Emerger
(Continua de aquí). Andando de noche hacia el lugar elegido, la niebla parecía tan densa que temí no poder subir lo suficiente como para salir del mar de nubes. Pensé en dar la vuelta, regresar al coche y recorrer unos kilómetros más en busca de otro lugar más elevado. Pero seguí andando y al salir jadeando del bosque, junto al viejo árbol muerto, todavía con la linterna encendida, pude ver que por una vez había tenido suerte. Los 150 metros de desnivel habían sido suficientes. Como un verdadero mar, la niebla se extendía a ambos lados de la estrecha carena, llegando casi hasta mi altura.
Continua aquí.
Faltaba esperar a que saliera el sol. Unas pocas nubes lejanas y espesas pueden impedir que el sol sea visible hasta que deja de ser rojo, estropeando el amanecer de la manera más tonta.
Mirando alternativamente a este y a oeste fueron pasando los minutos. Yo me preguntaba si la luz del sol puede llegar a iluminar la niebla por el lado oeste. De hecho, llevo dos años preguntándomelo.
Continua aquí.
Comentarios
CAGUNDENA QUIN TIU!!!!!!!!!!
Felicitats!
Jesús A.
-th
Gracias por estas fotos que me han trasladado a otra época. La entrada que planteas bién se podria adornar con un poema sinfónico de Lito Vitale titulado "Viento sur", y me he imaginado subir allí escuchandolo.
Transcribo la letra para compartirla:
No hay túnel que dure cien años, mi vida. Mirá como se arruga la tiniebla, la procesión de pálidas se desbarranca, los funcionarios inaguran ruinas. Y vos y yo fundamos aires buenos.
Dónde estará la plata de mi rio, sólo barro y olitas de minué. En los camalotes cantan las sirenas, pero Ulises camionero no las oye, sólo escucha la radio.
llueve líquyen en los decrépitos televisores, buenas noches a todos, mariposas y difuntos. Transmiten en cadena las cadenas. El cemento se cansa de ser cobijo de la pampa. Por los baches asoma la luz mala, resucitan cardos y maíces, abran paso a las luciérnagas curiosas que verán.
Viento sur, olor a transparencia, silbo de la calandria, madrecita cantora del primer rayo de la aurora. La sopa de los pobres llega al centro, y su vapor al reino de los cielos.
Ventolina que barre tormentas, lavadero del alma, nos deja serenitos, reciclando la pena en vasto amor. Silbo de la calandria, y vidalita de esperanza.
Darle cuerda al amanecer, empujar un poco al sol, al buen día meterlo en casa. Silba la calandria y nos sorprende en vela, amuchados, con ganas de seguir. Estación claridad, vamos llegando.
Esto último es lo que tú has hecho, darle cuerda al amanecer...
Noooo. Estas fotos las hice en el Pirineo Francés, alli si que hay buenos paisajes.
:)
A ver si esta semana quedamos..
Th, No tienen más las fotos, era simplemente estar alli.
Un recuerdo desde Santiago de Chile.
Jorge.