Conversaciones de invierno conmigo mismo



La mañana del día uno de enero siempre parece que las cosas son un poco más soportables, aunque solamente sea por que las calles y las carretereas están vacías. Hoy he salido para ir a ver un rio que queda a unos 30km de casa. Estaba casi seco, con menos agua que en agosto, y casi completamente helado.

Hablando yo solo, como quien habla con un viejo amigo, hemos decidido sacar unas fotos del hielo para recordar a las libélulas que ahora deben estar, hemos imaginado, en forma de huevo. Me había llevado la cámara, algunos objetivos y un trípode, pero las tarjetas de memoria se han quedado en casa.

Si, estar solo es como estar con un viejo amigo, uno de esos que a veces te dio una alegría, pero tantas otras te ha defraudado. Como le sigues viendo casi a diario, tampoco puedes mandarle a paseo ni a la mierda, que es lo que se merecería. ¿Tal vez es que esperé demasiado de él?

Y, sin cámara, hemos andado un poco por el río. Me he reprochado haber asustado a una garza real que había encontrado un hueco en el hielo para poder pescar como los esquimales de los tebeos. El rio está contaminado por los abonos, y las algas exageradamente grandes se ven todavía más raras al estar heladas. Por aquí pasé andando en Agosto, con la cámara en la mano y las asquerosas algas casi hasta la cintura, persiguiendo libélulas y haciendo desprender burbujas de gas del fondo tibio y putrefacto. Este año, si no llueve pronto, el río se secará del todo.

Nos hemos marchado al pueblo que hay un poco más arriba, salían las señoras de misa (algunas un poco ridículas con sus abrigos de piel). Pero nosotros hemos entrado en un precioso café de pueblo con un cartel que advierte que no se fía a NADIE para jugar a las máquinas. Hemos pedido un cortado descafeinado y un croissant, que nos ha parecido buenísimo. Y hemos pensado en escribir a propósito de esas conversaciones solitarias, un poco melancólicas, del uno de enero.

-¿Y qué foto pondrás, idiota, si te has olvidado las tarjetas?
-Bah, algo habrá helado en el disco.

Comentarios

igniszz ha dicho que…
Qué envidia me das, yo no he podido salir en un dia tan especial (porque no te encuentras a nadie, te sientes un superviviente el dia después del fín del mundo) y he aprovechado para hojear un libro de Oriol Alamany y viajar mentalmente a Namibia, Canadá y Sudafrica, pero no es lo mismo un paisaje helado pelandose de frio en medio de la ventisca a -10ºC que a 21ºC a medio metro del radiador. Por eso, aunque no hayas podido hacer fotos, has podido captar sensaciones, que no es poco.
Animal de Fondo ha dicho que…
Creo que ya te dije una vez que los post en los que escribes y parece que no pasa nada me encantan, y este es uno de ellos; tienes un ritmo estupendo, pasas de describir a pensar como si tal cosa, con una naturalidad calmada que da gusto leer, así que, después de todo, no estuvo mal que te olvidaras las tarjetas.
Anónimo ha dicho que…
Pues no está tan mal que ocurran estas cosas de vez en cuando. Ayudan a mantener la capacidad de disfrutar de la naturaleza simplemente estando allí sin llevarse ningún trofeo fotográfico. Buen año!
Anónimo ha dicho que…
A mi també m'ha passat: oblidar les targetes o les bateries...
Et vam trobar a faltar dieumenge.

A.
Belnu ha dicho que…
Qué bien el café y el silencio y el río! Buena crónica. La garza real es la garza coronada? Una vez, hace años, se posó una en el patio de la casa de un amigo. Era una tarde de domingo y la mirábamos extasiados. En Bcn!Llamamos al zoo, hablamos con los que se dedicaban a aves y nos dijeron que se habría quedado rezagada, a pasar la noche, porque acababan de empezar la migración...
frikosal ha dicho que…
Ignis,
De las pocas salidas que he hecho. No tengo el libro de Alamany, a veces le oigo por la radio, pero me da un poco de envidia.

Fmes,
Muchas gracias, algo me he sonrojado :)

Gyorch,
Si, tienes razón, pero este error me ha dejado un poco tocado por que la verdad es que desde verano apenas he hecho fotos.

A,
Gracies. Encara estava fotut. A veure si podem fer la sortida que vem anular.

Zbelnu,
Por este nombre no la conozco, es un animal muy grande, este. En el zoo hay un montón, anidan alli. Debe ser el que viste.
Bloggesa ha dicho que…
Que tranquilidad respira tu post. Un buen plan para una mañana solitaria, donde tenía que parecer que no existía nadie.

Feliz Año Nuevo. Un abrazo.
Anónimo ha dicho que…
Yo... el día uno de enero me desperté mucho antes que el sol y subí en bicicleta hasta el punto más alto que pude, a una carreterita que sube por la cresta de un monte cercano, cara al mar. Allí vi salir el sol, recibí el frío pero sorprendentemente cálido abrazo del viento y lloré agradecida por poder recibir semejante saludo de la tierra. Después me tiré toda la mañana metida en el bosque(escondida la bici, previamente, entre matorrales)curioseando aquí y allá. Sola, pero disfrutando de una libertad que me hace feliz y de una compañía intangible y tangible a la vez, que aleja de mí el dolor de la soledad. En el campo nunca me siento sola...

En fin, por desgracia tuve que volver a casa y ponerme a estudiar... aunque cada vez me cuesta más volver.
frikosal ha dicho que…
"En el campo nunca me siento sola" Efectivamente. Bueno, con algún matiz, pero ya es eso.

Felicidades por haber hecho esto un 1 de enero. A la edad que pone tu perfil, mucha gente está perdiendo el tiempo (en mi opinión).

Entradas populares de este blog

La libélula negra

Los apócrifos, pájaros de barro

La salvación de las libélulas caídas