El mandala azul, a la hora en que mueren las ultimas estrellas
A veces veo fotos que ha hecho otra persona y desearía con toda mi alma haberlas hecho yo. Sin embargo, en esta foto me sucede lo contrario. Me gusta tanto que casi preferiría que la hubiera hecho otro y de este modo podría comentarla sin cometer lo que seguramente va a ser una inmodestia terrible, que espero sabrán disculpar.
En algunos paisajes astrónomicos quiero que se vean las estrellas, la Vía Láctea, transmitir hasta que punto el cielo estrellado era imponente. Esto me obliga a una cierta tensión, que se nota en la imagen final. Sin embargo, en esta foto apenas se ven estrellas y no hay tensión alguna. Se ve Venus, Antares, el cisne y poca cosa más (pero si se aumenta el contraste allí están el delfín, la flecha, una parte de Cepheus etc). Está tomada a la hora en que los ojos ya empiezan a percibir el color azul del cielo. Es un azul intenso, oceánico, que cubre el cielo entero excepto por donde saldrá el sol. Las estrellas, cuando van a morir, es cuando más bellas me parecen.
Es un archivo enorme, al ser una panorámica que cubre unos 180 grados en horizontal. Me gusta verla en la pantalla, a plena resolución, y moverme de un punto a otro. Explorar la escarcha, esa niebla, el roble, las luces verdes del pueblo, visitar al Escorpión. Me relaja enormemente, y por eso digo lo del mandala. Debo confesarles que he pasado horas mirándola.
Pero el momento de hacerla no fue relajante. Llegué unos minutos demasiado tarde. No pude elegir de forma consciente el mejor lugar, y de noche todo es complicado, apenas se ve, la tendinitis me hace más torpe, voy con un bastón, cargado como un burro... pero los ojos si que perciben algo especial, una especie de ardor... algo difícil de explicar. Recurro a un ejemplo: hace años, haciendo submarinismo, al entrar en una cueva y ver la luz del sol que se filtraba a través del mar se me cayó el regulador de la boca y tuve que buscarlo para poder seguir respirando. Lo que hubiera dado por tener una cámara... esta es la sensación necesaria para que salgan los paisajes. Si no, más vale no hacer fotos.
Como decía, no era este el punto previsto para hacer la foto pero -como en las historias de las imágenes religiosas que se niegan a moverse- tuve que quedarme exactamente allí. Unos segundos más tarde y el azul ya no hubiera sido oceánico. Es el destino quien hace las fotos en la naturaleza, nosotros las planteamos, pero en algunas ocasiones hay algo mágico que termina de elegir por nosotros, y lo hace mucho mejor de lo que hubiéramos podido hacerlo. Ahora bien, la angustia de ver que se puede perder una escena que difícilmente se podrá repetir es tremenda. Me quité los guantes para poder montar el trípode más deprisa, lo ajusté y empecé la secuencia de tomas. Ese fue el principio de una especie de trance que duró casi dos horas en las que no pude parar de hacer fotos. El termómetro ya marcaba cinco grados bajo cero al salir de casa, siendo noche cerrada, y es bien sabido que el momento anterior a la salida del sol es especialmente gélido (de eso justamente se lamenta Odiseo al llegar naufrago al país de los Feacios). Llegué a casa muerto, suspirando por un café, y pensando que la toma se habría perdido, como tantas veces ocurre. Solamente al atardecer me atreví a descargarla en el ordenador.
Cada noche que salgo a hacer fotos pienso que no me volverán a salir bien, que todo ha sido el azar, que será irrepetible .. pero sin embargo, el milagro -a veces- se sigue repitiendo. Esta la voy a imprimir, exageradamente grande, y la colgaré en el dormitorio para mirarla largamente cuando esté asqueado de todo.
Comentarios
Muy buena idea.
Sigues feliç que tu vales molt.
Celesti...
Una foto magnífica, no m'estranya la satisfacció que experimenta en recrear-s'hi.
Es una referència important el "moonrise", i com ho explica al seu llibre del "making of..", la forma com va haver de posar la exposició a ull completament, sense cap instrument, en una foto molt complexa. I que no va poder repetir-la per que va canviar la llum.
Es una situació semblant, malgrat la tecnologia digital: els fotòmetres no funcionen be amb tant poca llum i les panoràmiques són molt difícils, no hi ha cap marge d'error, i alguna vegada sembla que els sants es posen de cara, com per compensar tantes putades que ens fa la vida per altres bandes. Aleshores les coses surten clavades, com per una intuició extranya.
Enhorabuena (etimológicamente tambien) :)
...un mandala vivo,... :)
Sé por experiencia lo que son horas, días y meses, paseando la miranda por el simple contorno de unas flores,...
...por su contorno, y su grado de calor y color.
Esta entrada es fantástica Manel,
...muchas gracias.
Besos.
B.D.C.M.
Amigo Manel, no puedo entender que tengas que esconder tus convicciones espirituales, detrás de un aparente ateísmo, Espero que solo sea como el mio, "Ateísmo de todas las religiones organizadas"
Tu, yo y muchos más, somos profundamente espirituales, sin tener que pertenecer a ninguna religión organizada o creencia específica.
¿pongo en marcha la impresora? ¡tengo mucha tinta azul! Fiera que eres un fiera, jajajaja
Ahora bien, siendo buena su foto, me quedo con la descripción, más en concreto, con el tono de la misma, que yo diría, si se me permite el cultismo, homérico.
Que maravilla de ambiente este momento azul que has retenido.
Te esta premiando el esfuerzo que haces.
Puedes estar orgulloso por tus resultados.
El amor y el entusiasmo que sientes por la naturaleza se perciben en lo que nos muestras.
Estoy muy contenta, porque este invierno no pareces tan triste.
Un abrazo
Esa es la buena hora:
la buscamos nosotros
pero viene ella sola...
Yo también la ampliaría bien grande. Un saludo,
Ramón
Es un placer volver a casa con capturas de este calibre.
Saluts!!!
Hay una sensación de paños de auroras en movimiento?...
Es duda o idealización, depende.
O es simplemente una nube vertical o un efecto atmosférico más...
Breves
b:Deíca-r d:D´