Delfos, finales del invierno del 98
Adornamos nuestro dos caballos rojo con margaritas y fuimos a casarnos junto al mar una radiante mañana de invierno. Al día siguiente salíamos hacia Grecia.
A pesar de que el monte Parnaso seguía nevado, en Delfos los prados ya estaban cubiertos de flores amarillas. Como viajábamos sin ninguna clase de planificación, llegamos por la tarde y las ruinas del oráculo ya no se podían visitar. Pero inesperadamente, en otra entrada un poco más allá de la fuente Castalia, el guarda estaba completamente borracho y nos dejó entrar antes de marcharse sonriendo. Las valiosas ruinas estaban completamente desiertas y era justo la hora mágica en la que todos los colores son cálidos.
Que maravilla poder recorrer las ruinas solitarias los dos juntos, sin ningún mapa, sin ninguna guía, sin entender absolutamente nada de lo que veíamos, solamente con el asombro de ver que entre las flores amarillas, las inscripciones milenarias seguían siendo visibles, con sus lambdas y sus alphas.
A pesar de que el monte Parnaso seguía nevado, en Delfos los prados ya estaban cubiertos de flores amarillas. Como viajábamos sin ninguna clase de planificación, llegamos por la tarde y las ruinas del oráculo ya no se podían visitar. Pero inesperadamente, en otra entrada un poco más allá de la fuente Castalia, el guarda estaba completamente borracho y nos dejó entrar antes de marcharse sonriendo. Las valiosas ruinas estaban completamente desiertas y era justo la hora mágica en la que todos los colores son cálidos.
Que maravilla poder recorrer las ruinas solitarias los dos juntos, sin ningún mapa, sin ninguna guía, sin entender absolutamente nada de lo que veíamos, solamente con el asombro de ver que entre las flores amarillas, las inscripciones milenarias seguían siendo visibles, con sus lambdas y sus alphas.
Comentarios
Sí señor, un privilegio la soledad compartida en ese precioso lugar, sin gentes, sin calor, con los colores y las tonalidades perfectas y con la intensidad del momento, eterno, eso no tiene precio, tiene eternidad.
"Una milésima de segundo es la eternidad. La eternidad no es muchísimos años, colocados uno detrás de otro, sino una intensidad de tiempo." ( El verdadero vacío/ La maravilla de las cosas. AM Schlüter)
Inuits
;) Me alegro.
Abrazos
Que sabia es la naturaleza
saludos
Que dulce almíbar para su familia y para Ud.
Un abrazo.
Si vuelve usted allí pregúntele al oráculo dónde demonios se encuentra el vero prepucio.
Vuestro viaje, y el repertorio de bondades de Grecia que trajisteis de allí fue uno de los motivos que nos impulsaron a nosotros a ir, pero siempre con la compañía de tropecientos turistas.
Salut, Myrtus