40 años, 60 minutos en P4
40 años.
Bueno, el caso es que hoy cumplo 40 años. A medida que caía la tarde me ha ido entrando una tristeza impresionante. No por la tan temida crisis de los 40, que yo pasé a los 30, si no por que si. Son cosas que me ocurren, no se las deseo a nadie.
Como tenía unos minutos, me he puesto a escribir una cosita sobre los 40. Me ha salido un rollo negro, triste y deprimente sobre el paso del tiempo, las expectativas para mi vida futura, las cosas que ya se seguro que no voy a hacer, la enfermedad y muerte de mi padre, los amigos que ya se murieron y temas por el estilo.
Pero de pronto he recordado un comentario reciente de A, a la que no conozco personalmente, diciendo que el blog la había animado. Es muy bonito que la gente se alegre leyendo mis cosas. Así que esta tarde-noche dejo tapada esa gran olla con abundante mierda que me hierve dentro de la cabeza, guardo el texto triste para otro día, y recupero un texto de hace un par de años. Justamente ayer fui a la clase de párvulos de tres años a enseñarles los insectos a mi hijo y sus compañeros, salí de buen humor.
60 minutos en P4
Los niños de la ciudad, en estos tiempos que corren, además de las cosas esenciales como los videojuegos y los monstruos del pokemon, conocen los animales que se ven por la tele: tigres, leones, elefantes, todo tipo de dinosaurios, cocodrilos y demás. Se trata de seres lejanos, que viven o vivieron en lugares lejanos y tiempos remotos.
Algunos niños están convencidos de que el tiranosaurus rex existe, no como existen los personajes del pokemon, sino de la misma manera que el rinoceronte o el lenguado. Es el problema de excederse en lo virtual, se acaba por perder el sentido de lo que es real o irreal. (Y aquí, hablando de lo que existe y lo que no existe, quisiera mencionar el argumento ontológico de San Anselmo).
De modo que, quijotescamente, he ido al parvulario de mi hijo a predicar los insectos, que son tan interesantes como los dinosaurios, mucho más que los pokemons (creo) y además tienen la enorme ventaja de existir de verdad, solamente hay que salir de las ciudades para poder verlos.
El parvulario público en mi ciudad-dormitorio es una pequeña babel. A primera hora, las nueve de la mañana, entran los niños y niñas de cuatro añitos a la de sala de proyecciones, que ya está a oscuras. Van con la bata recién puesta. Yo les estoy esperando con mis fotos a punto. Se ven enormes en la pantalla del proyector. Los insectos tan grandes hacen mucho efecto, casi como si fuera el cine. Por allí van desfilando las hormigas, con nada menos que seis patas, cabeza, tórax y abdomen, y además ¡antenas en la frente! Las moscas, que tienen una ventosa en la boca. Una mariposa, poniendo un huevo como si fuera una gallina. Una mariquita roja y negra, a punto de zamparse unos pulgones. Una hormiga que transporta un escarabajo al nido para repartirlo entre todas. La avispa reina con su primer huevo. Mariquitas de color naranja con los topos blancos, y de color verde metalizado. Aunque parezca mentira, todo esto existe, está cerca y es lo más salvaje que nos queda.
Me gustaría que pudierais ver la cara de asombro que ponen al ver los insectos tan ampliados. Me interrumpen continuamente para contarme sus anécdotas. Las orugas les recuerdan a los gusanos de seda, que por lo visto siguen siendo un pasatiempo popular. La mayoría han visto hormigas y chinches (me refiero a chinches vegetarianos, inofensivos, que mucha gente confunde con las mariquitas). Estos animales, de extraordinaria resistencia, malviven en el solar de delante del colegio, que se usa (*) como aparcamiento, entre las malas hierbas y la mierda de perro. Los saltamontes ya les resultan más raros. Es que no todos tienen la suerte de que sus papás les lleven al monte para enseñarles los animales que tienen existencia real y próxima. Creo que algunos de estos niños no han salido jamás de esta ciudad monstruosa, excepto tal vez para ir a otra o a un parque temático.
Para terminar, pongo fotos de animales que se alimentan de insectos: una golondrina que lleva una mariposa nocturna a sus polluelos, un sapo que se traga un chiche de un lengüetazo.
Acabo rogándoles que no sean crueles con los insectos. Por que son pequeños pero muy delicados y muy bonitos. Me despido, ¡hasta el año próximo! Y se van todos tan contentos a su clase diciéndome adiós desde la fila.
Al salir de la sesión, las profesoras, auténticas heroínas, les han hecho dibujar alguno de los bichos que han visto. Y me han regalado un libro con todos los dibujos, que guardo en un lugar especial con el resto de mis tesoros.
---
(*) Corrijo. El solar se usaba como aparcamiento, ahora el ayuntamiento ha decidido vallarlo y dejarlo por tiempo indefinido sin absolutamente ningún uso, para que la gente tenga que ir por necesidad a los de pago recién construidos en el subsuelo.
Bueno, el caso es que hoy cumplo 40 años. A medida que caía la tarde me ha ido entrando una tristeza impresionante. No por la tan temida crisis de los 40, que yo pasé a los 30, si no por que si. Son cosas que me ocurren, no se las deseo a nadie.
Como tenía unos minutos, me he puesto a escribir una cosita sobre los 40. Me ha salido un rollo negro, triste y deprimente sobre el paso del tiempo, las expectativas para mi vida futura, las cosas que ya se seguro que no voy a hacer, la enfermedad y muerte de mi padre, los amigos que ya se murieron y temas por el estilo.
Pero de pronto he recordado un comentario reciente de A, a la que no conozco personalmente, diciendo que el blog la había animado. Es muy bonito que la gente se alegre leyendo mis cosas. Así que esta tarde-noche dejo tapada esa gran olla con abundante mierda que me hierve dentro de la cabeza, guardo el texto triste para otro día, y recupero un texto de hace un par de años. Justamente ayer fui a la clase de párvulos de tres años a enseñarles los insectos a mi hijo y sus compañeros, salí de buen humor.
60 minutos en P4
Los niños de la ciudad, en estos tiempos que corren, además de las cosas esenciales como los videojuegos y los monstruos del pokemon, conocen los animales que se ven por la tele: tigres, leones, elefantes, todo tipo de dinosaurios, cocodrilos y demás. Se trata de seres lejanos, que viven o vivieron en lugares lejanos y tiempos remotos.
Algunos niños están convencidos de que el tiranosaurus rex existe, no como existen los personajes del pokemon, sino de la misma manera que el rinoceronte o el lenguado. Es el problema de excederse en lo virtual, se acaba por perder el sentido de lo que es real o irreal. (Y aquí, hablando de lo que existe y lo que no existe, quisiera mencionar el argumento ontológico de San Anselmo).
De modo que, quijotescamente, he ido al parvulario de mi hijo a predicar los insectos, que son tan interesantes como los dinosaurios, mucho más que los pokemons (creo) y además tienen la enorme ventaja de existir de verdad, solamente hay que salir de las ciudades para poder verlos.
El parvulario público en mi ciudad-dormitorio es una pequeña babel. A primera hora, las nueve de la mañana, entran los niños y niñas de cuatro añitos a la de sala de proyecciones, que ya está a oscuras. Van con la bata recién puesta. Yo les estoy esperando con mis fotos a punto. Se ven enormes en la pantalla del proyector. Los insectos tan grandes hacen mucho efecto, casi como si fuera el cine. Por allí van desfilando las hormigas, con nada menos que seis patas, cabeza, tórax y abdomen, y además ¡antenas en la frente! Las moscas, que tienen una ventosa en la boca. Una mariposa, poniendo un huevo como si fuera una gallina. Una mariquita roja y negra, a punto de zamparse unos pulgones. Una hormiga que transporta un escarabajo al nido para repartirlo entre todas. La avispa reina con su primer huevo. Mariquitas de color naranja con los topos blancos, y de color verde metalizado. Aunque parezca mentira, todo esto existe, está cerca y es lo más salvaje que nos queda.
Me gustaría que pudierais ver la cara de asombro que ponen al ver los insectos tan ampliados. Me interrumpen continuamente para contarme sus anécdotas. Las orugas les recuerdan a los gusanos de seda, que por lo visto siguen siendo un pasatiempo popular. La mayoría han visto hormigas y chinches (me refiero a chinches vegetarianos, inofensivos, que mucha gente confunde con las mariquitas). Estos animales, de extraordinaria resistencia, malviven en el solar de delante del colegio, que se usa (*) como aparcamiento, entre las malas hierbas y la mierda de perro. Los saltamontes ya les resultan más raros. Es que no todos tienen la suerte de que sus papás les lleven al monte para enseñarles los animales que tienen existencia real y próxima. Creo que algunos de estos niños no han salido jamás de esta ciudad monstruosa, excepto tal vez para ir a otra o a un parque temático.
Para terminar, pongo fotos de animales que se alimentan de insectos: una golondrina que lleva una mariposa nocturna a sus polluelos, un sapo que se traga un chiche de un lengüetazo.
Acabo rogándoles que no sean crueles con los insectos. Por que son pequeños pero muy delicados y muy bonitos. Me despido, ¡hasta el año próximo! Y se van todos tan contentos a su clase diciéndome adiós desde la fila.
Al salir de la sesión, las profesoras, auténticas heroínas, les han hecho dibujar alguno de los bichos que han visto. Y me han regalado un libro con todos los dibujos, que guardo en un lugar especial con el resto de mis tesoros.
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(*) Corrijo. El solar se usaba como aparcamiento, ahora el ayuntamiento ha decidido vallarlo y dejarlo por tiempo indefinido sin absolutamente ningún uso, para que la gente tenga que ir por necesidad a los de pago recién construidos en el subsuelo.
Comentarios
Sigue peleando, que vale la pena. Al menos, la cara de sorpresa de los peques no tiene precio.
Te reconfortará escuchar "Struggle for pleasure" de Wim Mertens.
Nosaltres vivim en un poble, i també tinc la sensació de que molts nens, i molts grans no s'han fixat en les coses més petites. No saben el què es perden!
Ah, i felicitats! :)
Lo que daría por asistir a una de esas clases.
Por cierto, amí tambíen me animan tus entradas (casi siempre, ejem)
Jesús A.
Nos vemos la proxima semana, cueste lo que cueste.
-th
Es el feliz cumpleaños Mexicano :))) Feliz Cumpleaños Dr. Frikosal.
Y no os deprimas, los 40 es la mejor década! Te lo dice una que está en ella desde ya hace algunos años :)))
Y esta década, de verdad es maravillosa.....uno sigue siendo joven, yo me siento mejor que cuando tenía 20 :) pero con una experiencia enorme y una capacidad de asombro de un ser nuevo.
Vivan los cuarenta!
:)
Tu saliste con buen humor de los 60 minutos en P4 pero puedo imaginar la fascinación de los pequeños asistentes ante ese mundo animal que les mostraste con tus fotos y que despierta la imaginación, los sentidos, la curiosidad y habla de una forma muy especial de mirar y de ver. Seguro que el cuaderno que te regalaron es una joya, como tus fotos y la manera en que las explicas.
Y no dudes que transmites todo eso en tu blog. Cada post es un regalo y un encuentro con un mundo propio que da mucha alegría poder compartir.
Thanks
Que buena idea publicarlo asi, no?
Más regalos.
¿Es usted catalan?
Ánimo. Muy interesante lo de enseñar insectos a los chavales, recuerdo que a mi me impactaron bastante los dibujos de la "Abeja Maya", que ahora también se los pongo a mi hija. No están nada mal y son bastante realistas para ser dibujos animados.
I no estiguis trist...Veuràs com els quaranta són una bona dècada.
No facis balanç del passat ni et preocupis pel futur. Disfruta cada moment amb intensitat.
Per molts anys.
Tienes cuerda pa rato, pa muuucho rato. Felicidades frikosal.
Si te cuento lo mio con 50... ESO si que pesa...
Y yo que creia que era el único depresivo de mierda...
Si te cuento lo mio con 50... ESO si que pesa...
Y yo que creia que era el único depresivo de mierda...
Muchas gracias a todos !!!
Ignis,
Tomo nota de ese Struggle for pleasure. Me halagan tus elogios pero ¡ojo! se va a notar que somos amigos :)
Se hizo algo con insectos a modo de Pokemons en Japón, pero no se si el tema derivó una vez más a luchas y cosas por el estilo.
Jesús, "Como si me felicitara las navidades" jeje, que bueno.
Th, a ver si es cierto.
Odette, "no puedes sentirte triste teniendo tal sensibilidad". Mmmm, no se, lo intentaré.
Algunos insectos espachurré yo también.
Es muy gratificante lo de ir al parvulario un rato, pero yo no podría aguantarlo todo el tiempo. Hay que tener un caracter especial para eso, yo no lo tengo.
Muy buena idea "El quadern gris"
No está mal del todo la abeja Maya, tengo un recuerdo confuso pero me gustó.
Y muchas cosas más que se me quedan por contestar, gracias a todos de nuevo.
Tiene que dar una satisfación increible ver las caras y las expresiones de los niños.
Un abrazo.
Los 40 son una década estupenda.
Sin duda.
Felicidades