Lugares abandonados
El otro día paramos a comer junto a una pequeña central hidroeléctrica que debe tener unos cien años. Junto a la central, que sigue en funcionamiento, había una gran casa que debió ser para los empleados. En algún momento debieron robotizarlo todo y echarles a la calle, de modo que ahora la casa está abandonada. Se me ocurrió empujar la puerta principal a la calle, y para mi sorpresa estaba abierta.
...click para seguir leyendo... Yo no se que tienen de fascinante los lugares abandonados. Será tal vez que en esta época de plastificación disneylandizada, todavía pueden aportar sensación de auténtico, grima y asco en cantidades importantes e incluso un cierto peligro de derrumbamiento (leve en este caso). O tal vez son las malas compañías.. (si pinchan en el enlace verán la extraña síntesis entre foto de bodas y exploración de lugares abandonados que propone mi inteligente amiga Luna Vandoorne). En cualquier caso entré con la cámara e hice unas fotos en plan rápido.
La casa está en un lugar precioso, en la confluencia de dos ríos, donde es frecuente ver milanos, garzas reales e incluso águilas calzadas. Tenía dos plantas más un desván y debió ser una vivienda para varias familias, con habitaciones espaciosas y suelos de tarima sin barnizar sobre los que en algún momento dio gusto andar descalzo. Un folleto de puericultura, los lavabos llenos de papeles de periódico, el listín de teléfonos, la caja de hojalata del dulce de membrillo, el techo desconchado por el que entra una gotera que ya ha estropeado la tarima del desván y que poco a poco se abrirá paso hasta la planta baja, ropa tirada, zapatos viejos...
Algún día al alcalde se le ocurrirá gastar el presupuesto municipal en rehabilitar este lugar y hacer un centro de interpretación, un museo de las centrales hidroeléctricas o quien sabe que. Pondrán un guarda malhumorado y algunos papeles para que los visitantes se los lleven de recuerdo.
De esta manera tan tonta se han echado a perder lugares preciosos. Una vez me dejaron entrar en lo que ahora es un enorme museo de la técnica. Entonces era una sala inmensa llena de aviones destripados, ordenadores viejos, máquinas de vapor, coches antiguos, telares.. lo pasé en grande. Ahora que ya es un museo con sus paneles informativos y su audioguía, no vale un pito.
...click para seguir leyendo... Yo no se que tienen de fascinante los lugares abandonados. Será tal vez que en esta época de plastificación disneylandizada, todavía pueden aportar sensación de auténtico, grima y asco en cantidades importantes e incluso un cierto peligro de derrumbamiento (leve en este caso). O tal vez son las malas compañías.. (si pinchan en el enlace verán la extraña síntesis entre foto de bodas y exploración de lugares abandonados que propone mi inteligente amiga Luna Vandoorne). En cualquier caso entré con la cámara e hice unas fotos en plan rápido.
La casa está en un lugar precioso, en la confluencia de dos ríos, donde es frecuente ver milanos, garzas reales e incluso águilas calzadas. Tenía dos plantas más un desván y debió ser una vivienda para varias familias, con habitaciones espaciosas y suelos de tarima sin barnizar sobre los que en algún momento dio gusto andar descalzo. Un folleto de puericultura, los lavabos llenos de papeles de periódico, el listín de teléfonos, la caja de hojalata del dulce de membrillo, el techo desconchado por el que entra una gotera que ya ha estropeado la tarima del desván y que poco a poco se abrirá paso hasta la planta baja, ropa tirada, zapatos viejos...
Algún día al alcalde se le ocurrirá gastar el presupuesto municipal en rehabilitar este lugar y hacer un centro de interpretación, un museo de las centrales hidroeléctricas o quien sabe que. Pondrán un guarda malhumorado y algunos papeles para que los visitantes se los lleven de recuerdo.
De esta manera tan tonta se han echado a perder lugares preciosos. Una vez me dejaron entrar en lo que ahora es un enorme museo de la técnica. Entonces era una sala inmensa llena de aviones destripados, ordenadores viejos, máquinas de vapor, coches antiguos, telares.. lo pasé en grande. Ahora que ya es un museo con sus paneles informativos y su audioguía, no vale un pito.
Comentarios
Mi último descubrimiendo fue la casa de las fotos de la "postboda", en su mayoría ruinosa y sin un solo recuerdo. Pero había una puerta, forzada, medio abierta, en la habitación mejor conservada de la casa y dentro montones de cajas con guías de naturaleza en inglés, libros infatiles, adornos de navidad, fotos de una boda civil en un jardín, etc. Todo muy reciente. Una mudanza a medio hacer, un sueño roto de una familia inglesa con ganas de empezar a contruir una vida en la soleada andalucía.
Cosas que no se descubren si no es con malas compañías ;)
Saludos.
Yo no se que tienen de fascinante los lugares abandonados. Será tal vez que en esta época de plastificación disneylandizada, todavía pueden aportar sensación de auténtico
Creo que esa sensación a "auténtico" se experimenta porque se perciben materiales, texturas, colores... que nuestro cerebro asocia a nuestro pasado, haciéndolo presente (como una máquina del tiempo) por unos instantes. Esto en el caso de visitar, como has visitado, un lugar cercano a tu infancia o juventud. Así es posible rememorar (escuchar, tal vez) el sonido del agua chorreando en la bañera de fundición y porcelana o el crujir de la tarima sin barnizar.
Creo que el viaje en el tiempo es distinto para según quien visite un lugar abandonado y dependiendo de la edad y experiencias pasadas.
Me gusta mucho.
Dentro de su "fealdad", es precioso lo que encontraste.
Conoces Rodalquilar en Almería??
Te paso un enlace por si quieres curiosear:
http://www.degata.com/html/pueblos/rodalquilar.htm
Un abrazo
Me siento muy atraido por todas estas sensaciones y aquí te dejo como regalo mi post favorito de mi propio blog ;) http://vueltaabruselas.blogspot.com/2009/05/el-circuito-fantasma.html
Las fotos de boda muy originales, me encanta la del agua.
Las fotos de Vd. tb muy chulas, que conste. Por cierto, se fijó en la fecha del periódico?
Saludos.
Se le resaluda, sir Frikosal :D
Salut, Myrtus
Felicidades por el mismo!!
Si que lo recordaba, con ese impactante 1939 que sugiere tantas cosas.
Es una extraña atracción la de esos lugares, hay que tener cuidado por que los peligros son ciertos (y yo soy cobarde). Alguna vez sueño que entro en un laberinto subterráneo compuesto de casas abandonadas, una detrás de otra.
La pretensión de esos centros en poner en valor su entorno. Que lo logren o no, esa es la cuestión.
Cada vez hay más lectores de diferentes profesiones y siempre se pincha en hueso :)
Por mejor hechos que estén los centros de interpretación, yo prefiero que no me interpreten nada, quiero descubrirlo yo (o intentarlo). Cuando Washington Irwing fue a la Alhambra aquello debió ser un estercolero, pero ¿te imaginas poder recorrer aquellas increibles salas vacías donde vivían lechuzas? Cuando la administración recupera un lugar o se hace cargo de él, lo adecenta, lo pule, elimina cualquier peligro.. pero desaparece toda la magia.