El retorno de la primavera
Parece que la primavera ya empieza a asomar. Los insectos más audaces ya están empezando a correr por el monte y yo, que estoy ensimismado con la contemplación de las galaxias, estuve a punto de perderme este acontecimiento.
El otro día, a la hora de comer pude salir de la ciudad-dormitorio apenas una hora. Conduciendo con el bocadillo en la mano llegué en menos de quince minutos al descampado donde he hecho tantas y tantas fotos. Es un lugar cercano y fácilmente accesible en coche, por lo que hay que andar con cuidado: persiguiendo mariposas y abejorros, es fácil caer encima de botellas rotas, preservativos usados o quien sabe que (y al llegar aquí siempre me viene a la memoria Suzanne de Leonhard Cohen, cuando dice And she shows you where to look //
Among the garbage and the flowers)
Antes esta suciedad me escandalizaba, pero ahora ya se que no es casual, ni mucho menos. Se trata de que parezca un lugar asqueroso. De este modo, cuando ellos decidan que ya es el momento de recalificar el terreno para hacer una urbanización de lujo (que estará muy cerca de la capital gracias a la nueva autopista, y al mismo tiempo muy cerca del parque natural) entonces todo el mundo dirá que no importa. Por que era un paraje dejado y sucio donde los pobres pasaban el rato haciendo porquerías. "Menos mal que han adecentado aquel descampado", dirán los bienpensantes patricios de la ciudad-dormitorio: los del gobierno y los de la oposición, los ecologistas y los comunistas, los constructores y el concejal de educación, todos ellos van a estar de acuerdo, como siempre, en las cosas tangibles.
Yo conozco este lugar arbusto por arbusto, y en cada uno de ellos he vivido. En aquella mata de romero estuvo cazando una mantis durante todo el mes de septiembre. Allí, debajo de la zarza, fotografié a la Ameles. En el tronco del árbol se instalaron unas preciosas avispas Vespula germanica, y las pude observar casi a diario durante semanas. Todavía más: unos centenares de metros más adelante, hay una charca donde nunca falta el agua. Por la noche, acude el jabalí a bañarse y la jineta a beber. Y también se puede oír el canto siniestro del cárabo, que suele asustar a las parejas que se aman en los coches.
Ahora, a principios de marzo, el tiempo sigue siendo frío y a primera vista parece que solamente se atreven a volar los abejorros, que siempre consiguen mantenerse más calientes que el resto de los insectos. Y algunas mariposas limoneras, que han hibernado camufladas entre las hojas. Con tantas novedades yo deambulo algo perplejo entre el madroño, las aliagas y los pinos, tratando de rehacer las fotos que ya hice tantas otras veces, como si no supiera que cada foto es un instante. Y cada instante es irrepetible, las fotos no pueden repetirse de la misma manera que la vida no puede volverse a vivir.
Pero en el lugar acostumbrado vuelvo a encontrar mi fantástico hormiguero de Campanotus cruentatus, las astutas hormigas gigantes que no comen pan bimbo por más que uno insista. Una de ellas termina de salir del nido, como si quisiera ver que tal está el tiempo. Pero está casi tan perpleja como yo, y se toma su tiempo antes de empezar a trabajar. Como tantos otros, el mito de la hormiga esforzada es una verdad a medias. Más trabajaron -día y noche- los obreros en las fábricas de esta ciudad con el cielo de plomo. Y más quisieran ahora que seguir trabajando.
Y yo ya tengo que regresar (a trabajar).
PS. Disculpen si no puedo responder a los comentarios como es debido, se me acumulan las cosas pendientes y si encuentro un momento prefiero dedicarlo a escribir una entrada nueva. Pero les leo a todos y siempre agradezco sus puntos de vista.
El otro día, a la hora de comer pude salir de la ciudad-dormitorio apenas una hora. Conduciendo con el bocadillo en la mano llegué en menos de quince minutos al descampado donde he hecho tantas y tantas fotos. Es un lugar cercano y fácilmente accesible en coche, por lo que hay que andar con cuidado: persiguiendo mariposas y abejorros, es fácil caer encima de botellas rotas, preservativos usados o quien sabe que (y al llegar aquí siempre me viene a la memoria Suzanne de Leonhard Cohen, cuando dice And she shows you where to look //
Among the garbage and the flowers)
Antes esta suciedad me escandalizaba, pero ahora ya se que no es casual, ni mucho menos. Se trata de que parezca un lugar asqueroso. De este modo, cuando ellos decidan que ya es el momento de recalificar el terreno para hacer una urbanización de lujo (que estará muy cerca de la capital gracias a la nueva autopista, y al mismo tiempo muy cerca del parque natural) entonces todo el mundo dirá que no importa. Por que era un paraje dejado y sucio donde los pobres pasaban el rato haciendo porquerías. "Menos mal que han adecentado aquel descampado", dirán los bienpensantes patricios de la ciudad-dormitorio: los del gobierno y los de la oposición, los ecologistas y los comunistas, los constructores y el concejal de educación, todos ellos van a estar de acuerdo, como siempre, en las cosas tangibles.
Yo conozco este lugar arbusto por arbusto, y en cada uno de ellos he vivido. En aquella mata de romero estuvo cazando una mantis durante todo el mes de septiembre. Allí, debajo de la zarza, fotografié a la Ameles. En el tronco del árbol se instalaron unas preciosas avispas Vespula germanica, y las pude observar casi a diario durante semanas. Todavía más: unos centenares de metros más adelante, hay una charca donde nunca falta el agua. Por la noche, acude el jabalí a bañarse y la jineta a beber. Y también se puede oír el canto siniestro del cárabo, que suele asustar a las parejas que se aman en los coches.
Ahora, a principios de marzo, el tiempo sigue siendo frío y a primera vista parece que solamente se atreven a volar los abejorros, que siempre consiguen mantenerse más calientes que el resto de los insectos. Y algunas mariposas limoneras, que han hibernado camufladas entre las hojas. Con tantas novedades yo deambulo algo perplejo entre el madroño, las aliagas y los pinos, tratando de rehacer las fotos que ya hice tantas otras veces, como si no supiera que cada foto es un instante. Y cada instante es irrepetible, las fotos no pueden repetirse de la misma manera que la vida no puede volverse a vivir.
Pero en el lugar acostumbrado vuelvo a encontrar mi fantástico hormiguero de Campanotus cruentatus, las astutas hormigas gigantes que no comen pan bimbo por más que uno insista. Una de ellas termina de salir del nido, como si quisiera ver que tal está el tiempo. Pero está casi tan perpleja como yo, y se toma su tiempo antes de empezar a trabajar. Como tantos otros, el mito de la hormiga esforzada es una verdad a medias. Más trabajaron -día y noche- los obreros en las fábricas de esta ciudad con el cielo de plomo. Y más quisieran ahora que seguir trabajando.
Y yo ya tengo que regresar (a trabajar).
PS. Disculpen si no puedo responder a los comentarios como es debido, se me acumulan las cosas pendientes y si encuentro un momento prefiero dedicarlo a escribir una entrada nueva. Pero les leo a todos y siempre agradezco sus puntos de vista.
Comentarios
Qué razón tiene usted. A mi me pone los pelos como escarpias, sólo de pensarlo; tanto como la fotografía de la araña con que ilustra esta entrada.
Menos mal que nos queda la buena poesía.
Un saludo.
ahora paz...
Me encanta la canción de Suzzane, y Cohen en general relaja...
Me gustaría analizar este post más detenidamente, hay tanto que queda apuntado...
Un beso y me encantó como siempre.
Este país es horrible y hay que buscar formas de resistir, algunas de las mías son escribir y leer, también cosas como este post tuyo, en el que casi se te pasan los abejorros mirando las estrellas
También consiguió aflorar optimismos, aunque al sr. Voisin no le reverdeció nada.
Voisin y su poesía existen, conste; aunque la verdad, ayer estuvo calladito.
A un descampado que tiene romero, zarzas, pinos y hasta un madroño y una charca, yo no lo llamaría descampado.
Aquí los descampados en vez de romero tienen eso que llaman malas hierbas, en vez de charca tiene charcos y también algunas cacas de perro secas.
(Disculpen ustedes por mi mal francés)
Qué gran pianista era ese Leonhard.
Un saludo
me altera las hormonas y la libido me prospera.
Qué bonita, qué bonita,
voy a estrenar calzoncillos.
Se va a enterar la tendera (aquí encaja también portera o lechera)
Un saludo de admiración Sr. Frikosal
Me alegran las Macros, despues de los super teleobjetivos y fotos de galaxias inalcanzables.
Como me alegra el sol y la primavera, como entradas como esta.
En cuanto a la basura y quien sabe qué, usted lo ha dicho mejor.
Abrazo
Saludos
Muy buena la foto, como siempre.
Me gusta leerle.
Saludos!
Me ha imprsionado su lírica. Había oído puntos de vista similares, pero nunca expresados con tanta claridad y elocuencia.
Suzanne es muy bonita, pero después me enteré un poco de las motivaciones del autor, casi hubiera preferido dejarlo en un enigma
Es muy triste lo del árbol lleno de porquerías y esa dilatación temporal de la decisión del ayuntamiento. Que bien juegan la carta de la espera.
Celebro que te haya gustado esta entrada.
Aquí el buen tiempo ya está llegando. Buscando tritones yo ya me bañé (hasta la cintura) en el río, aunque el cuerpo cada vez lo tengo para menos.
Allí en las montañas a veces incluso en Abril caen nevadas de consideración ¿no?
Asi me deben llamar, el loco del descampado, efectivamente.
Si que son puñeteras, aunque yo nunca he sabido si el picor es por la sugestión. Espero seguir sin saberlo.
Un agrimensor agobiado de trabajo estupido es lo que soy. Pero gracias !
Las primeras son preciosas.
Me pasé a verlas. A mi me gustaría saber un 1% de lo que tu sabes de botánica, pero no me entra.
Quien es usted realmente ? O. Aceves ?
Si que es un contraste. Por la mañana, hormigas y por la tarde galaxias. Con la misma cámara y los mismos ojos !
Ver y fotografiar también en tu caso. Te he añadido a los enlaces para ir viendo que haces. Un saludo !
Debes estar más al sur, aquí todavía no han llegado las golondrinas, les debe faltar bastante. No se si todos los que ensucian son así, es algo muy curioso por que la gente se comporta de esta manera. Pero peor para el medio ambiente es el ayuntamiento.