Ultimas luces, primeras estrellas
Después de la puesta de sol el cielo empezó a oscurecerse y poco a poco fueron saliendo las primeras estrellas. Por una vez pude estar en un lugar con el cielo casi absolutamente puro, de color azul profundo, sin ningún rastro visible de luces eléctricas.
Aquella tarde había visto una cigüeña negra, por tercera vez en mi vida, y es una lástima que yo no crea en la ornitomancia: ver a un pájaro tan formidable cruzando el cielo forzosamente tiene que ser un buen augurio.
Cuando la linterna ya fue imprescindible para poder andar, los últimos visitantes se fueron marchando, tal vez sorprendidos al verme esperando al borde del camino tan cargado. Entonces yo me adentré en el bosque para regresar al lugar que había elegido unas horas antes.
Pero no pude resistir la tentación de fotografiar este alcornoque que estaba justo debajo de Orión.
¿Cuanto valdría un cielo absolutamente puro? Tal vez si los diversos alcaldes, consejeros y ministros de medio ambiente supieran algo o tuvieran alguna sensibilidad, por poca que fuera, entonces podrían emocionarse al ver el cielo, o la exquisita cópula de la libélula azul cobalto. Pero al parecer su mente se rige exclusivamente por los razonamientos económicos, y esto les hace derivar inevitablemente hacia el golf y los parques temáticos. Yo, desde este humilde cuaderno, les pediría que valorasen el potencial económico que tiene permitir a la gente el libre acceso a la naturaleza inmaculada.
Esta es Orion, para muchos la constelación más bella del cielo. Ahora se puede ver incluso desde las ciudades, las tres estrellas del centro, el cinturón, son inconfundibles.
Aquella tarde había visto una cigüeña negra, por tercera vez en mi vida, y es una lástima que yo no crea en la ornitomancia: ver a un pájaro tan formidable cruzando el cielo forzosamente tiene que ser un buen augurio.
Cuando la linterna ya fue imprescindible para poder andar, los últimos visitantes se fueron marchando, tal vez sorprendidos al verme esperando al borde del camino tan cargado. Entonces yo me adentré en el bosque para regresar al lugar que había elegido unas horas antes.
Pero no pude resistir la tentación de fotografiar este alcornoque que estaba justo debajo de Orión.
¿Cuanto valdría un cielo absolutamente puro? Tal vez si los diversos alcaldes, consejeros y ministros de medio ambiente supieran algo o tuvieran alguna sensibilidad, por poca que fuera, entonces podrían emocionarse al ver el cielo, o la exquisita cópula de la libélula azul cobalto. Pero al parecer su mente se rige exclusivamente por los razonamientos económicos, y esto les hace derivar inevitablemente hacia el golf y los parques temáticos. Yo, desde este humilde cuaderno, les pediría que valorasen el potencial económico que tiene permitir a la gente el libre acceso a la naturaleza inmaculada.
Esta es Orion, para muchos la constelación más bella del cielo. Ahora se puede ver incluso desde las ciudades, las tres estrellas del centro, el cinturón, son inconfundibles.
Comentarios
la ornitomancia es una ciencia demostrada pero que no está al alcance de descreídos. La consecución de bienes económicos y la construcción de campos para práctica del noble deporte del golf, también enaltecen el alma y son caminos de sabiduría y redención. Hijo mío.
Buena foto Frikosal, tiene ese tono azul precioso que me encanta. Siempre he envidiado su fuerza de voluntad y tenacidad, esto como las estrellas, tampoco se enseña ya en la escuela.
Una maravilla de foto y de lección. Buscaré a Orión, pero ... dudo de que la encuentre.
Besos
Para estudiar astronomía, el Sr. Maragall tendría que proponer un cambio de horario en las escuelas, y empezarlas clases a las 6 de la tarde. Comprenda que los padres se le tirarían al cuello, porque no sabrían que hacer con sus hijos durante el día, y los profesores pedirían un plus de nocturnidad para el que no habría presupuesto.
Dr. Friko, ese azul enamora. Cuán cerca tenemos las cosas más bellas y ni nos percatamos. (vale también aplicarlo para las personas)
Un diez !
saludos
Me parece que mis hijos llamaban a Orión la cafetera.
Los padres también podrían dedicarse al tema y sería precioso.
!Hermosa foto! El que vale. vale, y el que no para maestro.
Preciosas fotos y preciosa declaración de principios en tu perfil. Eres una rara avis en este mundo fastuoso de la blogosfera.
!Felicidades!
Besiños!!!!
La ornitomancia es una realidad, pero (como su reverencia ya sabrá) choca con el obstáculo de que muchas de las especies utilizadas por los augures ya están prácticamente extinguidas.
La fuerza de voluntad que vd me supone siempre la empleo en cosas absurdas que no me dan más que problemas, en lugar de dedicarme a acumular riquezas para pasar mi vejez, ya casi inminente. Me veo durmiendo en los cajeros automáticos, a merced de los skinheads.
Ambos han salido, Orion y el alcornoque..
Si que vas a encontrar a Orion, mira al sur, o sur-este y verás esas tres estrellas centrales casi alineadas, son inconfundibles.
Pero no se podría explicar dentro de una asignatura de ciencias naturales ?
¡Muy bueno lo de la cafetera!
Parece una melita..
Pues claro que las cosas maravillosas que nos hacen sentir vivos, como algunas nociones básicas de astronomía, deben enseñarse en las escuelas.
De lo contrario solamente están al alcance de los pocos afortunados que tienen unos padres capaces de transmitirselas.
Yo, si diera clases en una escuela de niños pequeños, no podría evitar hablar de las cosas que me apasionan.
Es más, cada año voy dos o tres veces a clases de párvulos o de primaria a enseñarles fotos de quebrantahuesos, de libélulas y de serpientes. Todo ello en mi tiempo libre y sin cobrar (obviamente), en escuelas públicas de barrio, para abrir los ojos a los niños.
Muchas gracias !
Los niños en ese momento estaban muy lejos, yo estaba de viaje. A veces me acompañan pero no tanto como yo quisiera, son pequeños y estas actividades al aire libre requieren de mucha paciencia, frío etc.