Luces nuevas, luces viejas
La noche del 24 de diciembre es costumbre subir a una montaña que queda cerca de la ciudad-dormitorio para celebrar la misa del gallo. Este año, a pesar de que la temperatura era de unos tres grados bajo cero, y de que hay que subir unos 400 metros de desnivel andando, a las 10 de la noche empezaron a llegar los primeros feligreses. Algunos de ellos se refugiaron dentro de la iglesia románica para cenar algo esperando hasta que a las 12 de la noche empezara la misa. Muchas de estas personas son por lo menos tan ateas como yo, si no más, pero esta misa es una tradición tan montañera como religiosa. Los jóvenes, a la izquierda, llevan frontales con luces led, que son blancas, y los mayores prefieren seguir iluminando con velas. Unos y otros charlaban animadamente y compartían la comida entre risas. Risas alegres pero casi silenciosas, como para no perturbar el ambiente sacro del lugar.
Si os fijáis, en esta foto cada luz tiene su color: las velas son rojas y los led blancos. A veces hay que dejar que cada luz nos hable mostrando su color, como enseña Tino Soriano en sus charlas y como el otro día explicó Jordi Busqué en el encuentro del IEC. Otras veces, hay que corregirlas como explicó Siqui con una foto de un quirófano. Claro, cada cosa tiene su contexto y su motivo, cada uno tiene que encontrar su lenguaje.
Volvamos a la misa del gallo. A pesar de no tener fe debemos ser fieles, dice André Compte-Sponville, fieles a nuestra milenaria cultura y a nuestras tradiciones, para salvarnos del nihilismo y de la barbarie. No lo sé. Yo tiré un par de fotos, me comí unas almendras y, para ser fiel a mis propias tradiciones, salí al exterior a fotografiar estrellas. No tuve paciencia para esperarme hasta las 12, aunque me hubiera gustado fotografiar la iglesia llena.
Y ya de bajada me crucé con el sacerdote, de quien después un amigo habló muy bien. Era un hombre de edad avanzada al que le suponía un esfuerzo evidente superar el desnivel. Tal vez el próximo 24 de diciembre subamos con los niños.
Pero ahora ya son las dos de la madrugada. El fin de semana ha sido muy interesante, lo hemos pasado muy bien en el taller de Paisaje Astronómico y acabo de enviar unas fotos a una revista. La cabeza me hierve de ideas, ya les iré contando. Les dejo la entrada programada para mañana a las 8. Buenos días y sean felices, en la medida de lo posible.
Si os fijáis, en esta foto cada luz tiene su color: las velas son rojas y los led blancos. A veces hay que dejar que cada luz nos hable mostrando su color, como enseña Tino Soriano en sus charlas y como el otro día explicó Jordi Busqué en el encuentro del IEC. Otras veces, hay que corregirlas como explicó Siqui con una foto de un quirófano. Claro, cada cosa tiene su contexto y su motivo, cada uno tiene que encontrar su lenguaje.
Volvamos a la misa del gallo. A pesar de no tener fe debemos ser fieles, dice André Compte-Sponville, fieles a nuestra milenaria cultura y a nuestras tradiciones, para salvarnos del nihilismo y de la barbarie. No lo sé. Yo tiré un par de fotos, me comí unas almendras y, para ser fiel a mis propias tradiciones, salí al exterior a fotografiar estrellas. No tuve paciencia para esperarme hasta las 12, aunque me hubiera gustado fotografiar la iglesia llena.
Y ya de bajada me crucé con el sacerdote, de quien después un amigo habló muy bien. Era un hombre de edad avanzada al que le suponía un esfuerzo evidente superar el desnivel. Tal vez el próximo 24 de diciembre subamos con los niños.
Pero ahora ya son las dos de la madrugada. El fin de semana ha sido muy interesante, lo hemos pasado muy bien en el taller de Paisaje Astronómico y acabo de enviar unas fotos a una revista. La cabeza me hierve de ideas, ya les iré contando. Les dejo la entrada programada para mañana a las 8. Buenos días y sean felices, en la medida de lo posible.
Comentarios
Qué sitio tan bonito! ;)
un abrazo
Beso.
En verdad, en verdad, te digo, que con éste deseo ya tienes ganado el cielo.
Buenos días.
:-)
Luego, como bien comentas, que cada uno encuentre su camino.
El taller fue muy interesante e intenso. Necesité dedicar un tiempo en casa para procesar todo lo que nos enseñasteis (hasta a las 2 de la madrugada, estuve!)
Ahora me siento mas cerca de las enseñanzas de san Llibori. Aunque cada vez me doy cuenta que solo se que no se nada, como dijo alguien.
Creo que ahora mismo me voy a comprar unos carretes de diapositiva para andar un rato por el camino de santa Jennifer del Puigsec.
Una abraçada
Hay que tener presente que Compte-Sponville (que rabia me dan los apellidos dobles con un guión) es francés. Allí sucedieron una serie de cosas, la historia avanzó. Ahora estará retrocediendo tal vez, pero avanzó. Aquí es muy diferente todo.
Cuantas horas ? Es como lo de bañarse después de la paella ?
Por cierto, a ver que día vamos a comernos una paella en aquel bar que usted me enseñó.
Va ser un honor poder-lo conèixer !
Estoy por cierto desbordado de trabajo y de puñetas, no se si podré venir esta noche.
Un saludo