Ponerse en pie
Cuando la libélula ya ha sacado todo el tórax y parte del abdómen de la exuvia, queda en una posición inverosímil, de muerto viviente, y ahí se detiene durante más de un cuarto de hora, tal vez agotada por el esfuerzo realizado, recuperando fuerzas para el siguiente y espectacular movimiento, que es de naturaleza casi circense: levantándose súbitamente llega a agarrarse con las nuevas patas a la exuvia (que todavía está sujeta al soporte con la piel de las patas viejas, vacías por dentro).
Todo esto sucede en unos pocos segundos y después de una pausa muy larga. Hay que estar atento para observarlo y más de fotografiarlo. Yo dejé el trípode preparado para hacer las fotos y cené con el mando del disparador en la mano, sin perder de vista a la Anax imperator, para poder hacer la foto si le daba por levantarse. Pero al cabo de unos diez o doce minutos me di cuenta de que la pila de la cámara estaba casi agotada y la cambié. Y justo cuando estaba poniendo otra, como ya pueden imaginarse, la libélula se levantó súbitamente y me quedé sin hacer la foto... Pero había otras libélulas que en ese momento empezaban la metamorfosis, de modo que al segundo intento lo conseguí.
Justo antes:
Levantándose:
Al ver las fotos me di cuenta de que en realidad el animal se ayuda con las patas posteriores, que enganxa en la exuvia. Y tal vez la larga pausa sirve para el exoesqueleto de las patas se seque y sea funcional.
En cualquier caso, cuando ya está agarrada a la exuvia, de un ágil tirón saca el resto del abdómen. Ya solamente le falta lo más difícil: sacar las alas.
Todo esto sucede en unos pocos segundos y después de una pausa muy larga. Hay que estar atento para observarlo y más de fotografiarlo. Yo dejé el trípode preparado para hacer las fotos y cené con el mando del disparador en la mano, sin perder de vista a la Anax imperator, para poder hacer la foto si le daba por levantarse. Pero al cabo de unos diez o doce minutos me di cuenta de que la pila de la cámara estaba casi agotada y la cambié. Y justo cuando estaba poniendo otra, como ya pueden imaginarse, la libélula se levantó súbitamente y me quedé sin hacer la foto... Pero había otras libélulas que en ese momento empezaban la metamorfosis, de modo que al segundo intento lo conseguí.
Justo antes:
Levantándose:
Al ver las fotos me di cuenta de que en realidad el animal se ayuda con las patas posteriores, que enganxa en la exuvia. Y tal vez la larga pausa sirve para el exoesqueleto de las patas se seque y sea funcional.
En cualquier caso, cuando ya está agarrada a la exuvia, de un ágil tirón saca el resto del abdómen. Ya solamente le falta lo más difícil: sacar las alas.
Comentarios
Y que esfuerzo supremo el de la libélula...Seguro que ya estará revoloteando feliz entre las flores.
Cada día me gustan más tus bichos!!!
Un abrazo
Me ha hecho mucha gracia imaginarte cenando con el mando en la mano, jaja.
JO qué gran labor haces con tu blog contribuyendo a que la gente vea a estos animales de otra forma, como maravillas de la naturaleza que son y no como algo asqueroso.
Me quito el sombrero.
es pura magia...
y mientras ella está ahí con el arduo laboro, no le molesta tu presencia?
debes de respirar muy bajito y tener un pulso de hierro
felicitats!
Menuda noche, mucho mejor que la del pasado miercoles.
No exactamente una vez al año pero casi. No es fácil de observar.
Mamen,
Si que es cierto que de entrada tenemos un cierto rechazo a los insectos, pero todo el mundo acaba superándolo después de haberlos visto de cerca.
Objeto A,
No, ellas se quedan completamente desconectadas durante la metamorfosis. Podrías tocarlas - pero eso las mataría.
Th,
Lo del balompié ya sabe Vd que no es lo mío pero un poco si que alegró