Una hora
Por la tarde había elegido el lugar -que no revelaré- desde donde la estrella polar parecía estar en la cima de esa extraña roca de la izquierda. Regresé ya de noche, monté el trípode y la cámara, ajusté los controles para que cada estrella saliera con todo su color, encuadré la imagen, preparé el temporizador, apreté el botón... y me dispuse a esperar una hora a que se hiciera la foto (con la majestuosa lentitud de los daguerrotipos).
A causa de la rotación de la Tierra las estrellas parecen girar en torno a un punto imaginario, muy cerca de donde está la estrella polar. Para que ese efecto sea claramente visible en una foto hay que tener paciencia. Una hora no es nada si se pasa charlando con unos amigos o leyendo un libro. En un aeropuerto ya se hace un poco más pesada. Y en un lugar desconocido, de noche, estando solo en mitad del monte puede hacerse realmente larga, principalmente por culpa de los monstruos.
Lo primero que hice fue abrigarme bien. El día no había sido frío pero las noches serenas son siempre glaciales incluso en verano, no digamos en febrero. Me comí la exígua cena a oscuras, mirando las estrellas sin más problema, pero a los 20 minutos se presentaron mis primeros fantasmas, que fueron de naturaleza fotográfica. ¿Tal vez había encuadrado mal la foto? ¿No sería mejor interrumpir la exposición y elegir otro encuadre? ¿O, por lo menos, acercarme a mirar que tal estaba quedando la foto? Tal vez, si las estrellas estaban saliendo descoloridas, sería posible empezar otra...
¡No! Buenas o malas, las 15 exposiciones programadas, de cuatro minutos, debían ser ininterrumpidas: la más mínima pausa provoca una separación intolerable de las trazas, el menor movimiento de la cámara hace que las imágenes se desencajen, menos de una hora no es suficiente.
Después llegaron los peores temores, los personales. ¿Donde habré metido el móvil, la cartera..? ¿Seguirá el coche alquilado allí donde lo dejé? ¿Va a arrancar? ¿Tengo la llave de la puerta de entrada del hotel? Esos cantos fantasmagoricos ¿son realmente un cárabo?, ese jabalí que se oye gruñir ¿está suficientemente lejos?.
Un amigo me hizo notar que algunos de los mejores fotógrafos de naturaleza fueron escaladores, por ejemplo Galen Rowell, a causa de la gran fortaleza mental que tienen. Yo tengo un poco de vértigo.. pero pude resistir una hora. Finalmente terminó la última exposición y entonces, con la luz de la linterna, pinté las rocas de primer término y recogí el equipo.
Revisé mil veces no haberme olvidado nada y me marché, para estar por la mañana siguiente a las ocho pulcramente vestido y poder acudir a la reunión como un agrimensor más.
A causa de la rotación de la Tierra las estrellas parecen girar en torno a un punto imaginario, muy cerca de donde está la estrella polar. Para que ese efecto sea claramente visible en una foto hay que tener paciencia. Una hora no es nada si se pasa charlando con unos amigos o leyendo un libro. En un aeropuerto ya se hace un poco más pesada. Y en un lugar desconocido, de noche, estando solo en mitad del monte puede hacerse realmente larga, principalmente por culpa de los monstruos.
Lo primero que hice fue abrigarme bien. El día no había sido frío pero las noches serenas son siempre glaciales incluso en verano, no digamos en febrero. Me comí la exígua cena a oscuras, mirando las estrellas sin más problema, pero a los 20 minutos se presentaron mis primeros fantasmas, que fueron de naturaleza fotográfica. ¿Tal vez había encuadrado mal la foto? ¿No sería mejor interrumpir la exposición y elegir otro encuadre? ¿O, por lo menos, acercarme a mirar que tal estaba quedando la foto? Tal vez, si las estrellas estaban saliendo descoloridas, sería posible empezar otra...
¡No! Buenas o malas, las 15 exposiciones programadas, de cuatro minutos, debían ser ininterrumpidas: la más mínima pausa provoca una separación intolerable de las trazas, el menor movimiento de la cámara hace que las imágenes se desencajen, menos de una hora no es suficiente.
Después llegaron los peores temores, los personales. ¿Donde habré metido el móvil, la cartera..? ¿Seguirá el coche alquilado allí donde lo dejé? ¿Va a arrancar? ¿Tengo la llave de la puerta de entrada del hotel? Esos cantos fantasmagoricos ¿son realmente un cárabo?, ese jabalí que se oye gruñir ¿está suficientemente lejos?.
Un amigo me hizo notar que algunos de los mejores fotógrafos de naturaleza fueron escaladores, por ejemplo Galen Rowell, a causa de la gran fortaleza mental que tienen. Yo tengo un poco de vértigo.. pero pude resistir una hora. Finalmente terminó la última exposición y entonces, con la luz de la linterna, pinté las rocas de primer término y recogí el equipo.
Revisé mil veces no haberme olvidado nada y me marché, para estar por la mañana siguiente a las ocho pulcramente vestido y poder acudir a la reunión como un agrimensor más.
Comentarios
Un saludo
Me dejas impresionado. como de costumbre.
Por cierto cuando haces las localizaciones diurnas ¿llevas una brújula?
Felicidades.
Así como tu galería de invertebrados que es lo único que me ha dado tiempo a ver de momento. Buenísima.
Saludos!
Y, aunque se empeñe en atormentarse, usted me parece un hombre feliz.
Lleve cuidado con los jabalíes, que algunos le hacen a uno gritar "¡cullons!" en medio de la noche oscura.
Y se ha olvidado usted el pensamiento siguiente: que demonios estaré haciendo aquí pudiendo estar en casa tranquilamente, seré rarito!
Picotverd
Buena cosa me has dicho de los furtivos.. un motivo más para preocuparme :)
Este verano quedamos y te cuento todo lo que se.
Que maravilla!
Saludos
Un paseíto por las últimas entradas, y nostalgia del cielo.
Está muy despejado, aquí, en el Cantabrico. Pero habría que salir de la ciudad, y abrigarse bien, para curar un poquito esa nostalgia.
Los fantasmas... vienen cuando estoy muy quieta. Y eso pasa pocas veces.
Me gusta casiopea.
Un paseíto por las últimas entradas, y nostalgia del cielo.
Está muy despejado, aquí, en el Cantabrico. Pero habría que salir de la ciudad, y abrigarse bien, para curar un poquito esa nostalgia.
Los fantasmas... vienen cuando estoy muy quieta. Y eso pasa pocas veces.
Me gusta casiopea.
A ver si subo una casiopea bien grande.
Llevo una brújula para saber donde está el norte y un gps para poder marcar el lugar exacto y después poder encontrarlo de noche, cosa que tiene su miga si no se conoce la zona.
Lo del PS no tiene ninguna complicación, hay que poner una imagen por capa y después combinarlas con el modo que escoge el máximo entre las dos capas, no recuerdo como se llama pero lo verás enseguida.
Esto es lo bueno, no estar en casa :)
Cuando uno se plantea si no estaría mejor en casa es que la cosa ya se ha complicado bastante.
Eso es un piropo muy grande, ya se lo dije, pero muchas gracias. Lo de la felicidad me va a ratos. A veces, mucho, a veces muy poco. Como todo el mundo, supongo.
Ohhh, si... Frikosal, noto el poder del lado oscuro en tu corazon. No temas libera todo su potencial, unete al poder del photoloris.
Use the force Friks.