La desbandada

Las avefrías y las gaviotas se marcharon volando pero los edificios se quedaron posados y así van a estar por lo menos cien años más.

Comentarios

Pantagruel ha dicho que…
A mí también me gustan los edificios.
frikosal ha dicho que…
A mi me gustaría verlos alzar el vuelo y posarse suavemente en otro planeta, pero claro, ya comprendo que no puede ser.
Paco Becerro ha dicho que…
jeje.

A mi me gustaría verlos volar también.
Jesús-A ha dicho que…
A mi también me gustaría que volaran casi todos, menos el que me acoge, sobre todo los que nos muestras que siempre me joden el fondo.
Hoy estoy frívolo.
Venga va, una más rebuscada: Ese paisaje urbanístico es sólo el detritus que genera el que puedan conseguir una masía aislada en l'Empordà de los que deberían salir volando.
Y más en serio: Las montañas deberían ser sagradas.
frikosal ha dicho que…
Construcción es destrucción. Todos los edificios fuera menos los que nos cobijan, claro está. Es como lo del chiste de repartir los coches, las motos.. pero no las bicicletas.

Ahora ya más en serio, yo creo que algo si que se hubiera podido dejar sin hurbanizar (y lo escribo con h para que quede más feo), pero la economía de este país ha funcionado con ladrillos desde hace por lo menos 30 años.
Belnu ha dicho que…
Me encanta esta foto! Qué ambiente tan interesante... En cuanto a los edificios, en este país no está claro, los tiran todos, siempre que sean bonitos y antiguos...
frikosal ha dicho que…
A mi ya han llegado a molestarme casi todos, donde yo vivo no hay prácticamente nada antiguo ni bonito.
soy amarillo y azul ha dicho que…
Por algún motivo este post me ha recordado una pintada que vi un día en la universidad. Decía así:

"Si los tontos volaran no se vería el sol"

Debajo alguien había escrito:

"Sí, los tontos lo veríamos y además volaríamos"


(Eres un fotógrafo estupendo, Frikosal)
Joselu ha dicho que…
El otro día vi el pabellón Mies Van der Rohe de estilo funcional y pragmático. Pureza de líneas y rectilíneo frente a las curvas del estilo antiguo. Sin embargo, qué descendencia más detestable ha dejando en la arquitectura moderna. ¡Qué hermosos son los cascos antiguos y qué feos son los nuevos edificios especialmente en la costa! Ojalá, como dices, se elevaran en el aire y pudiéramos repensar la arquitectura.
frikosal ha dicho que…
Si, el pabellón es precioso pero esa arquitectura con grandes zonas acristaladas es un desastre térmicamente. En los veranos mediterráneos, para poder habitar esas construcciones hechas de espalda al sentido común, es necesario utilizar abundante aire acondicionado.

En España los equipos de aire acondicionado ya deben consumir más de 1GW, una central nuclear entera (y tal vez más, hablo de memoria). Mucha de esta energía hubiera podido ahorrarse si los arquitectos en lugar de deslumbrarse con Mies hubieran planteado las cosas de otra manera, mirando la tradición mediterránea y tal vez reinventándola, pero no copiando mal lo que fue pensado para el norte.
Anónimo ha dicho que…
Pues qué mala suerte. Y ya no hay nada que hacer, de ahí no los saca nadie. Porque la crisis solo hará que no haya más, pero no hará desaparecer los que ya están.
Amig@mi@ ha dicho que…
Construcción es destrucción. Qué verdad tan absoluta... ¡por desgracia!
Unknown ha dicho que…
Independientemente de si hay edificios o no al fondo, son las aves las que captan la atención, el motivo de la foto, el interés de la escena. Es difícil no captar los signos de civilización en tierra, en el mar es otra cosa.
frikosal ha dicho que…
He hecho muchas fotos en este lugar, esforzándose es posible no sacar ninguna casa pero viendo el panorama aproveché para que parecieran una continuación de los pájaros. Vamos, esa era la intención.
igniszz ha dicho que…
Como siempre, me gusta la foto.
Como siempre, coincido con lo que dices, y añado:
Peor que los chaletitos de inspirados arquitectos descubridores de las américas son las urbanizaciones desparramadas en entornos inurbanizables y construidas al estilo "como pueda y donde pueda", cuyos propietarios ilegales acaban reclamando el derecho a que los ayuntamientos les pongan servicios pagados con los impuestos de los que se resignan a la compartición del espacio de una manera más razonable.

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