El amor de las mariposas, Hipparchia y Crates
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Se suele quejar la gente de que el sexo (de los insectos) está demasiado basado en lo puramente genital, iniciándose la cópula sin apenas preliminares. Pues bien, yo pude observar con cierto rubor a esta pareja de Hipparchia alcyone haciéndose cariños con las antenas durante mucho rato. Volaban de arbusto en arbusto persiguiéndose y después volviendo a encontrarse, rozándose como para volver a conocerse.
Estas mariposas tienen la facultad de volverse casi invisibles al posarse con las alas cerradas en la corteza de un árbol.
Ya de paso, recordar a Hipparchia, filósofa de la escuela cínica, que consideraba que la civilización y su forma de vida era un mal y que la felicidad venía dada siguiendo una vida simple y concorde con la naturaleza. Se casó con el también filósofo Crates, que no se si tiene una mariposa a su nombre a pesar de que donó a la ciudad una grandiosa fortuna y adoptó, junto a su esposa Hiparquía, la vida de mendigo que era característica de los cínicos.
Me produce un cierto vértigo pensar en lo que ahora significa cínico. Pienso en Hipparchia y Crates, viviendo con la sencillez y el arrebato de San Francisco y Santa Clara (pero laicos, enamorados y filósofos). Y recuerdo por un momento a aquellas mariposas que espié una tarde de verano.
Comentarios
Lo de los nombrecitos mitologicos a las mariposas ¿de donde vendrá?
Saludos
Resulta que, mientras nos esforzamos para tener más, saber más, cobrar más, etc para conseguir la felicidad, en no se qué departamento de neurologia de no se cual universidad han descubierto la manera de medir la felicidad en una zona del córtex del cerebro.
Resulta que, entre muchos candidatos, el hombre más feliz del planeta -por los registros cerebrales- es una persona que vive en una celda de 4m2, no tiene posesiones, ni va al gimnasio, ni tiene móvil, ni bebe coca-cola. Ni siquiera tiene relaciones sexuales. Bajo este contexto, cualquiera podria tener razones para ser el más infeliz del mundo.
Resulta que, el susodicho happyman es un tal Mathieu Ricard, francés de nacimiento y budista por convicción, batió todos los récords del felizómetro, que no detectó rastros de estrés, fustración y demás pensamientos negativos.
Resulta que, hijo de buena familia, y eminencia en genética celular por el Instututo Pasteur, el chaval se desprende de su fe, de su éxito y de sus posesiones y se fué al Tibet a empezar una nueva vida como monje budista, trabajando la plasticidad de la mente con ejercicios de "bombardeo" de pensamientos positivos, hasta destarrar todo signo de ansiedad y fustración.
En pocas palabras, se ha autogenerado su felicidad, y su mensaje es claro: nuestra felicidad depende más de nosotros que de nuestro entorno.
La notícia, no deja de ser curiosa, pero -por lo menos a mí- plantea una serie de dudas:
¿Hace falta evadirse del mundo para ser feliz?
¿Una vida sencilla y acorde con la naturaleza es compatible con la civilización?
Y en relación a tus mariposas, contemplarlas me aporta felicidad.
Frikosal, siento ensuciar su bella entrada de las mariposas con dos noticias terribles. Egipto empieza la construccion de su primera central nuclear a orillas del mediterraneo mientra que el govierno laborista de G.Brown aprueba la construcción de nuevas centrales nucleares para el 2017.
Ya queda menos para el fin de nuestra civilización...
-th
Mil excusas.
Le metieron una encerrona al reverendo y no mas quiero que me dejen llorar
Gracias por el enlace. Algún día, si me desperezo, subiré algún video que hice al youtube. No creo que gusten :)
Macro,
A ver si descubrimos algun bicho.. le pondre frikosaliensis :)
Coke,
Muchas gracias. Estupendos tus retratos que he mirado una vez mas con autentico deleite.
Ignis,
¿Quieres decir que se puede medir la felicidad con un sensor? ¿Y .. estimularla con electrodo?
He visto la vida de este señor en la wikipedia, es interesante. Si tienes algun dato mas.. No es mala idea lo del blog.
Th,
Y ZP dice que lo de las nucles lo decidirá "despues de las elecciones". Mal vamos...
Gladys,
Voy a ver.
Carmen,
Si, pero fíjate, los elefantes apenas usan la trompa, que daría mucho de si.
Civil,
Si, se quedaron en la caricatura de lo que querían ser. Es como llamarles hipócritas.
Marti,
Y poder dedicarnos profesionalmente a ser voyeurs de insectos? :)
Gyorch,
Tremendo comentario, nos encataría saber más de ellos ! Tal vez previsible, pero desalentador saber que están tan dentro de su mundo que no son conscientes de ello. Me recuerda a algunas personas mayores en pueblos remotos, toda la vida viviendo en contacto con la naturaleza.. y la casi la detestan. ¿Es necesario el contraste, haber pasado por las ciudades para apreciar su vida?
Si, ya entiendo lo que dices. Me pregunto si con la tecnologia que tenemos sería combinar las dos cosas.