En busca de los trece Prepucios Venerados
El maldito cine te pisa todos los títulos. Ya no se pueden buscar prepucios perdidos (prepucios de Cristo, se entiende) sin que te venga a la memoria el impostor Dr. Indiana Jones con su látigo, aunque debo reconocer que la escena final de la primera película cuando el Arca queda depositada en un almacén junto con miles de cajas más es muy buena.
Esa escena me ha venido ahora mismo a la memoria y de ahí debo haber pasado a los prepucios perdidos. Yo estaba haciendo limpieza en el despacho, tirando una tras otra las cajas con documentos que en su día fueron tan y tan importantes. Las cosas mías puedo tirarlas, pero sinceramente no se que hacer con las cosas del compañero de despacho que murió. Abrir cada cajón es como entrar una vez más en un mundo que él dejó parado la mañana que se sintió mal y me pidió que le acompañara al médico. Y ya no regresó.
Otoño es un verdadero asco para los melancólicos, aunque haga calor.
Pero vamos al asunto. Los prepucios perdidos existen. Desde que en este modesto cuadernillo se habló de la prepuciología fundamental y de las cuatro clases de prepucios en que se puede dividir el universo, han sido muchos los lectores que se han interesado por el tema. Resumiré: Según la leyenda son trece los Prepucios de Cristo que fueron venerados y uno solo fue el Vero Prepucio. Este último fue robado en Cálcata y lo más probable es que haya desaparecido para siempre.
A diferencia de la del santo Grial, la busqueda de los trece prepucios perdidos es una empresa al alcance de todos, que casi no requiere de actos heroicos y que se puede hacer cómodamente delante del google y como mucho en una biblioteca. Simplemente consiste en encontrar algún objeto que todavía se venere como si fuera un prepucio. Es decir, un Prepucio Venerado. Y después, para los más atrevidos, fotografiarla. Eso ya es más complicado.
Yo no esperaba encontrar ningún prepucio pero el amable lector David Álvarez ya ha encontrado uno. Cosa que me parece muy notable y estoy por hacer una sección de prepucios de los lectores, de la misma manera que el National Geographic tiene el Your Shot para que la gente pueda mandar sus fotos. Salvando las distancias, claro está: yo no vendo perfumes.
Puedo imaginarme a David sacando la cámara a hurtadillas y fotografiando sin flash el relicario. ¿Lo ven como es más importante el ISO elevado que los megapixels? No solo esto si no que nos manda una lista completa de reliquias, en facsimil y transcrita. Adjunto un fragmento: "... a saber: el Viernes de la Semana Santa, en la fiesta de la Exaltación de la Cruz a catorce de Setiembre, el día de S. Mateo Apóstol --- mañana y tarde, mucha parte de la verdadera Cruz de Nuestro Redentor, ocho espinas de su Corona Sagrada, un pedazo de la ¿caña? que los judíos pusieron a Cristo por burla: de su túnica: de su ----------, de los pañales en que estuvo envuelto en el pesebre, del pan de la última cena, del maná que llovió Dios a los hijos de Israel, una imagen de Cristo Crucificado de las tres que hizo a su semejanza Nicodemus, un pedazo grande de pellejo de S. Barlolome Apóstol, la casulla que dio la Soberana Reina de los Cielos a San Ildefonso arzobispo de Toledo, de la leche de la misma Madre de Dios y de sus preciosos cabellos y vestiduras, uno de los treinta dineros por los que Jesucristo nuestro bien fue vendido por Judas. Hallaron también una redoma con sangre derramada por el costado de una imagen que los cristianos habían hecho a semejanza de Cristo, a la cual los....". Y mucho más.
La caja reposa en algún rincón de una cierta catedral, junto con las demás reliquias y no puede visitarse ni tan solo acompañado del personal del museo. Los que han visto la caja de cerca aseguran que en su interior no se ve más que un polvillo negro, el residuo incorrupto de lo que fue un Prepucio Venerado. Todo esta escena parece obra de mi admirado Joan Fontcuberta, pero es cierto.
Y a todo esto no nos quedan ya más que doce Prepucios Venerados por descubrir. Esta entrada quería ser épica pero creo que me ha salido un poco melancólica. Es el otoño, una vez más.
Esa escena me ha venido ahora mismo a la memoria y de ahí debo haber pasado a los prepucios perdidos. Yo estaba haciendo limpieza en el despacho, tirando una tras otra las cajas con documentos que en su día fueron tan y tan importantes. Las cosas mías puedo tirarlas, pero sinceramente no se que hacer con las cosas del compañero de despacho que murió. Abrir cada cajón es como entrar una vez más en un mundo que él dejó parado la mañana que se sintió mal y me pidió que le acompañara al médico. Y ya no regresó.
Otoño es un verdadero asco para los melancólicos, aunque haga calor.
Pero vamos al asunto. Los prepucios perdidos existen. Desde que en este modesto cuadernillo se habló de la prepuciología fundamental y de las cuatro clases de prepucios en que se puede dividir el universo, han sido muchos los lectores que se han interesado por el tema. Resumiré: Según la leyenda son trece los Prepucios de Cristo que fueron venerados y uno solo fue el Vero Prepucio. Este último fue robado en Cálcata y lo más probable es que haya desaparecido para siempre.
A diferencia de la del santo Grial, la busqueda de los trece prepucios perdidos es una empresa al alcance de todos, que casi no requiere de actos heroicos y que se puede hacer cómodamente delante del google y como mucho en una biblioteca. Simplemente consiste en encontrar algún objeto que todavía se venere como si fuera un prepucio. Es decir, un Prepucio Venerado. Y después, para los más atrevidos, fotografiarla. Eso ya es más complicado.
Yo no esperaba encontrar ningún prepucio pero el amable lector David Álvarez ya ha encontrado uno. Cosa que me parece muy notable y estoy por hacer una sección de prepucios de los lectores, de la misma manera que el National Geographic tiene el Your Shot para que la gente pueda mandar sus fotos. Salvando las distancias, claro está: yo no vendo perfumes.
Puedo imaginarme a David sacando la cámara a hurtadillas y fotografiando sin flash el relicario. ¿Lo ven como es más importante el ISO elevado que los megapixels? No solo esto si no que nos manda una lista completa de reliquias, en facsimil y transcrita. Adjunto un fragmento: "... a saber: el Viernes de la Semana Santa, en la fiesta de la Exaltación de la Cruz a catorce de Setiembre, el día de S. Mateo Apóstol --- mañana y tarde, mucha parte de la verdadera Cruz de Nuestro Redentor, ocho espinas de su Corona Sagrada, un pedazo de la ¿caña? que los judíos pusieron a Cristo por burla: de su túnica: de su ----------, de los pañales en que estuvo envuelto en el pesebre, del pan de la última cena, del maná que llovió Dios a los hijos de Israel, una imagen de Cristo Crucificado de las tres que hizo a su semejanza Nicodemus, un pedazo grande de pellejo de S. Barlolome Apóstol, la casulla que dio la Soberana Reina de los Cielos a San Ildefonso arzobispo de Toledo, de la leche de la misma Madre de Dios y de sus preciosos cabellos y vestiduras, uno de los treinta dineros por los que Jesucristo nuestro bien fue vendido por Judas. Hallaron también una redoma con sangre derramada por el costado de una imagen que los cristianos habían hecho a semejanza de Cristo, a la cual los....". Y mucho más.
La caja reposa en algún rincón de una cierta catedral, junto con las demás reliquias y no puede visitarse ni tan solo acompañado del personal del museo. Los que han visto la caja de cerca aseguran que en su interior no se ve más que un polvillo negro, el residuo incorrupto de lo que fue un Prepucio Venerado. Todo esta escena parece obra de mi admirado Joan Fontcuberta, pero es cierto.
Y a todo esto no nos quedan ya más que doce Prepucios Venerados por descubrir. Esta entrada quería ser épica pero creo que me ha salido un poco melancólica. Es el otoño, una vez más.
Comentarios
Continúo leyendo que me ha dejado pasmado.
Podríamos montar un negocio de venta de reliquias falsificadas. Ganaríamos dinero que eso siempre anima y es mejor que robar.
http://cierzo.blogia.com/2004/septiembre.php
A mí lo que más me sorprende, con lo pudorosa y condenativa que ha sido siempre la Iglesia con los asuntos carnales, es que al prepucio le dé por materialiarse en la boca de unas señoras, por muy santas que sean. A mí me parece de todo punto inadecuado.
Digo yo. Y si no es así, cuente, cuente, que lo sabrá mejor que nadie.
Qué demoníaco es usted.
Ahora que está usted en facebook puede buscar porque seguro que hay alguna cofradia prepucial, no me extrañaría nada.
Respecto a la eyaculación helada de Satanás, como la tengo que interpretar(ya que dispongo de cierta incultura de colegio religioso) como aquellos que cumplen el acto carnal sin producir a la MUJER un verdadero goce, o bien, como una fuerte eyaculación seminal que la mujer experimenta como si penetrase en su interior una violenta corriente de aire helado.
El diablo es (por lo que dicen los entendidos) un amante extraordinariamente competente, pero su fluido seminal tiene la densidad del mercurio y la temperatura del hielo.
"Roding, en el libro que escribió sobre los hechiceros, dedicado a Cristóbal de Thou, primer presidente del Parlamento de París, refiere que Juana Hervilior, natural de Berbería, fue condenada por dicho Parlamento a ser quemada viva por prostituir su hijo al diablo, que era un hombre alto y negro, y cuyo semen estaba helado. Esta circunstancia parece opuesta a la naturaleza del diablo, pero nuestra jurisprudencia opinó siempre que la esperma del diablo es fría, y el número prodigioso de hechiceras que hizo quemar durante mucho tiempo estaba convencido de esa verdad."
Del diccionario filosófico de Voltaire.
Oye qué gusto con David, lo mismo te fotografía un rebeco que un prepucio. ;-)
Un placer leerte en esta cruzada, tanto como en las otras.