, pero cuando el sol ya casi había desaparecido, recordé que es un fenómeno elusivo y por si acaso tiré muchas fotos en ráfaga, sin ver exactamente que es lo que estaba haciendo. En el último instante, fiel a su fama de esquivo, apareció el rayo verde que yo apenas pude ver pero que mi cámara captó.
Puesto que se supone que solamente pueden ver el rayo verde quienes están verdaderamente enamorados ¿pueden ustedes verlo en esta foto?, me pareció que lo más correcto era mandarle la foto a mi mujer. Su respuesta, a miles de kilómetros de distancia, luchando con el trabajo y los niños mientras yo estaba frikosaleando en otro continente desde hacía ya más de dos semanas fue dura pero reveladora: ¿Enamorados de qué? ¿Del mundo, será?.
En efecto, pensándolo bien tiene toda la razón, para poder ver el rayo verde hay que estar enamorado del mundo. Dice Galen Rowell en uno de sus libros que en cierta ocasión fue a fotografiar un amanecer y le asustó un ruido. Eran unos babuinos que estaban en un árbol. Rowell pensó que le estaban mirando, pero somos egocéntricos los hombres: en realidad los babuinos se quedaron quietos hasta el fin del amanecer. Estaban mirando la escena, igual que Rowell, igual que yo lo he mirado muchas veces.
A veces la naturaleza se manifiesta fuerte y bella como un río y nos conmueve hasta los huesos, puede ser una galaxia que parece pasar entre dos montañas, el nacimiento de una libélula, un amanecer, un quebrantahuesos... pero uno se hace adicto a estas sensaciones y después cuesta mucho entrar de nuevo en el día a día gris que se respira en la ciudad, donde nada tiene un sentido verdadero y no hay transcendencia por ninguna parte.
Esa misma noche, en los acantilados al sur de la Laguna Verde, fotografié la luna cenincienta y la luz zodiacal, eligida para el APOD de la Nasa. Esa habrá sido mi foto más vista hasta el momento.
..pero todavía no termina aquí la historia del Rayo Verde porqué yo no estaba dispuesto a dar las fotos del primer día por perdidas. Por último, agradecerle a Jesús A. que me prestase su teleobjetivo para este viaje y recordar que todavía pueden apuntarse a mi curso de fotografía de naturaleza en ADENC.
Comentarios
La pregunta tiene conexiones teológicas: cada vez que el domingo oigo o veo la santa misa en la radio o televisión pública me pregunto si es como asistir en persona o si, por el contrario, transmitir la palabra mediante ondas electromagnéticas no será pecado. ¿Las habrán captado criaturas extraterrestres y, estupefactos, guardan silencio?
Es obvio que se parecia en su fotografía el aryo verde asomando por un costado del astro rey, sólo hay que fijarse, aunque no se esté enamorado.
Sin éxito...
JC
Esta situación me recuerda, hasta ahora, a Lo que sucedió a un rey con los burladores que hicieron el paño
Amén.
:)
Un abrazo hoy doble, esta historia me conmovió.
Unos con más o menos cientificidad , otros con más o menos poesía.
A mí me gusta como lo recrea Cortazar, como lo busca Rhomer o como lo explica quien mejor lo explica , el creador de la leyenda , o al menos el que la hace llegar a nuestros días:
"Pero lo que no les dijo fue que precisamente aquel rayo verde se hallaba relacionado con una antigua tradición, cuyo sentido íntimo nunca pudo descifrar hasta entonces ,(...) la cual afirma esto: que dicho rayo tiene la virtud de hacer que quien lo haya visto no pueda jamás equivocarse en cosas de sentimiento; que su aparición destruye espejismos y mentiras , y que todo el que haya tenido la fortuna de observarlo ,ve claramente en su corazón y en el de los demás. "
"Le Rayon Vert" Julio Verne
Le felicito sinceramente por la foto. Eso de las fotos en ráfagas debe ser un buen invento.
Yo lo he visto una vez en la playa del Monsul , en Cabo de Gata , segundos después de aparcar la máquina de fotografiar , por aquello de acabar de disfrutar de la puesta de sol...cachiiisss...
¿O talvez a cada momento?
Incluso he intentado fotografiarlo, también usando la ráfaga de la cámara, pero nada.
Tal vez sea que mi mar es el de Tierra de Campos y no vale como mar.
Un saludo.
Inuits
Recuerdo que Erick Rommer tiene una pelicula que se llama así "el Rayo Verde".
Comparto pensamiento en que las sensaciones que te da la naturaleza enganchan completamente, pero para eso también hay que ser sensible y captarlas. Cuando lo consigues se produce un derroche químico de bienestar en el cuerpo que es parecido a una droga y ya no se puede vivir sin él. ;-)
Saludos señor Agrimensor.
Hace más de veinte años y no se me ha olvidado.
Lea usted más allá de la respuesta de su mujer: si no estuviera enamorada de Manel no tendría tanta paciencia con Frikosal.
Recuerdo la devoción por le rayon vert, que tenía otra bloguera, desconvencida, y las acuarelas de MK, que contaba que lo había visto...
En fin no sé si es real o no, pero me ha encantado verlo, aunque sea virtualmente.
Un abrazo, reincorporado de nuevo a la lectura.
Ha fotografiado usted alguna vez a un perro verde?
Felicidades!
En vivo y en directo, pues no,... aún.
Gracias por la "invitación", nunca he sido un buen alumno. Mejor nos vemos en algo más improvisado. Que tengas mucha suerte.
Van a disfrutar.
JesúsA
No será que solo se produce bajo ciertas condiciones atmosféricas tales como cuando el sol se esconde sobre una superficie muy plana y los últimos rayos quedan muy refractados por la baja atmósfera y así los vemos como un color verdoso.
http://naturalezacantabrica.blogspot.com/2010/08/un-rayo-verde-en-el-cantabrico.html
Gracias por despertarme la curiosidad de nuevo.
un saludo