Los murciélagos y yo
Debo reconocer que al principio los murciélagos me daban asco (¿o era miedo?). En realidad la casa es suya, nosotros solamente la usamos a veces. Cuando están parados son incluso bonitos, pero si al abrir un viejo armario sale una docena volando atolondrados, resultan desagradables. No saben encontrar la salida y, descarados, se acercan a pocos centímetros de mi cara para explorarme con sus ultrasonidos.
Poco a poco me voy acostumbrando a ellos. Si algo les da miedo, lo mejor es hacerle una foto.
(Esta toma es una reposición de algo que subí hace años. La entrada de mañana es un estriptís integral en el que muestro el como se hizo de la foto del baile de los peces en Rapa Nui, con todas las tomas en una hoja de contactos y el proceso hasta llegar a la imagen final, con el software Nikon y con Lightroom. Ahora, a dormir.)
Comentarios
:-)
Buenos días.
Pues claro, es lo mejor para la columna.
Ninguna relación, solo que me he propuesto subir una entrada casi a diario pero no he podido terminar la del estriptís de los peces y entonces he repescado unos murciélagos.
:-)
Al diminuto, cuando se llamaba de otra manera, le recuerdo yo una foto de un murciélago indecente.
No sé qué va a ser de mi cuando me pillen los Jíbaros.
¿Has pagado la cuota de las Escuelas Ernestinas?
;-)
Cuando éramos pequeños, mi abuelo tiraba la boina al aire y de manera incomprensible los murciélagos se ponían debajo y quedaban atrapados, lo hacía por el gusto de vernos entusiasmados, estudiando esas ratas con alas, (Luego los soltábamos) pero si alguno desorientado quedaba en el suelo durante el día, era una fiesta, cogíamos moscas y se las dábamos de comer, el pobre acababa hinchado hasta que lo soltábamos por la noche. Los murciélagos son suaves como el terciopelo y tienen una estructura ósea fascinante.
Un beso
(Su post consiguió que recordara momentos felices de cuando era pequeña)
Abrazos
Estas palabras de Ángeles me parecen imprescindibles, y me hacen pensar en que no solo de osos de peluche duermen los niños
Estupenda evocación