Borges según Bioy (i)
Entonces Bioy Casares recordó que uno de los heresiarcas de Uqbar había declarado que los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres.
Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, Borges, 1944.
La Dra.G. me ha prestado el monumental Borges, de Adolfo Bioy Casares, que en estos momentos está en mi mesilla de noche. Durante años, Borges y Bioy fueron todo lo amigos que pueden serlo dos personas. Casi a diario comían juntos y conversaban durante horas. Especialmente de literatura, algunas veces de política. Bioy anotaba un resumen de las conversaciones en su diario. Antes de morir, separó -y editó- todo lo que tenía que ver con Borges.
De este océano de conversaciones privadas emerge un Borges que es interesante no solamente como autor si no como personaje. Pero, atención: Borges (según Bioy) resulta ser un tipo cargante, elitista, que normalmente si habla de un autor es para destrozarlo. En rarísimas ocasiones emite un juicio favorable, prácticamente nunca muestra la menor compasión por nadie. Ya me lo advirtió la Dra: mejor no lo leas, más vale que te quedes con su obra.
Pero yo no desistí y he navegado -en diagonal- las 1600 páginas con un lápiz en la mano en busca de algunas claves para Borges (El índice de autores y temas citados es totalmente erróneo, inservible). Debo aclarar que no conozco ni tan solo una parte infinitesimal de los autores que ellos citan. He capeado el temporal, saltando párrafos enteros. Comento algunas cosas, y si veo que esto interesa a alguien, otro día continúo (omitiré por el momento el debate acerca de si es lícito difundir las conversaciones privadas de un amigo):
-La erudición. Ambos, Borges y Bioy, tienen una cultura sobrehumana. Yo ignoro a casi todos los autores de los que hablan. Pero me alegra ver que dejan bien, por ejemplo, a Graves, a Swift, las 1001 noches (las 1001 noches es uno de sus temas preferidos). Me pregunto que hubiera pasado si, mediante algún prodigio como una máquina del tiempo, yo hubiera podido materializarme en una de aquellas cenas en casa de Bioy. Pasado el primer interés de dos autores de ficción por conocer a una persona del futuro, me hubieran dejado fatal.
-El valor, el honor, la heroicidad (absurda). Borges descendía de militares. Uno de sus antepasados avanzó heroicamente a pecho descubierto para que el enemigo lo matara a tiros, como es debido. Este tema se repite una y otra vez en sus conversaciones (ver, por ejemplo, 17/12/1959, 15/5/1960) y en sus cuentos, por ejemplo, en El incivil maestro de ceremonias Kotsuké no Suké y en Emma Zunz). Emma Zunz, a mi entender, contiene otra de las claves para entender a Borges.
-La civilización. El 11/6/67, Borges dijo: En una guerra entre un país bárbaro y uno civilizado, aunque la razón estuviera del lado de los bárbaros, habría que desear el triunfo de los civilizados, para el bien del mundo. Borges es deliberadamente injusto por que considera la civilización como un bien superior que debe ser preservado. No puedo estar más en desacuerdo.
-La religión. Alguien, al leer el Argumentum Ornitologicum de Borges pensó que era creyente. Pero yo creo que no hay nada más lejos de la realidad. Es impagable su comentario del 2/9/56, Qué época rara aquélla. Había dioses o las personas se creían dioses. Están crucificando a unos hombres; uno le dice a otro que es un dios; el otro le cree; el primero le dice que esa noche estarán juntos en el cielo. Y, te das cuenta, la burla. La inscripción: Rey de los judíos. Y los soldados jugando a los dados. Y el que lo traiciona es el que le da el beso. Todo eso escrito en unas pocas líneas –uno escribiría páginas y páginas– y allí están, los mejores detalles circunstanciales, la historia más extraordinaria, contada al pasar. ¿Y qué me decís de las últimas palabras? “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” En ese momento comprendió que no era dios ni nada: un hombre muriéndose. Y esas palabras las registran quienes quieren probarnos que era un dios. Todo es rarísimo. Algunas veces Borges parece incluso mejor como conversador.
Actualización: Un amable lector anónimo me manda un enlace al índice analítico corregido (yo no he podido comprobar si es mejor que el que viene en el libro). Si alguien lo hace le ruego me informe. Por favor lectores amables no sean anónimos.
Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, Borges, 1944.
La Dra.G. me ha prestado el monumental Borges, de Adolfo Bioy Casares, que en estos momentos está en mi mesilla de noche. Durante años, Borges y Bioy fueron todo lo amigos que pueden serlo dos personas. Casi a diario comían juntos y conversaban durante horas. Especialmente de literatura, algunas veces de política. Bioy anotaba un resumen de las conversaciones en su diario. Antes de morir, separó -y editó- todo lo que tenía que ver con Borges.
De este océano de conversaciones privadas emerge un Borges que es interesante no solamente como autor si no como personaje. Pero, atención: Borges (según Bioy) resulta ser un tipo cargante, elitista, que normalmente si habla de un autor es para destrozarlo. En rarísimas ocasiones emite un juicio favorable, prácticamente nunca muestra la menor compasión por nadie. Ya me lo advirtió la Dra: mejor no lo leas, más vale que te quedes con su obra.
Pero yo no desistí y he navegado -en diagonal- las 1600 páginas con un lápiz en la mano en busca de algunas claves para Borges (El índice de autores y temas citados es totalmente erróneo, inservible). Debo aclarar que no conozco ni tan solo una parte infinitesimal de los autores que ellos citan. He capeado el temporal, saltando párrafos enteros. Comento algunas cosas, y si veo que esto interesa a alguien, otro día continúo (omitiré por el momento el debate acerca de si es lícito difundir las conversaciones privadas de un amigo):
-La erudición. Ambos, Borges y Bioy, tienen una cultura sobrehumana. Yo ignoro a casi todos los autores de los que hablan. Pero me alegra ver que dejan bien, por ejemplo, a Graves, a Swift, las 1001 noches (las 1001 noches es uno de sus temas preferidos). Me pregunto que hubiera pasado si, mediante algún prodigio como una máquina del tiempo, yo hubiera podido materializarme en una de aquellas cenas en casa de Bioy. Pasado el primer interés de dos autores de ficción por conocer a una persona del futuro, me hubieran dejado fatal.
-El valor, el honor, la heroicidad (absurda). Borges descendía de militares. Uno de sus antepasados avanzó heroicamente a pecho descubierto para que el enemigo lo matara a tiros, como es debido. Este tema se repite una y otra vez en sus conversaciones (ver, por ejemplo, 17/12/1959, 15/5/1960) y en sus cuentos, por ejemplo, en El incivil maestro de ceremonias Kotsuké no Suké y en Emma Zunz). Emma Zunz, a mi entender, contiene otra de las claves para entender a Borges.
-La civilización. El 11/6/67, Borges dijo: En una guerra entre un país bárbaro y uno civilizado, aunque la razón estuviera del lado de los bárbaros, habría que desear el triunfo de los civilizados, para el bien del mundo. Borges es deliberadamente injusto por que considera la civilización como un bien superior que debe ser preservado. No puedo estar más en desacuerdo.
-La religión. Alguien, al leer el Argumentum Ornitologicum de Borges pensó que era creyente. Pero yo creo que no hay nada más lejos de la realidad. Es impagable su comentario del 2/9/56, Qué época rara aquélla. Había dioses o las personas se creían dioses. Están crucificando a unos hombres; uno le dice a otro que es un dios; el otro le cree; el primero le dice que esa noche estarán juntos en el cielo. Y, te das cuenta, la burla. La inscripción: Rey de los judíos. Y los soldados jugando a los dados. Y el que lo traiciona es el que le da el beso. Todo eso escrito en unas pocas líneas –uno escribiría páginas y páginas– y allí están, los mejores detalles circunstanciales, la historia más extraordinaria, contada al pasar. ¿Y qué me decís de las últimas palabras? “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” En ese momento comprendió que no era dios ni nada: un hombre muriéndose. Y esas palabras las registran quienes quieren probarnos que era un dios. Todo es rarísimo. Algunas veces Borges parece incluso mejor como conversador.
Actualización: Un amable lector anónimo me manda un enlace al índice analítico corregido (yo no he podido comprobar si es mejor que el que viene en el libro). Si alguien lo hace le ruego me informe. Por favor lectores amables no sean anónimos.
Comentarios
Es curioso, pero tengo casi terminado un borrador sobre Borges, a quien tengo mucho cariño.
No he leido nada de 'Bustos', lo usaron para reirse de los escritores malos (según su punto de vista) pero por lo que parece no pudieron evitar escribir bien.
algún día deberíamos discutir algunas cosas
yo también creo en la civilización frente a la barbarie, lo siento
me ha costado mucho llegar hasta aquí
Gracias por tu visita!
Tal vez eso dependa casi por completo de que se entiende por civilización y por barbarie.
Creo que esto es lo que hubiera dicho sobre el libro de Bioy.
Es un poco difícil comprender al Borges persona o "personaje" sin haber vivido in situ las circunstancias políticas y sociales de un país como la Argentina. Además -y sobre todo en sus últimos años- a Borges le gustaba jugar al enfant terrible, lanzando frases provocatorias con la única intención -creo- de mofarse de sus detractores.
Descubrí hace poco tu blog y te felicito por las fotos fantásticas que haces, pero sobre todo por lo que bien que escribes y la pasión que parece que pones en todo lo que haces.
Agregué tu blog a mi lista de favoritos y te invito a darte una vuelta por el mío, y si te parece bien, agregarme entre tus links. Un saludo.