Júpiter a la hora azul
Esta foto es de octubre del 2009, ahora hace ya dos años. Al atardecer subí a este lugar (que es muy conocido, pero siguiendo mi política, no diré su nombre).
Durante todo el día el tiempo había sido bueno, incluso caluroso. Pero cuando el soy empezó a caer, la niebla fue entrando a borbotones, saltando por encima de la montaña que hay a la izquierda y la temperatura empezó a desdender rápidamente.
Yo subía con una mochila Lowepro, cargada de ópticas, un pesado trípode de aluminio y un viejo anorak que no abrigaba nada, atado de mala manera detrás de la mochila.
Al irme cruzando con gente más experimentada, que regresaban de pasar todo el día en la montaña, podía ver en su mirada extrañeza o incluso una cierta preocupación. ¿Es de mala educación advertir a alguien de que está haciendo una tontería? Yo creo que no, y efectivamente, al final una pareja me paró para preguntarme a donde pensaba ir, subiendo a esas horas y con esos trastos. Les dije que solamente hasta el principio del valle, que tan pronto como hubiera caído la noche tomaría unas fotos y bajaría, que no se preocupasen.
Al llegar a este punto, desde donde está hecha la foto, el viento era realmente fuerte y el frío insoportable. Pude esperarme solamente hasta que el gran Júpiter hubo aparecido y después, casi agradeciendo que el cielo estuviera tapándose, volví a bajar, con la duda de si realmente se taparía del todo. Ya en el coche puse la calefacción a tope y me tomé un café caliente del termo.
Ahora soy un poco más experimentado y si miran mi mochila verán que principalmente lo que llevo es ropa de abrigo, buena y ligera, un GPS... y el mínimo equipo fotográfico imprescindible para hacer lo que tenga planificado. De todos modos, guardo un buen recuerdo de esa noche.
Recuerden que pronto tenemos un taller de fotografía de Paisaje Astronómico y que hay convocado un concurso: pueden tener la inscripción gratis.
Durante todo el día el tiempo había sido bueno, incluso caluroso. Pero cuando el soy empezó a caer, la niebla fue entrando a borbotones, saltando por encima de la montaña que hay a la izquierda y la temperatura empezó a desdender rápidamente.
Yo subía con una mochila Lowepro, cargada de ópticas, un pesado trípode de aluminio y un viejo anorak que no abrigaba nada, atado de mala manera detrás de la mochila.
Al irme cruzando con gente más experimentada, que regresaban de pasar todo el día en la montaña, podía ver en su mirada extrañeza o incluso una cierta preocupación. ¿Es de mala educación advertir a alguien de que está haciendo una tontería? Yo creo que no, y efectivamente, al final una pareja me paró para preguntarme a donde pensaba ir, subiendo a esas horas y con esos trastos. Les dije que solamente hasta el principio del valle, que tan pronto como hubiera caído la noche tomaría unas fotos y bajaría, que no se preocupasen.
Al llegar a este punto, desde donde está hecha la foto, el viento era realmente fuerte y el frío insoportable. Pude esperarme solamente hasta que el gran Júpiter hubo aparecido y después, casi agradeciendo que el cielo estuviera tapándose, volví a bajar, con la duda de si realmente se taparía del todo. Ya en el coche puse la calefacción a tope y me tomé un café caliente del termo.
Ahora soy un poco más experimentado y si miran mi mochila verán que principalmente lo que llevo es ropa de abrigo, buena y ligera, un GPS... y el mínimo equipo fotográfico imprescindible para hacer lo que tenga planificado. De todos modos, guardo un buen recuerdo de esa noche.
Recuerden que pronto tenemos un taller de fotografía de Paisaje Astronómico y que hay convocado un concurso: pueden tener la inscripción gratis.
Comentarios
La montaña a esas horas me encanta, ¿tal vez por la falta de gente?
Respecto al frío, yo prefiero hacer las nocturnas en invierno, pero hay veces que a -8ºC (o incluso más), por muy buena que sea la ropa que llevas, te preguntas que qué carajo haces ahí :-D
A Júpiter no habría sabido reconocerlo ni aunque lo hubiera tenido delante de las narices.
Unas maravillas!!
Bien cerca hay un buen lugar para pasar una noche estrellada y fotografiar la luna llena inmensa sobre las montañas.
Preciosa foto, como todas.
Si el Doctor te quiere dar más datos...
(He vuelto a comprobar, lo diferente que se ven las fotografías en distintos 'equipos',...pero fantásticas en cualquier caso...)
Besos.
B.N.C.M.