Casas tapiadas
Un extraño fenómeno está produciéndose en la ciudad-dormitorio: un número creciente de casas están siendo tapiadas. Son muchos centenares de viviendas, tal vez decenas de miles de metros cuadrados habitables pero tapiados. Pinchen aquí para ver las fotos.
Por suerte, de momento no nos ha afectado a nosotros ni a ninguno de nuestros amigos. Pero yo cada mañana paso un mal rato hasta que no he podido comprobar que la puerta sigue libre de ladrillos. Me dicen que no debo preocuparme, que ya se procura que no quede nadie dentro, que esto se hace solamente en plantas bajas (aunque yo he visto algunos primeros e incluso segundos pisos tapiados), y que siempre es con el consentimiento de los propietarios.
Esto último se me hace extraño, si yo tuviera una casa dejaría por lo menos el jardín para que jugasen los niños o para que el gato pudiera cazar moscas (no tengo gato). A mi personalmente no creo que se me ocurriese tapiarla. Pero en realidad mi piso es del banco, yo lo voy pagando.
De modo que estoy confuso y no acierto a comprender que debe estar pasando. Yo he viajado un poco (no mucho, es cierto) y nunca he visto nada similar. Alguna casa tapiada tal vez, pero tantísimas, en ninguna parte. Y esos ladrillos en las ventanas a mi me recuerdan las lápidas de cemento que se usan para tapar los nichos cuando se acaba de meter el ataud.
He estado cavilando un buen rato y he llegado a una conclusión provisional, pero tal vez sea equivocada y por el momento no quisiera exponerla para no inducir a nadie a error. Yo no se si alguno de ustedes será tan amable de decirme a que cree que se debe este extraño fenómeno de las casas tapiadas.
Sobre las fotos: Este pequeño proyecto fotográfico de las casas tapiadas lo he hecho con un iphone. Las fotos están tal cual salieron del teléfono, a la medida original y sin ninguna clase de proceso. El iphone es muy limitado como cámara (solamente hay una focal, no se puede controlar la exposición ni el diagfragma, la sensibilidad es escasa, el disparador está mal situado, hay un retraso muy molesto, etc etc), pero por otra parte, es algo relativamente discreto y que siempre se lleva encima. ¿Qué les parece?
Por suerte, de momento no nos ha afectado a nosotros ni a ninguno de nuestros amigos. Pero yo cada mañana paso un mal rato hasta que no he podido comprobar que la puerta sigue libre de ladrillos. Me dicen que no debo preocuparme, que ya se procura que no quede nadie dentro, que esto se hace solamente en plantas bajas (aunque yo he visto algunos primeros e incluso segundos pisos tapiados), y que siempre es con el consentimiento de los propietarios.
Esto último se me hace extraño, si yo tuviera una casa dejaría por lo menos el jardín para que jugasen los niños o para que el gato pudiera cazar moscas (no tengo gato). A mi personalmente no creo que se me ocurriese tapiarla. Pero en realidad mi piso es del banco, yo lo voy pagando.
De modo que estoy confuso y no acierto a comprender que debe estar pasando. Yo he viajado un poco (no mucho, es cierto) y nunca he visto nada similar. Alguna casa tapiada tal vez, pero tantísimas, en ninguna parte. Y esos ladrillos en las ventanas a mi me recuerdan las lápidas de cemento que se usan para tapar los nichos cuando se acaba de meter el ataud.
He estado cavilando un buen rato y he llegado a una conclusión provisional, pero tal vez sea equivocada y por el momento no quisiera exponerla para no inducir a nadie a error. Yo no se si alguno de ustedes será tan amable de decirme a que cree que se debe este extraño fenómeno de las casas tapiadas.
Sobre las fotos: Este pequeño proyecto fotográfico de las casas tapiadas lo he hecho con un iphone. Las fotos están tal cual salieron del teléfono, a la medida original y sin ninguna clase de proceso. El iphone es muy limitado como cámara (solamente hay una focal, no se puede controlar la exposición ni el diagfragma, la sensibilidad es escasa, el disparador está mal situado, hay un retraso muy molesto, etc etc), pero por otra parte, es algo relativamente discreto y que siempre se lleva encima. ¿Qué les parece?
Comentarios
Me decanto por la fama del catlán: la pela es la pela.
Así que prefieren tapiar a permitir que un ocupa se meta sin pagar.
...siempre me costó proyectar en el espacio m^2,...y si añadían ufanos y orgullos el calificativo de 'útiles',...uff!
Mi contraprestación y 'añadido' al día a día del mundo inmobiliario, era la eterna pregunta de cómo estaba orientado al sol, ese espacio en m^2 útiles, construído entre uralitas, cementos, y balcones antiguos que se habían olvidado de su historia y de flores en primavera.
...para que se completase la memoria de calidades.
Después de casi dos años, hoy disfrutamos de un espacio, más que guapo, sin uralitas, ni cementos, y desde que os conozco, compruebo, con muy buenas vistas a las estrellas,...y al sol.
Buen ojo, al denunciar casas con espacios a la luz tapiados.
(...tengo que volver a estirar el metro, con tacones y plantas de pie,...había olvidado que llegué a pasármelo muy bien...)
Nota: Eso sí, el hermoso espacio, sigue hipotecado e hipotecando.
Un beso y buenas noches.
no es tiempo de ventas
esperan a que se vuelvan a sobrevalorar,
cuando las cosas sigan igual pero creamos que van mejor
Incitatus dijo...
Perdón por introducir esto. Ayer lo leí y pensé inmediatamente en Ephemeralthing. Es curioso, a veces la Rahola tiene razón...
Reconozco que, en sus inicios, el alcalde Jordi Hereu me pareció un político sensato. Demostraba autoridad, y recuerdo que la ejerció con notable ahínco en su primera entrevista con Josep Cuní, recién investido en el cargo. Hablaba de seguridad, okupas, etcétera, y parecía un alcalde con la vara de mando, especialmente anhelado después de los años de la caótica belle époque de Joan Clos. Sin embargo, ese demoledor justiciero que es el tiempo fue desdibujando las primeras impresiones que había proyectado, y fue apareciendo un líder con más improvisación que proyecto, y con más retórica de fiesta de barrio que discurso. Algunos de sus proyectos más sonados parecen sacados de la ruleta de la suerte –con poca suerte y menos gracia– o, peor aún, parecen emergidos del desespero de unas encuestas que le van a la contra. Sea por improvisación azarosa o por desesperada estrategia electoral, lo cierto es que Hereu ha sumido la ciudad en debates estériles y costosos, de incierto futuro y desconcertante presente.
Y, mientras, la ciudad se dedica a sus cosas, con su inseguridad creciente, su incivismo incipiente y su prostitución al viento. No hay como intentar esquiar por el paseo de Gràcia para poder inhibirse de los dolores de cabeza de una ciudad compleja. El tema ahora es el delirante referéndum sobre la reforma de la Diagonal, con el último añadido: la voluntad de Hereu de que voten 250.000 extranjeros, cuyo único requisito será que estén empadronados, sean o no ilegales, lleven una hora o tres años en la ciudad, hablen en farsi o en ruso, todo es bueno, porque en la ciudad de los prodigios no hay prodigio que se resista. Por ejemplo, que un inmigrante recién llegado vaya usted a saber de dónde, tenga idea de qué significa alterar la movilidad de toda la ciudad, conozca el urbanismo de Barcelona, cuajado durante siglos, y por supuesto esté convencido de que quiere quedarse. Como, además, ha decidido que voten los adolescentes de 16 años, ¿por qué no hacemos un happening completo y que voten los niños? Quedaría bonito, con globitos y cabezudos, y todos felices de ser tan asamblearios. Creo sinceramente que han perdido el juicio, y si Xavier Trias no lidera la oposición a todo este despropósito o las entidades cívicas no se plantan, es que la ciudad no tiene remedio.
¿Qué carajo entendemos los ciudadanos de movilidad y urbanismo? Esto no es apología de la participación, esto es dejación de autoridad municipal, ensayo de laboratorio con una arteria vital y desesperación electoral. Todo, por supuesto, costando miles de euros. ¿Qué le pasa a Hereu? ¿Delirio de grandeza, síndrome del pato mareado, desconcierto supino? Dijo Groucho Marx: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. Hablaba de la Diagonal.
La Vanguardia (14.04.2010)
Está claro que las casas tapiadas de su ciudad dormitorio no entienden del Yin ni del Yang. No nos casas, son cajones. ¡Huya!
Pero acojona
Lo de las fotos rápidas con el iphone también tienen su "aquel". ¿No le parece?
...es usted, un señor.
(con tu permiso Manel,...y en ese contexto loco y no de ocupante)
B.D.C.M.
Besos en tu casa.
me ha gustado el grafiti de esa tele con Franco dentro, y tu ejercicio fotográfico de registo y collage,
mis hipótesis, por psicoanalíticas y abstractas (que a nadie le interesan) me las guardo para la intimidad,
bonito post, Doctor...
Tal vez lo hagan para emplear a tanto obrero de la construcción en paro.