De cuando quise ser Henri Cartier Bresson
Esta foto es de hace un montón de años, más de 15. Yo salía por las calles a hacer fotos (y eso me parecía una cosa rarísima, casi una blasfemia, por que la fotografía siempre había sido un medio para consagrar en el recuerdo los acontecimientos familiares). A fuerza de tomar fotos, siempre diapositivas, con mi Nikon 601, pensé que podría llegar a ser como Henri Cartier Bresson y capturar siempre el instante decisivo -que para algunos no existe.
Esta, modestamente, me pareció siempre una buena foto, con la señora enlutada y la mirada del Santo Jesucristo, también bajo sospecha por ser el de Subirachs. Y la luz de última hora del día. Gasté dinero en ampliaciones para algunos concursos, pero sin éxito. Pasaron los años y me cansé de fotografiar personas. Por lo demás, todo sigue igual.
Vereis que he renovado la galería de fotos. Ahora, a la derecha, hay varios enlaces a fotos mías, por temas. Casi todos son bichos, pero también he puesto esta dispositiva, de cuando quise ser Henri Cartier Bresson.
Comentarios
Mira que es fea la sagrada familia, tanto la de Subrirachs como la original. Hace no mucho estuve visitando la casa Batlló, y mira que era mareante ese hombre. (EMHO)
Sube alguna.
Yo ya no fotografío personas desde hace tiempo.
El del beso debe ser este, Doisneau.
HCB es el del salto, etc, este.
Zappa=Dios. De Cartier Bresson diría lo mismo, claro que con el tiempo he perdido la inocencia y los iconos......
Ah, la Nikon 601 fué mi primera AF, ¡Y tenía medición puntual! Fué una gran máquina viniendo de una Pentax MX.......
Me siento mayor escribiendo estas cosas.......
Recuerdos de Odette en mi blog (y son de hace días, sorry).
En cuanto a Gaudí, también me gusta, con sus peculiaridades y desmesuras; precisamente a la Casa Batlló le tengo un cariño especial. Colaboré en su iluminación interior.
y esta foto es muy buena, captura sin duda un gesto, el de la cabeza agachada de esa mujer bajo el cristo,
y seguramente ese dinero que gastaste en ampliaciones y envíos a concurso estuvo muy bien invertido porque seguiste las indicaciones de un deseo y apostaste por él, aunque al final, como siempre suele ocurrir en la vida, no somos nosotros los que guiamos al deseo hacia lo que queremos hacer, sino que es el deseo el que nos lleva a nosotros, y acabamos en lugares insospechados, como en tu caso en esas montañas llenas de bichos, aves y amaneceres,
un beso, me encantó verte el otro día
Y piensa que hay muchas personas que también son bichos.