Los tasadores y una disculpa
Hace algún tiempo comparé a los tasadores con los empleados de pompas fúnebres y les llamé "tristones". Esto ha molestado a un tasador y yo he reflexionado profundamente. Debo pedir disculpas.
El país está al borde de la quiebra, se está recortando de forma drástica el gasto en sanidad y en educación. Quien más quien menos, todo el mundo está pasándolo mal o muy mal. Esto ya debe estar disminuyendo la esperanza de vida, nos hará más pobres y más ignorantes. Y se debe principalmente a la enorme aceleración de los precios de la propiedad inmobiliaria. Al parecer, la deuda del Estado no es especialmente elevada, pero si que lo es la de los bancos. Si los bancos tienen problemas, al parecer el Estado deberá (¡deberemos!) socorrerles. De modo que sobre todo el país planea el fantasma de la bancarrota. Ese es un fantasma malo, una profecía autocumplida, que encarece los créditos y nos deja en manos de los especuladores. Y la culpa es, repito, de los bancos y de su alocada política de prestamos hipotecarios.
Aquí se formó una cadena perfectamente engrasada, una maquinaria política, financiera y humana destinada a que subieran los precios lo más posible. Los ayuntamientos y su afán de cobrar licencias de obra y recalificar a diestro y siniestro. Las desgravaciones de impuestos que incentivaban la compra sucesiva de viviendas en propiedad cada vez más caras. La falta de una ley que favoreciera el alquiler. Los notarios que veían, según se dice, pasar enormes cantidades de dinero de mano a mano. El Gobierno que solamente tenía ojos para las buenas cifras de PIB y de empleo... como si fuera posible ir construyendo más y más, indefinidamente. Los bancos que daban créditos a todo el mundo. Y también, los tasadores que atribuyeron valores cada vez más elevados para que la banca pudiera prestar más y más dinero, dinero que ellos por su parte pedían al exterior.
Todo esto ha provocado que mucha gente, pese a quedarse en la calle sin piso, tenga una deuda que no va a poder pagar en su vida. El precio de mercado es inferior al valor de tasación, muy inferior. Esto les ha convertido en algo parecido a esclavos. Y claro está, la gente que fue imprudente y pidió más dinero de la cuenta. También tienen su parte de culpa. ¿Debemos apedrearles? No: ellos ya lo han pagado y bien caro, cada día hay más desahucios.
Con solo uno de estos eslabones de la cadena que hubiera fallado, si alguien hubiera hecho bien su función, la aceleración hubiera sido menor y ahora no estaríamos tan mal.
De modo que, después de haber reflexionado, creo que efectivamente debo pedir disculpas. Pido disculpas a los empleados de pomas fúnebres, que hacen su trabajo (supongo) lo mejor que pueden, que no han contribuido para nada a todo esto, y que no merecen que se les compare con nadie de forma gratuita y arbitraria como si su profesión fuera un insulto. Lo siento, de verdad.
Lo de tristones tampoco fue correcto, pero no me parece tan grave. Más tristeza veo yo en la cara de la gente que va de contenedor en contenedor sacando basura para poder comer.
El país está al borde de la quiebra, se está recortando de forma drástica el gasto en sanidad y en educación. Quien más quien menos, todo el mundo está pasándolo mal o muy mal. Esto ya debe estar disminuyendo la esperanza de vida, nos hará más pobres y más ignorantes. Y se debe principalmente a la enorme aceleración de los precios de la propiedad inmobiliaria. Al parecer, la deuda del Estado no es especialmente elevada, pero si que lo es la de los bancos. Si los bancos tienen problemas, al parecer el Estado deberá (¡deberemos!) socorrerles. De modo que sobre todo el país planea el fantasma de la bancarrota. Ese es un fantasma malo, una profecía autocumplida, que encarece los créditos y nos deja en manos de los especuladores. Y la culpa es, repito, de los bancos y de su alocada política de prestamos hipotecarios.
Aquí se formó una cadena perfectamente engrasada, una maquinaria política, financiera y humana destinada a que subieran los precios lo más posible. Los ayuntamientos y su afán de cobrar licencias de obra y recalificar a diestro y siniestro. Las desgravaciones de impuestos que incentivaban la compra sucesiva de viviendas en propiedad cada vez más caras. La falta de una ley que favoreciera el alquiler. Los notarios que veían, según se dice, pasar enormes cantidades de dinero de mano a mano. El Gobierno que solamente tenía ojos para las buenas cifras de PIB y de empleo... como si fuera posible ir construyendo más y más, indefinidamente. Los bancos que daban créditos a todo el mundo. Y también, los tasadores que atribuyeron valores cada vez más elevados para que la banca pudiera prestar más y más dinero, dinero que ellos por su parte pedían al exterior.
Todo esto ha provocado que mucha gente, pese a quedarse en la calle sin piso, tenga una deuda que no va a poder pagar en su vida. El precio de mercado es inferior al valor de tasación, muy inferior. Esto les ha convertido en algo parecido a esclavos. Y claro está, la gente que fue imprudente y pidió más dinero de la cuenta. También tienen su parte de culpa. ¿Debemos apedrearles? No: ellos ya lo han pagado y bien caro, cada día hay más desahucios.
Con solo uno de estos eslabones de la cadena que hubiera fallado, si alguien hubiera hecho bien su función, la aceleración hubiera sido menor y ahora no estaríamos tan mal.
De modo que, después de haber reflexionado, creo que efectivamente debo pedir disculpas. Pido disculpas a los empleados de pomas fúnebres, que hacen su trabajo (supongo) lo mejor que pueden, que no han contribuido para nada a todo esto, y que no merecen que se les compare con nadie de forma gratuita y arbitraria como si su profesión fuera un insulto. Lo siento, de verdad.
Lo de tristones tampoco fue correcto, pero no me parece tan grave. Más tristeza veo yo en la cara de la gente que va de contenedor en contenedor sacando basura para poder comer.
Comentarios
Un tasador ha escrito en este medio y creo que se le debería de valorar y agradecer, nadie tiene porque convencerse, pero cuantos más puntos de vista más posibilidad de entender tendremos, y todo esto es demasiado complicado para ser comprendido y sacar una sola conclusión que nos sea útil para tomar decisiones en busca de alguna solución , yo al menos cada vez me siento más incapaz, y en mi día a día me encuentro con gente honesta que sólo quiere hacer su trabajo, sea el que sea, honradamente y otros que sólo quieren cambiar de coche cuanto antes mejor, hagan lo que hagan.
Por eso me gustaría agradecerte tanto a ti como a aquel tasador que se decidió a escribir aqui mismo por ayudarme con vuestras opiniones y palabras a entender un poco más todo esto que no hay quien lo entienda.
Personalmente soy muy pesimista ( a lo mejor es que miro más adelante) y creo que NO HAY SALIDA,(por lo menos lo que hemos entendido otras veces por salida).
Le recomiendo la apasionante lectura de http://www.crisisenergetica.org/ficheros/El_Caleidoscopio-El_ultimo_ciclo_economico-David_Ripoll_Acerete.pdf y verá porque no soy optimista.
Un cordial saludo
j
por cierto, algún día le contaré una anécdota fotográfica sobre un contenedor y alguien revolviéndolo que seguro le hará sonreír (me parece que como están las cosas, a usted y a todos nos hace falta) y que hizo reír a carcajadas al pobre hombre que revolvía las basuras!
Creo que ha habido una falta de sentido común generalizada.
Es de manual que uno no puede embarcarse en una letra que suponga más del 25 % de los ingresos familiares.
Otra norma de sentido común es la de diponer ahorrado del 10 % del importe de la hipoteca para gastos de notario y de otro 10 % porque quedando una hipoteca del 80-90 % una tasación real haría posible una hipoteca sensata.
Si no seguimos esta norma nos hallaremos ante la necesidad perentoria de una sobretasación. Y es aquí donde la llega la trampa mortal con los siguientes culpables:
1. El comprador no debería haber ido a solicitar la hipoteca si no cumplí las normas de sentido común.
2. El banquero no debería haber iniciado un proceso que el sentido común desaconseja y que obliga un fraude en la tasación.
3. El tasador no debería realizar una tasación fraudulenta.
Y me he olvidado otra norma de sentido común antes de solicitar una hipoteca deberíamos tener ahorrado al menos un año y medio de cuota para cubrir imprevistos.
Al exponer este caso a más de un ciudadano la respuesta siempre ha sido la misma: yo nunca reuniré esas condiciones! NO tengo derecho a poseer un piso?
Pues, no. El que no puede comprar un piso debe vivir de alquiler. Y no pasa nada...
Así que yo ,la verdad, siendo objetivo, propongo esa triple culpabilidad poniendo más énfasis en el banquero que en el tasador.
Porque las viviendas no las sobrevalora el tasador sino el mercado. El tasador sobrevalora el valor estimado de la vivienda pero la vivienda ya estaba previamente sobrevalorada por los especuladores.
Primer culpable, los de siempre: los especuladores. Los que ahora estan comprando oro, sí las joyas de la abuelas y el anillo de la boda...
Que mundo tan cabrón!
...pero meterse en economia es mucho mas que escribir una entrada en un blog, por muy popular que sea, ya que hay gente que leera y se creera todo lo aquí escrito y deberia dejar muy calro que este post es "solo su opinión" y siempre desde fuera del sistema.
Por suerte o desgracia yo puedo opinar desde dentro del "sistema" y veo que el verdadero culpable ha hecho bien los deberes, disimulando y desviando la mirada hacia otros derroteros.
No negaré que el sector financiero, los tasadores, los notarios y demas se han enriquecido a costa de la gran masa, pero como bien dijo el tadador gris, a nadie se le puso la pistola en el pecho para firmar...he oido cientos de veces a gente presionando al pobre visitador de la tasadora para que su piso "valiera mas...", alegando que sinó no se podrian comprar el Tuareg o el Cayanne...
Decia que el verdadero culpable ha acertado plenamenta la estrategia y a tirado la piedra y escondido la mano...SI Dr. ha acertado Vd, me refiero al gobierno!!!
Ese mismo gobierno que en una reunión de alto nivel dijo: "Hemos encontrado la solución a la crisis, la vamos a prohibir!!!"
Quien tiene la culpa de que entidades financieras "quebradas" continuen con las puertas abiertas hoy en dia???... El Gobierno!
Y el trasfondo de todo esto son los suculentos impuestos que han lucrado a esa clase politica, a costa de los ilusos "mortales" (entre los que me incluyo) que tienen problemas para llegar a final de mes, por culpa de un mal dia en que firmaron su sentencia...digo...hipoteca!
Una abraçada!
Los mercados manejan los gobiernos. Ergo, sí el gobierno es culpable por pusilanimidad o incluso complicidad ante los mercados.
Pero bueno, un poquito de "seny" ( palabra catalana que significa"sentido común y prudencia" para los castellanoparlantes que lean esta respuesta)no habría estado de más. Por parte de todos.
Claro que es mi opinión, naturalmente, y aquí cada uno puede decir lo que piensa siempre que sea correctamente.
Vamos por partes:
-En las estafas la víctima actúa movida por la codicia, pero estafas son estafas. A nadie se le puso la pistola en el pecho, claro que no. Algunas personas quisieron comprarse el Porsche, y seguramente presionarían para que se tasara al alza. Desde luego, pero ahora ya están durmiendo debajo de un puente. Y ellos son las víctimas. ¿Si ahora yo presiono para que se valore mi piso al alza, me harán caso? No.
-El Tasador tampoco es obviamente el principal culpable, no es más que un peón. Pero tampoco le obligaba nadie a hacer ese trabajo. Si en conciencia pensaba que no debía de acelerar los precios, hubiera podido hacer otra cosa ¿no?. Yo nunca he sido tasador, ni he tenido un Cayenne.
-El gobierno es culpable por omisión. Yo creo que hace ya mucho tiempo que en lo esencial no gobierna. Seguramente habría que mirar a quien financia a los partidos políticos para ver quien se interesó para que hubiera leyes que favorecieran los créditos hipotecarios, los planes de pensiones privados, que con el retorno del inmueble no quedara saldado el crédito, etc.
-Yo, y toda la gente de mi edad, pensaba que los señores banqueros eran muy serios y que no concedían créditos si la gente no podía pagarlos. Y de hecho, así fue hasta (más o menos) el 2000 ¿me equivoco?. Después alguien dio la señal de barra libre. Debieron pensar "es evidente que esto va a reventar y pero seremos too big to fail", el Estado nos sacará las castañas del fuego.
-Y así ha sido, pero para poder sacar las castañas del fuego a la banca, ahora están cerrando plantas de hospitales, entre muchas otras cosas.
Conclusión: Sea quien sea que se encargue de la banca, terminará robando de donde pueda.
Otra cosa es cómo salimos de esta. Porque formando parte del sistema es bien dificil, al fin y al cabo tenemos que comer cada día. La clave está en la educación y el consenso mundial. Pero estamos hablando de 20 años como mínimo para conseguirlo. Demasiados años para un político. Sólo depende de cada uno de nosotros, de plantearnos las consecuencias de cada pequeño acto que hagamos, si estamos colaborando en esta vorágine. No es fácil, desde luego.
http://consensus.nova.cat/es/node/1478