La estación de Atocha y otras fotos químicas
Ultimamente voy bastante a Madrid. Son viajes apresurados de un solo día que no dejan tiempo para nada, pero el tren es mucho más cómodo que el avión y además la estación de Atocha me parece preciosa.
Cuando no voy a hacer fotos de naturaleza, por ejemplo en Madrid, me gusta dejar dentro de la bolsa una cámara de película. Como hago pocas fotos, cada carrete me dura dos o tres meses. Y al revelarlas siempre me llevo alguna sorpresa al ver las que ya no recordaba. Como esta: le pedí permiso al maquinista para hacer una foto de la cabina y contra todo pronóstico me dijo que si.
O esta de las estrellas sobre la ciudad (pinchen para ampliarla por que si no, no se ve nada),
que es la versión analógica de esta:
A mi me gusta mucho más la versión digital, y lo digo con cierta nostalgia por que creo que en el mundo debe haber un lugar para la fotografía química, que es mucho más verosímil. Y además, uno debe aceptar las limitaciones del medio, los balances de blancos imperfectos, el grano, la imposibilidad de disparar mucho... y todo vuelve a ser más natural y alejado de este perfeccionismo digital que nos está matando.
Yo les recomiendo a los aficionados que saquen las viejas cámaras y se den el gusto de tirar unas fotos de vez en cuando, pero tranquilamente... sin esperar demasiado, solamente la sorpresa de verlas al cabo de unas semanas.
Cuando no voy a hacer fotos de naturaleza, por ejemplo en Madrid, me gusta dejar dentro de la bolsa una cámara de película. Como hago pocas fotos, cada carrete me dura dos o tres meses. Y al revelarlas siempre me llevo alguna sorpresa al ver las que ya no recordaba. Como esta: le pedí permiso al maquinista para hacer una foto de la cabina y contra todo pronóstico me dijo que si.
O esta de las estrellas sobre la ciudad (pinchen para ampliarla por que si no, no se ve nada),
que es la versión analógica de esta:
A mi me gusta mucho más la versión digital, y lo digo con cierta nostalgia por que creo que en el mundo debe haber un lugar para la fotografía química, que es mucho más verosímil. Y además, uno debe aceptar las limitaciones del medio, los balances de blancos imperfectos, el grano, la imposibilidad de disparar mucho... y todo vuelve a ser más natural y alejado de este perfeccionismo digital que nos está matando.
Yo les recomiendo a los aficionados que saquen las viejas cámaras y se den el gusto de tirar unas fotos de vez en cuando, pero tranquilamente... sin esperar demasiado, solamente la sorpresa de verlas al cabo de unas semanas.
Comentarios
La primera, de la lagarta, es magnifica.
Saludos.
Ignis,
Anda-ya como estamos por la mañana, hay cosas que mejor no decirlas ni en broma.
Todo se saldó con un carrete velado y un susto de aquí no te menees, porque no sé quién estaba más acojonado, si el director o yo, a juzgar por las reverencias que hacia a los oficiales que vinieron.
Y de esto hace ya más de 20 años. No me imagino ahora haciendo fotos en las cabinas de los aviones o en edificios públicos, ahora que estamos todos un poco histéricos con el tema.
Aunque hace poco salió la historia de un tipo al que detuvieron por hacer fotos de estaciones, para un concurso que convoca Amtrack, que seria la Renfe en USA.
y las fotos geniales!
un saludo
Probablemente tengas razón en lo de las fotos a personas, yo la verdad es que no suelo hacer muchas excepto.
Mían,
Gracias !
La luz que se ve en el borde de las casas es atardecer o contaminacion??
Besitos!!!!!
El que no avises aunque sea para tomarnos una caña y un bocata de Calamares en el Brillante... no te lo perdono... ;-)