Amanece junto al ibón
Después de fotografiar la curiosa sanguijuela y el nacimiento de Orión, mis planes eran quedarme tumbado sobre la hierba, junto al ibón y dormir por lo menos un par de horas. Ustedes me llamarán vago, y de hecho lo soy, pero es que esa mañana me había levantado a las 2:45. Mala hora para poner el despertador, sobretodo si tenemos en cuenta que antes de dormirme vi dar la una en el reloj del coche desde el asiento trasero donde pasé la noche.
Un cierto runrún del maldito sentido del deber fotográfico me impidió quedarme tumbado durmiendo en la hierba. El sol tenía forzosamente que salir para iluminar el ibón. Tal vez las nubes se apartarían y tal vez la luz sería magnífica, tal vez la montaña saldría reflejada en tonos dorados sobre el agua. Tenía que ponerme en marcha. Entorpecido por el sueño, mucho antes de que empezasen a llegar los primeros excursionistas, me fui al lado este del ibón para esperar la buena luz. Y me quedé dormido. Casi estaba deseando que no hubiera buena luz para no tener que hacer la foto.
De pronto, algo me despertó y vi la escena que había imaginado, tal vez incluso un poco mejor, y salí corriendo a fotografiarla. En las montañas las luces son efímeras, hacer la buena foto o no hacerla es cuestión de segundos. Entonces me di cuenta de que no podía fotografiar el lago y la montaña ni siquiera con el 14-24mm a 14, y de que no había más remedio que recurrir a la panorámica.
Otro día les digo cuales son en mi opinión los pros y los contras de la fotografía panorámica, pero ya les adelanto un peligro: se tiende a tratar de fotografiar toda la escena para después elegir el mejor encuadre en casa delante del ordenador. Las fotos hay que hacerlas y dejarlas terminadas o casi terminadas en el monte. Es allí donde vemos las luces, y si los pintores ya pintan en el campo desde hace por lo menos dos siglos, ¿qué sentido tiene ahora trabajar con escenas naturales en casa, donde la emoción que nos produjo el paisaje ya se ha disipado?. Pero en esta ocasión no había otro remedio, de modo que hice las fotos para una panorámica. Este es el resultado. Por suerte no hubo nada más para fotografiar y me quedé dormido hasta que las voces de los primeros excursionistas me despertaron.
Autocrítica y pregunta: De haber tenido tiempo para hacerlo, ¿en que dirección debería haberme desplazado para mejorar la composición de esta fotografía ?
Un cierto runrún del maldito sentido del deber fotográfico me impidió quedarme tumbado durmiendo en la hierba. El sol tenía forzosamente que salir para iluminar el ibón. Tal vez las nubes se apartarían y tal vez la luz sería magnífica, tal vez la montaña saldría reflejada en tonos dorados sobre el agua. Tenía que ponerme en marcha. Entorpecido por el sueño, mucho antes de que empezasen a llegar los primeros excursionistas, me fui al lado este del ibón para esperar la buena luz. Y me quedé dormido. Casi estaba deseando que no hubiera buena luz para no tener que hacer la foto.
De pronto, algo me despertó y vi la escena que había imaginado, tal vez incluso un poco mejor, y salí corriendo a fotografiarla. En las montañas las luces son efímeras, hacer la buena foto o no hacerla es cuestión de segundos. Entonces me di cuenta de que no podía fotografiar el lago y la montaña ni siquiera con el 14-24mm a 14, y de que no había más remedio que recurrir a la panorámica.
Otro día les digo cuales son en mi opinión los pros y los contras de la fotografía panorámica, pero ya les adelanto un peligro: se tiende a tratar de fotografiar toda la escena para después elegir el mejor encuadre en casa delante del ordenador. Las fotos hay que hacerlas y dejarlas terminadas o casi terminadas en el monte. Es allí donde vemos las luces, y si los pintores ya pintan en el campo desde hace por lo menos dos siglos, ¿qué sentido tiene ahora trabajar con escenas naturales en casa, donde la emoción que nos produjo el paisaje ya se ha disipado?. Pero en esta ocasión no había otro remedio, de modo que hice las fotos para una panorámica. Este es el resultado. Por suerte no hubo nada más para fotografiar y me quedé dormido hasta que las voces de los primeros excursionistas me despertaron.
Autocrítica y pregunta: De haber tenido tiempo para hacerlo, ¿en que dirección debería haberme desplazado para mejorar la composición de esta fotografía ?
Comentarios
Espero con expectación tus pros-contras sobre fotografía compuestas (prefiero este término al de panorámicas).
Fdo. Uno que hace uso intensivo de las compuestas. :)
¡Por el Pulpo Ernesto!, ¡no me juzgue muy mal por la osadía y por las animaladas que pueda haber proferido!
P.D.: Me quedé con las ganas de contarle una cosa sobre la entrada pasada. Quizás en otro momento ...
Yo el principal problema que le veo a las panorámicas, o como se las quiera llamar, es que a poco que nos descuidemos, no nos dejan concentrarnos en el encuadre estando en el campo. Se tiende, o por lo menos yo tiendo, a "querer llevármelo todo".
Ninguna osadía, todas las opiniones son bienvenidas y además ... tu sabes mucho más de lo que dices, de esto y de todo, que te voy viendo.
El problema es que al acercarse adelante, se pierde altura. Esto ya va bien para lo que tu dices, pero entonces crece mucho el ángulo que debe cubrirse para coger todo el ibón (y con esto también respondo un poco a Trebol-a).
Si uno abusa del ángulo, la prespectiva se torna indomable, aparecen extrañas distorsiones por todas partes y la imagen deja de parecer natural.
No la tengo publicada en ningún sitio, pero me gustaría saber su opinión de la última panorámica que he hecho, concretamente de la Alhambra con el sol casi puesto. Eso, naturalemente, si tiene tiempo y quiere.
A mí el encuadre me parece bien, aunque se ve ligeramente cortado por el lado derecho. A mi juicio, se deja de ver ese supuesto nexo montaña-prado, pero entiendo la decisión y la comparto, pues confieso ser un amante de la asimetría.
Qué fácil es opinar sin estar en el sitio y sin tener que hacer la fotogra´fia con una luz cambiante en segundos o a lo mucho escasos minutos.
Enhorabuena por esos 5 años que son toda una vida en esta virtual. Muchos blogs mueren para siempre incluso antes de estrenarse y otros después de muertos se reencarnan para bien o para mal. Espero que si algún día este suyo (su criatura particular) muriese (Dios no lo quiera!) se reencarnara en algo parecido. Nuestras vidas se volverían a encontrar, lo sé.
Un saludo.
Resulta que yo debo de ser uno de sus seguidores mas antiguos, porque llegué a su blog por casualidad, en una de esas búsquedas brownianas de imágenes que a veces hago, en una mañana de septiembre de hace esos mismos cinco añitos. Y todo gracias a un precioso Martín Pescador azul...
Desde entonces le estuve siguiendo en silencio durante años, a temporadas más a menudo, en otras con menos asiduidad, hasta que hace muy poco, como sabe, me lancé yo mismo al ruedo de la blogosfera.
Y cuando yo le digo que no sé es que es así. Nunca he estudiado fotografía y lo que sé de todo ello se lo debo a las miles de fotografías que he devorado (entre ellas las suyas) tratando de descubrir lo que contenían que tanto me impactaban. La regla de los tercios, el camino libre de la mirada, los misterios de la profundidad de foco, ... nadie me los contó jamás; los he ido descubriendo poco a poco viendo y experimentando. ¡De modo que no puedo ni imaginarme lo que me queda por descubrir y aprender!
Así que ya puede usted hacer acopio de fuerzas y seguir no cinco sino diez, quince o veinte años mas enseñándome a hacer fotos que valgan la pena. Y a pensar, que también ...
mi mas sincera felicitación por estos cinco años de blog y por los agradables momentos que reparte con el.
josep.
(Perdón, es que estaba a huevo)
De la foto no opino, que no sé. Pero le felicito otra vez.
Ercanito,
Sube esa foto a alguna parte y te doy mi parecer encantado de la vida.
Respecto del encuadre: No había forma de desplazarse demasiado adelante o atrás. Los ibones suelen tener ese problema, y no son fáciles de fotografiar.
La solución (mi solución) a la pregunta es la que dice Ars: moverme a la izquierda, y ya lo vi estando alli mismo, pero recorrer esos 30 o 40 metros hubiera significado perder la luz. Al este había un festival de nubes y solamente se vio un instante el sol que iluminó la montaña por un claro.
Esto es algo que queremos organizar un día con Jordi Busqué, como una especie de charla amistosa, en un grupo reducido, con buen ambiente para poder hablar de fotografía y comentar cosas de este tipo. Ya lo haremos.
Lo inicié para recibir sinceras críticas de mis esfuerzos fotográficos, pero a poco que llevaba un par de meses todo se tornó en absurdos halagos sin sentido que no me hacían sentir bien, pues sabía que era todo mentira.
Echo en falta un lugar así donde exponer mis fotos para que realmente señalen los "lunares".
Le avisaré cuando publique la panorámica. Gracias.
Y sí, apoyo la moción de la "charla amistosa" alrededor de alguna/s foto/s. Algunos estamos deseando oir a los maestros.
Sobre la foto, pienso que el reflejo sobre el lago está poco explotado. Sacar el ibón entero, la montaña entera, el reflejo entero, las luces de coña, unas nubes que quitan el hipo, y detalles en las sombras (puestos a pedir...) eso si que es querer llevárselo todo.
Para mi gusto, creo que la foto ya está hecha demasiado tarde y la luz, aunque tadavía horizontal, ya es demasiado dura para sobrecogea al espectador.
Me apunto a las sesiones de debate fotográfico. Le propongo un ejercicio: plantear un objetivo fotográfico concreto (un árbol, un edificio, una montaña...)y que cada uno haga su foto. Después nos reunimos, o publicamos las fotos y discutimos o comentamos.
Sobre la composición, lo que es es y así está y no hay nada que decir osea que digo, quizá solo la foto solo del reflejo hubiera valido la pena probarla.
Gracies !
Joan,
Lo del reflejo solamente es una buena idea pero no llevaba más que un 14-24mm, y una montura ecuatorial que no es ligera. La subida era larga y tuve que reducir el equipo.