La luz zodiacal, la Vía Láctea y el Pacífico
(Entrada programada y subida por el robot. Yo estoy pero sin estar en mi.) El clima de Valparaíso es famoso por ser fresco en verano y suave en invierno, pero yo estuve allí en plena ola de frío e incluso llegó a helar. La noche de la luna cenicienta soplaba un viento frío y bastante fuerte, o por lo menos más fuerte de lo que yo hubiera querido. Me acerqué al acantilado un poco asustado, todavía con el recuerdo del extraño grito que había oído un rato antes. Ya lo he comentado otras veces: la noche a veces puede ser aterradora, especialmente estando solo y en un lugar desconocido. Pero al asomarme al acantilado el espectáculo resultó ser impresionante. No solamente se seguía viendo la luz zodiacal, que es casi el no va más de la pureza celestial, si no que a su izquierda estaba la Vía Láctea (no por más vista menos amada).
Para hacer estas fotos siempre hay que hacer varias pruebas porque para empezar, mirando por el visor no se ve casi nada. Se monta el trípode y se tira con una exposición corta, se mira la foto y se corrige el encuadre. Una y otra vez hasta que sale bien. Cuando todo está conforme, se tira con una exposición más larga que en este caso fue de un minuto (Para los aficionados: ISO 3200, 14mm, 2.8). Pero mientras la cámara estaba exponiendo se oyó otra vez el extraño grito, que me pareció terrible en medio del viento y del sonido de las olas que se estrellaban contra el acantilado cincuenta metros más abajo.
Y entonces se ocurrió que en cualquier momento podría aparecer un psicópata armado solamente con una risa grotesca, que vendría corriendo hacia mi con los brazos extendidos para empujarme acantilado abajo, como un zombie invencible, con una determinación sobrehumana. Yo conocí a una persona capaz de hacer eso por puro placer y entre las sombras casi me pareció verle. Tuve que centrarme. Siempre tengo que centrarme.
Los gritos ¿podrían ser lobos de mar? Para gran sorpresa de un habitante de la urbanizada España, en el litoral Chileno todavía abundan los lobos de mar que son, para entendernos, grandes focas. Es muy fácil verlas al norte de Viña del Mar y seguramente también al sur de Valparaíso. Los gritos debían ser de esas focas. ¿Las focas gritan de noche? ¿tan fuerte?
Pero volvamos a la astronomía. En esta foto he resistido la tentación de aclarar el primer plano y aumentar el contraste en el cielo. No queda tan espectacular pero de esta forma pueden hacerse una idea más exacta de como era la escena en realidad, aunque dependiendo del monitor que tengan estarán viendo la escena más clara de lo que veían mis ojos. La luz zodiacal es sutil y puede perfectamente confundirse con contaminación luminosa.
Detrás del horizonte no hay nada más que océano y más océano, por muchos miles de kilómetros. Por tanto, el tono rojizo debe ser natural y posiblemente esté causado por la interacción de la luz zodiacal y galáctica con la atmósfera, pero no lo se con certeza. Como puede verse, la luz zodiacal (a la derecha) es algo más clara que la galaxia. A causa de ángulo que forman la eclíptica y el horizonte en el momento de la puesta de sol, que es variable, no siempre puede observarse. En el momento en que hice la foto eran casi perpendiculares.
El coche estaría a dos o tres kilómetros del acantilado. Recogí los chismes y tiritando de frío emprendí el regreso (sin dejar de comprobar en el GPS que realmente estaba andando hacia el coche). Volví a oír por tercera vez el grito misterioso pero esta vez saqué mi arma secreta: una pequeña linterna que puede hacer mucha luz durante unos pocos minutos. Exploré todo el lugar de izquierda a derecha con el rayo de luz hasta dar con la causa del ruido: una grandísima y peligrosa... vaca.
Para hacer estas fotos siempre hay que hacer varias pruebas porque para empezar, mirando por el visor no se ve casi nada. Se monta el trípode y se tira con una exposición corta, se mira la foto y se corrige el encuadre. Una y otra vez hasta que sale bien. Cuando todo está conforme, se tira con una exposición más larga que en este caso fue de un minuto (Para los aficionados: ISO 3200, 14mm, 2.8). Pero mientras la cámara estaba exponiendo se oyó otra vez el extraño grito, que me pareció terrible en medio del viento y del sonido de las olas que se estrellaban contra el acantilado cincuenta metros más abajo.
Y entonces se ocurrió que en cualquier momento podría aparecer un psicópata armado solamente con una risa grotesca, que vendría corriendo hacia mi con los brazos extendidos para empujarme acantilado abajo, como un zombie invencible, con una determinación sobrehumana. Yo conocí a una persona capaz de hacer eso por puro placer y entre las sombras casi me pareció verle. Tuve que centrarme. Siempre tengo que centrarme.
Los gritos ¿podrían ser lobos de mar? Para gran sorpresa de un habitante de la urbanizada España, en el litoral Chileno todavía abundan los lobos de mar que son, para entendernos, grandes focas. Es muy fácil verlas al norte de Viña del Mar y seguramente también al sur de Valparaíso. Los gritos debían ser de esas focas. ¿Las focas gritan de noche? ¿tan fuerte?
Pero volvamos a la astronomía. En esta foto he resistido la tentación de aclarar el primer plano y aumentar el contraste en el cielo. No queda tan espectacular pero de esta forma pueden hacerse una idea más exacta de como era la escena en realidad, aunque dependiendo del monitor que tengan estarán viendo la escena más clara de lo que veían mis ojos. La luz zodiacal es sutil y puede perfectamente confundirse con contaminación luminosa.
Detrás del horizonte no hay nada más que océano y más océano, por muchos miles de kilómetros. Por tanto, el tono rojizo debe ser natural y posiblemente esté causado por la interacción de la luz zodiacal y galáctica con la atmósfera, pero no lo se con certeza. Como puede verse, la luz zodiacal (a la derecha) es algo más clara que la galaxia. A causa de ángulo que forman la eclíptica y el horizonte en el momento de la puesta de sol, que es variable, no siempre puede observarse. En el momento en que hice la foto eran casi perpendiculares.
El coche estaría a dos o tres kilómetros del acantilado. Recogí los chismes y tiritando de frío emprendí el regreso (sin dejar de comprobar en el GPS que realmente estaba andando hacia el coche). Volví a oír por tercera vez el grito misterioso pero esta vez saqué mi arma secreta: una pequeña linterna que puede hacer mucha luz durante unos pocos minutos. Exploré todo el lugar de izquierda a derecha con el rayo de luz hasta dar con la causa del ruido: una grandísima y peligrosa... vaca.
Comentarios
Publica usted a un ritmo que es dificil no perderse una entrada.
Era una vaca ;-)
La luz zodiacal, clarísima, parece una doble via láctea. Qué lujo de cielo!
el que, empujar a la gente por acantilados?
La foto, una maravilla. Nos acostumbra Vd a unas cosas que no son normales. No me cansare de decir que lo que nos regala con su blog no tiene precio. Me quito el sombrero y espero que de una vez encuentre un editor que le publique el libro. Yo, y creo que muchos mas, lo comprariamos de inmedito. Si quiere recojer firmas de compradores para llevarla a un editor ya lo sabe.
¿Seguro que era la vaca? ¿No estaría ella en la misma situación que usted, escuchando estremecida?
Le prometo que si me toca uno de esos euromillones estratosféricos, le publico yo.
Confirmo que puede dar muchisimo miedo una vaca.
Si la vaca es de la raza sodomita llevar por si acaso un pozal de 5 kg. de vaselina. Este remedio no lo he probado porque nunca me he encontrado en tal tesitura (aunque ahora que pienso sí que he visto vacas "lesbianas" que intentaban montarse a otras, tal vez sean de las sodomitas), pero hombre precavido vale por dos.
En cuanto al primer plano, ya esta perfecto (almenos en mi minitor) pero un fondo un pelin mas oscuro... para resaltar las estrellas... Lastima que sea usted un purista... con la iglesia del sensor hemos topado...
En cuanto al lamento-aullido de la vaca uruguaya, me ha hecho recordar el mugido de una vaca (paraguaya en mi caso) que respondía a los ronquidos de un amigo en una noche campestre en una zona del pantanal del Chaco, en la que no sabíamos qué podía aullar de esa manera.
Y sí, en el silencio, da bastante impresión.
Fuera de todo, qué foto tan agradable, tan relajante. Gracias una vez más.
Resulta que el Ayuntamiento de la localidad gaditana de San Roque compró un burro para el portal de Belén viviente que montaba todos los años. El resto del año el burro lo pasaba en una finca que era colindante con la de la vaca fallecida.
El propietario de la vaca, que ha presentado una solicitud de indemnización, dijo que fue el burro quién entró en su terreno acosando sexualmente a la vaca y ésta al tratar de escapar del acoso cayó por un terraplén y se mató. Mientras que el Ayuntamiento considera que la vaca provocó al burro.
Un concejal del Ayuntamiento explicó así su versión de los hechos: “se trata de un burro joven, con mucha fuerza y claro, al salir la vaca completamente desnuda, con las tetas al aire, pues igual el animal se salió de madre y embistió”. Ahora serán los servicios jurídicos del Ayuntamiento los que tendrán que decidir si hubo realmente acoso sexual por parte del burro.
Aunque pensándolo bien, el desubicado era usted y no la vaca. La vaca estaba mirando la Vía Láctea, que es lo que deben hacer las vacas por las noches: Vía Láctea = vaca láctea.
La culpa es de los padres que las visten como putas.
Y "no digo más", porque para volver sobre el tema de "edición sí, edición no...", sería "necesario" otro foro y para debatirlo en exlusiva.
PD:
La nebulosa de la izquierda es clavaíta a una aparición que reponen todos los findes en El Escorial. Qué exterior más bien localizado para ese tipo de apariciones.
Ejem...¿una vaca? ¿No podría haber sido algo más salvaje para dar más misterio a la entrada? ;-)
Saludos señor Frikosal.
Todo el mundo sabe que el toro que mató a Manolete (“Manolete, Manolete, que no mata ni a una pulga en un retrete”) se llamaba Islero. Pero lo que no todo el mundo sabe es que la madre-vaca del toro que mató a Manolete se llamaba Islera. Pues resulta que a uno de los maestro (es trágico, pero a los señores que matan toros se les llama maestros, y así está la enseñanza como está ¿cómo está?) que acompañó en su última corrida a Manolete le sentó tan mal que lo matara el famoso Islero que al día siguiente de la muerte del torero se fue a la dehesa donde pacía alegremente la madre-vaca de Islero, Islera, y le dio matarile por mala madre. ¡Qué horror!
Por cierto, teníamos que estar hablando de la Vía Láctea, ya lo sé, pero es que el señor Plo, Només Plo, me provoca. Perdón.
Mañana sale la última prueba del concurso, duerman bien y guarden energías. Está todo muy abierto y el liderazgo del Sr. NMP está mal consolidado. Cualquier cosa puede pasar.
Lo hago yo y simplemente miro una foto, así que tú...
Y ya si le añadimos la emoción de las vacas quejicosas, la noche completa.
Un abrazo
La próstata, el del cap, la alopecia, eyaculación precoç... I ara també el seu lideratge?
Oh! Quin trista destinació
li oferixen els seus invents,
mes contra marea i vents,
seguirà lluitant, No Més.