Mi reloj soviético, los contadores Geiger y algún eco de la guerra fría

Cuando fui a Moscú la primera vez, en el 2003, pasé varias tardes en la calle Arbat buscando algún chisme de fabricación soviética, como por ejemplo un reloj. Los turistas se habían (¿nos habíamos?) apoderado de la calle, que en un tiempo fue el centro de la vida bohemia e intelectual de Moscú. ¿Alli hubiera podido estar The Chestnut Tree Cafe de Orwell, si el Londres de la ficción hubiera sido el Moscú real?

Todo eso había pasado y en Arbat no había más que vendedores de baratijas chinas obviamente falsas. Que ironía, China entregada al capitalismo salvaje, copiando efectos del ejercito de la Unión Soviética para venderlos a los turistas en Arbat.

Si que hubiera podido comprar uno de aquellos robustos contadores Geiger soviéticos que todavía se usaban en los supermercados. Por que entonces se decía que algunas hortalizas llegaban de Ucrania y estaban radioactivas a causa del accidente de Chernobil. Diecisiete años después de la explosión en la central nuclear, las ancianitas pasaban rutinariamente su geiger por encima de las lechugas antes de meterlas en el carro de la compra. Y yo creo que no hubiera sido difícil encontrar uno barato, siempre me arrepentiré.

El caso es que uno de mis amigos se enteró de que yo andaba buscando algún aparato soviético. Su padre, que había sido militar, desmontó personalmente los relojes de algunos viejos aviones de combate a reacción que estaban por ser desguazados y me dio uno. Es este que muestro en la foto. Mide unos 12cm de diámetro y pesa más de medio kilo. Con este aparato, que va a cuerda, el piloto de un avión supersónico contaba los segundos y los multiplicaba por la velocidad (¡más de 400 metros por segundo!) para saber la distancia recorrida y poder determinar su posición en el mapa con ayuda de la brújula. Todo ello, volando por encima de mares de niebla, con muy poca autonomía, esperando encontrar su base en la arboleda infinita de la taiga. Sin relojes de cuarzo, ni ordenadores ni mucho menos gps, hay que admirar el valor y la pericia de esos hombres, que por otra parte nos apuntaban con sus misiles nucleares. Pregunté por la precisión del reloj. La aeronáutica soviética, me aseguraron, fue y es la mejor del mundo, mucho más avanzada que la americana, y el reloj es un prodigio de la técnica.

Tuvo su intríngulis sacarlo del país. No se si fue buena idea meterlo en el equipaje de mano. Un chisme metálico pesado que hace tic-tac siempre causa mala impresión en los controles de seguridad. Le dije a la funcionaria que me había costado 10 dólares en Arbat y ella se lamentó de la decadencia de su patria. Jamás digo si un homo sapiens es guapo o feo, pero este caso merece una excepción: la funcionaria era una diosa encarnada en guarda de seguridad de aeropuerto.

-Costó mucho más fabricar este instrumento.
-Lo se. Lo guardaré en un lugar de honor junto a la chimenea y pensaré en Arbat y en Rusia.

Lleva hora y cronómetro. Detrás hay una leva para calibrarlo. Ya en casa, como adelantaba, la moví un poco y ahora parece que va algo mejor. Pero esto no tiene por que ser un defecto, es simplemente que la calibración hay que trabajársela.

Quise hacer una foto del reloj, con una obturación de un minuto, para que se viera la aguja de la minutera movida. Es la de arriba. Pero la segundera no está uniformemente borrosa como yo pensaba, lo que indica que la aguja se mueve a saltos. Diversas exposiciones como esta segunda, con flashes estroboscópicos de frecuencias hasta 100Hz, confirmaron que entre dos marcas de un segundo, la aguja pasa la mayor parte del tiempo en ciertas posiciones.

Es conocida la paradoja de los relojes, que por más exactos que fueran no indican la hora correcta, digamos las 10:23:45 más que durante un instante infinitesimal, puesto que enseguida han pasado unas décimas de segundo. Y esto no se arregla añadiendo agujas (demenciales) para las décimas, centésimas y milésimas: la fracción de instantes en los que el tiempo indicado es rigurosamente correcto siempre es despreciable, si asumimos que el tiempo es continuo.

Estas propiedades del infinitamente denso contínuo (que interesó a Borges como tema literario) son una buena excusa para la melancolía, tomando un whisky junto a la chimenea mientras fotografío mi reloj soviético y pienso en la feliz guerra fría de mi infancia triste, en Arbat y en la patriótica funcionaria.

Al terminar, lo guardo en una caja de plomo, por que sigo sin contador Geiger y me da un poco de repelús. A saber que armamento transportaba el avión.

Hablando del tiempo, confesaré que en este momento estoy en un tren rumbo a la capital. Esta entrada, que espero no sea póstuma, la ha subido automáticamente el servidor. No se si voy a poder atenderles hasta el viernes, pero les ruego que no se abstengan de comentar profusamente por que eso me hace muy feliz, dentro de lo que cabe.

Más sobre relojes solo en Frikosal:
-El reloj Omphalos que marca los segundos que han transcurrido desde el Génesis.
-El hombre que arregla relojes de torre.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
At the heart of a Geiger counter is a metal tube containing a dilute gas, with a metal wire running along the axis of the tube. Between the tube and its central wire a high voltage is applied, almost but not quiet sufficient to make a spark jump. When a high-energy particle flies through the tube, it ionizes molecules of the gas that enables the spark to jump. The brief pulse of currentbetween the tube and the wire is amplified by and can cause an audible click and/or cause a counter to register.

From 'the quantum world' de K.W.Ford
igniszz ha dicho que…
Es cierto que esos relojes son los más precisos del mundo.

Si no les das cuerda, llegan a dar la hora con total exactitud dos veces al dia, cosa que un reloj poco preciso no la da nunca.

Impresionante la precariedad con que volaban esos pilotos.
hugo solo ha dicho que…
Es curioso como admiramos a esos hombres que nos apuntan con sus misiles y la repulsa que producen los norteamericanos que no tienen que se sepa misiles apuntando a barcelona y lo del relojito pues mas bien anecdotico si tienes que calcular volando a no se que velocidad de seguro que estas perdiendo segundos vitales para escapar de un misil enemigo tienen buenos aviones pero sin dudar que los norteamericanos hacen mejor sus deberes de lejos aunque claro esto no va de confrontacion de bloques pero por si acaso.
Jordi D. ha dicho que…
Siempre quise heredar uno de esos relojes redondos con cadena de oro que los abuelos llevaban en su bolsillo. Uno ha preguntado a la familia y girado y regirado armarios y cajones pero sin éxito. Conserve ese reloj amigo Frikosal; es un trocito de historia.
frikosal ha dicho que…
Efectivamently, sr. electrón. Contado asi casi parece fácil hacerlo, el problema que deben tener los viejos es la pérdida de estanqueidad del gas. ¿Que tal un do-it-yourself y después una excursión a Ascó para probarlo?
jarta ha dicho que…
Yo tengo uno de esos relojes de bolsillo soviéticos que le compré a un nadador en las Olimpiadas del 92. Probablemente sea una copia, pero me gusta quedarme con la duda.
Muy buen relato.
frikosal ha dicho que…
Ignis,
¿Si no la da *nunca* debe ser que si es muy preciso, solamente faltaría ajustar la hora?
frikosal ha dicho que…
En la guerra fría valientes y competentes (y demenciales) ambos debieron serlo por igual, pero la tecnología sovietica aqui es mucho mas desconocida, y tenían cosas muy buenas, creo que es interesante divulgarlas un poco. Algo tengo también del ejercito americano. Ya lo publicaré.

Es cierto que unos nos apuntaban (según se piensa) y otros no, pero para unos y otros el resto del mundo no creo que importara gran cosa.

El avión era de los 50 según tengo entendido. Creo que en esa época se navegaba asi, con un cronómetro, un mapa y una brújula en todo el mundo, no había nada más. Es posible que hubiera dos tripulantes. Sería interesante saber de que avión era.

Creo que ahora están montando un sistema de gps parecido al americano.
frikosal ha dicho que…
Jordi,
Guardado lo tengo. Yo también hubiera querido tener un aparato de esos. Ahora, pasada la fiebre de lo digital, creo que estos ingenios mecánicos vuelven a valorarse como se merecen.
frikosal ha dicho que…
Antídoto,
¿En el 92? Quien sabe, podría ser auténtico. Eso da para un post..
jarta ha dicho que…
Buena idea, no se me había ocurrido. Da para un post, o dos...
Yo probaré a escribir uno. Te aviso si lo hago.
hugo solo ha dicho que…
El problema que tenian no se si lo tendran hoy es el factor miedo propio de los regimenes comunistas buenas opticas buenos aviones pero pero y asi las cosas buenas o malas nunca se desarrollan como debieran cuando se hundio el regimen habian submarinos nucleares con armazon de madera los aviones de combate con muy poco combustible tal vez para evitar una posible fuga los mig 29 peruanos estan para el desguace por falta de asistencia bien para chile las lomo de la epoca pues una buena y otra no cuando salio allende de presidente unos amigos de mi madre viajaron a moscu socialistas comunistas convencidos a la vuelta del tour volvieron un tanto horrorizados aviones de pasajeros que parecian a los de los picapiedras hoteles con una controladora en cada planta anotando la salida de los turistas la comida no hablemos para no volver y con el exilio los chilenos nada tontos cambiaron rusia y la republica democratica alemana por suecia ya lo decian los alemanes ropa de abrigo rusa comida americana y un enemigo como el italiano y la vida hablando de relojes de aviones de combate de un piloto de uno u otro lado es algo como esto aterrizo con mi F4 o F14 me subo a un corvette y me largo a casa etc etc muy al estilo de top gun y lo del piloto ruso mucho muchisimo mas sacrificado y despues lo que paso.
frikosal ha dicho que…
No solo los pilotos, mucha gente lo pasaba fatal. Un sistema donde las cosas no se pueden criticar es difícil que tienda a la perfección técnica. Ahora no se puede encontrar nada de fabricación rusa. Unos viven a lo grande del petróleo y la gente de a pie está mucho peor que antes.

De todos modos hay que recordar que fueron los primeros en mandar una nave a Venus, y es justo reconocer que con lo relativamente poco que tenían pusieron en jaque a los americanos (y a todo el mundo). A mi me gusta mucho la pelicula
"K19 the widowmaker" donde yo creo que se refleja de modo realista lo que debió ser uno de los primeros submarinos nucleares, aunque me comenta la gente de allí que deja al ejército en mal lugar. No lo se.
Belnu ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
hugo solo ha dicho que…
Algo tienen los submarinos...
Gise =) ha dicho que…
Haay que impresión esto es como lo que se hablo en la charla de bloggeros podes publicar en el tiempo....uhhh eso no me gusta =(
Que bueno que tu amigo te hizo semejante regalo no?? pero el reloj puede ser portador de radiactividad???
Debe haber sido toda una experiencia vivir en Moscu no!!!!
Beiskis y me trato de poner al dia con tu blog!!!!!!
frikosal ha dicho que…
Podría estar radioactivo, si (supongo que no lo va a estar)
El cuaderno de Marie Curie, donde apuntaba todas las cosas referentes al descubrimiento del Polonio, Radio, etc, todavía está radioactivo y no puede tocarse.
No viví allí, fueron solamente unos días.
Anónimo ha dicho que…
Leí hace poco en alguna página que los instrumentos del P-51 americano son radiactivos, por estar las inscripciones pintadas con cierto material radiactivo que tenía la propiedad de ser fosforescente. Hablaban incluso de un reloj de pulsera que usaba el mismo material. Yo no lo sacaría de la caja de plomo hasta conseguir un contador.

Entradas populares de este blog

La libélula negra

La salvación de las libélulas caídas

Nikkor 1000F11