El caso de la mariquita naranja
En un alarde de creatividad, nuestro mundo nos ha obsequiado con muchas otras mariquitas, además de la convencional roja y negra. Esta es la halyzia sedezimguttata, con 16 puntos blancos sobre fondo naranja.
Cuando tomé esta foto, las circunstancias hacían que estuvieramos en un deplorable ressort del pirineo. Se supone es un lugar elegante y ese valle en algún tiempo fue muy bonito. Ya era tarde cuando la vi mariquita naranja en el cesped del parque infantil. Hice estas fotos, pero me pareció que con la luz de la mañana saldría más favorecida. De modo que la metí en una caja de cerillas y me la llevé a la habitación (quiero aclarar que esto es algo que no suelo hacer, y que tomé todas las precauciones para no lastimarla).
En la recepción del hotel los niños insistieron en verla. Por desgracia, al abrir la caja trepó por el cartón con gran determinación y salió volando hasta una columna metálica. Traté de capturarla pero la halyzia sedezimguttata subió hasta el techo enmoquetado. Esa es justamente la conducta habitual de los coccinélidos, llegar a lo más alto de un arbusto y después salir volando. Pero claro, al llegar al techo se dio cuenta de que algo fallaba. Y allí se quedó.
Con una silla no pude alcanzarla. Tuve que llamar a la recepcionista para pedir por favor si podían prestarme una escalera para capturar a un interesante bicho que se me había escapado. Me costó un poco explicarles la situación. Entre una cosa y otra, cuando puede empezar a subir por la escalera con la caja de cerillas en la mano, ya se había formado un buen corrillo de niños y padres señalando al techo.
Solucionado el problema, a la mañana siguiente me levanté tempranito para hacer las fotos. Preparé la cámara y los flashes, abrí la caja de cerillas y dejé a la sedezimguttata en el cesped. Parecía un poco atontada, pero de repente se puso en marcha, trepó por una bizna de hierba y salió volando a toda velocidad. Fue tan rápida que me quedé sin una sola foto. Desde entonces, no he vuelto a verla más.
Cuando tomé esta foto, las circunstancias hacían que estuvieramos en un deplorable ressort del pirineo. Se supone es un lugar elegante y ese valle en algún tiempo fue muy bonito. Ya era tarde cuando la vi mariquita naranja en el cesped del parque infantil. Hice estas fotos, pero me pareció que con la luz de la mañana saldría más favorecida. De modo que la metí en una caja de cerillas y me la llevé a la habitación (quiero aclarar que esto es algo que no suelo hacer, y que tomé todas las precauciones para no lastimarla).
En la recepción del hotel los niños insistieron en verla. Por desgracia, al abrir la caja trepó por el cartón con gran determinación y salió volando hasta una columna metálica. Traté de capturarla pero la halyzia sedezimguttata subió hasta el techo enmoquetado. Esa es justamente la conducta habitual de los coccinélidos, llegar a lo más alto de un arbusto y después salir volando. Pero claro, al llegar al techo se dio cuenta de que algo fallaba. Y allí se quedó.
Con una silla no pude alcanzarla. Tuve que llamar a la recepcionista para pedir por favor si podían prestarme una escalera para capturar a un interesante bicho que se me había escapado. Me costó un poco explicarles la situación. Entre una cosa y otra, cuando puede empezar a subir por la escalera con la caja de cerillas en la mano, ya se había formado un buen corrillo de niños y padres señalando al techo.
Solucionado el problema, a la mañana siguiente me levanté tempranito para hacer las fotos. Preparé la cámara y los flashes, abrí la caja de cerillas y dejé a la sedezimguttata en el cesped. Parecía un poco atontada, pero de repente se puso en marcha, trepó por una bizna de hierba y salió volando a toda velocidad. Fue tan rápida que me quedé sin una sola foto. Desde entonces, no he vuelto a verla más.
Comentarios
Respecto a la variedad de mariquitas, si no estoy equivocado se han descrito alrededor de 6.000 especies diferentes de mariquitas, de las que 111 especies están presentes en la Península Ibérica.
Pero no preocuparse, pronto serán muchas menos gracias a la Harmonia axyridis, una mariquita asiática extremadamente agresiva introducida en Europa y que parece que está desplazando rápidamente a las especies nativas.
No tenía ni idea de esa asiática, problemas por todas partes.
Este fin de semana vi una rana. Ver una rana hoy día es toda una excepción. Un amigo comentó que hace tiempo que no ve ni un sapo en Gredos, y mucho menos el Bufo Gradosícola. En este caso no existe otra especie que lo desplace. Bueno, sí: la de siempre.
En cuanto a su espectaculo en el ressort, me ha hecho pensar en lo que me reí en su dia en esta otra de sus entradas.
Friko,qué esperabas?... la secuestras toda la noche,en un sitio oscuro,ni siquiera le explicas para qué...y esperabas que posase en la foto????
Yo tampoco te volveria a ver....
Bicos ratoniles
Me gustan las fotos, muy original la frontal.
No creas que me hacen mucho caso, a ellos lo que les gusta son los pokemons.
Lo de la estación: La gente siempre ha encontrado raros a los que se interesan por los bichos. Pero a mi me parece normal, lo que encuentro extraordinario es que la gente lea el mundo deportivo.
Mosquito,
Ni idea de que existiera ese sapo. Incluso de los normales se ven muy pocos, entre la sequía, atropellamientos en carreteras, que se yo.
Th,
Si que fue una situación rara, me sabe mal parecer excentrico, pero no iba a dejar a la pobre en el techo.
Rata, Carmen,
Teneis razón, pobrecita. No creais que no me sentí culpable. Pero, positivandolo, pensad que la saqué de un parque infantil donde su esperanza de vida era inferior a 5 minutos.
Gyorch,
Lo del Fawlty: cuando estuve viviendo en Inglaterra una temporada por cosas de trabajo, al decir mi nombre y de donde venía todo el mundo se descojonaba. Es que el camarero, que aquí era mejicano, en realidad es de Barcelona y se llama Manuel.
Así salió volando la pobre...
Me gusta la que mira a la camara.
Es el precio de la fama :)
Si, esa mirada tuvo su encanto
En cuanto a la Harmonia axyridis, aun no tenemos citas ibéricas, aunque su expansión en Francia nos llevará irremediablemente a que aparezca en nuestra fauna.Lo mismo pasa con Serangium parcesetosum, originaria de la India y que se trajo a Corcega como mecanismo de control de la mosca blanca, pero se va expandiendo sin parar.
En cuanto a la historia de esta mariquita, no demasiado común, hubiese estado bien sacar una foto a las caras de los de recepción cuando les pediste la escalera ;-)))
Saludosss
Me dejas de piedra con la 112 mariquita.
Como tu sabes perfectamente, uno de los motivos de desaparición de especies en masa son estas irrupciones de especies de otros continentes. Como los conejos en Australia.
No sé qué habrá pasado cuando estos niños crezcan, pero yo conocí un tipo apasionado de la biología y lleno de vitalidad a quien sus padres despertaban para ver una bonita tormenta en el campo, o buscaban fuegos de san telmo, y había ido a una escuela decroly de las de antes (ahora son del opus por estos lares). Así que para tu prole, esa pasión tuya por los bichos será un talismán.
jeje, yo voy detrás de todos los bichos, aunque sea por no darles la espalda.
Zbelnu,
Esto que dices es lo que me gustaría que fuera. Ellos prefieren los pokemons y los superheroes. Espero poder transmitirles algo.