Llorar como los lagartos
El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantaritos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay cómo lloran y lloran.
¡ay! ¡ay!, cómo están llorando!
(Federico García Lorca)
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantaritos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay cómo lloran y lloran.
¡ay! ¡ay!, cómo están llorando!
(Federico García Lorca)
Yo tenía 36 años un día de octubre, y regresaba de fotografiar mariposas. Pero ya no había mariposas. En la radio del coche escuché la historia de los lagartos, tan tristes, tan viejos y tan pobres buscando su anillo. Yo también lloré. ¿Por qué lloré como los lagartos? Esta pérdida de un objeto tan especial, el anillo de desposados, que es de plomo, barato y pesado, que solamente tiene valor para ellos, me conmovió. Es, una vez más, el paso del tiempo y la destrucción de las ilusiones y los recuerdos.
A Charlot, en Tiempos modernos, se le cayó el reloj, la única herencia de su padre, en una prensa. El público rompió a reír. Pero mi madre me tuvo que sacar del cine, que tenía los asientos de madera, para no molestar a los demás con mi llanto.
Por favor ¿por qué ese cielo grande y sin gente? ¿es la indiferencia, junto con el capitán? Creo que en realidad eran dos ancianos, marido y mujer, llorando arrugados, al sol de una calle en Granada los que vio Federico siendo un niño. Y que bueno era, aunque a Borges no le gustara.
Comentarios
Besototes guapo y sigue disfrutando!!!!
G
Y lo de Charlot... ¿no puede ser que la gente se ría de la desgracia ajena para tratar de minimizar la suya propia o exorcizar fantasmas o temores? De todas maneras nunca lo he comprendido y no me solía reir en las de Charlot en general. Comer suelas muerto de hambre tampoco parece muy divertido, como no lo era hacer sopa de tierra en "La buena tierra" de P.S. Buck pero en ésta última era presentado en tono de tragedia y la gente no reía... puede que sea lo que pretendía más recientemente la película "La vida es bella". Sigue con tu blog.