Una noche de agosto
Este es el gran roble, y detrás está la Vía Láctea, en esta noche clara de Agosto. Justo ahora mismo acabo de leer que para los antiguos egipcios la Vía Láctea era como un Nilo celestial. La mancha blanca es Júpiter con sus satélites. Brilla más que cualquier otra estrella, y causa escándalo e incluso temor en el firmamento. Por allí, más arriba de las ramas, debe de andar el enigmático Plutón. Pero es miles de veces demasiado sutil para que pueda verlo la cámara. También se oyen los autillos cantando imperturbables, como si fueran radiofaros, y a veces a lo lejos, los extraños ladridos de los zorros y los gruñidos de los jabalíes que suelen pasar cerca de aquí. Siempre siempre tan reflexivos, me preguntan que estoy haciendo.
-Fotos, hago fotos, y también observo la galaxia de Andrómeda con mi modesto catalejo.
Veo pasar de vez en cuando extraños cuerpos celestes, demasiado rápidos para ser un avión y demasiado lentos para ser estrellas fugaces. Careciendo de fe en la Ufología, asumo que son satélites artificiales y recuerdo que CocaCola se estuvo planteando durante años si poner un anuncio en órbita.
Pero yo debo aprender algo de astronomía, por que si finalmente aterrizaran criaturas de otros planetas por lo menos ya podríamos hablar de las supernovas y los agujeros negros, que aterrorizaron desde el primer momento a mi hijo pequeño. El mayor se quedó consternado al saber que dentro de 4000 millones de años el sol explotará y reducirá la tierra a cenizas.
Esa luz roja del fondo, que parece infernal, en realidad es el reflejo de una gran Babilonia, con sus campos de Golf y sus urbanizaciones a medio construir por culpa de las suspensiones de pagos.
Comentarios
Aunque yo no se casi nada de las estrellas, pero bueno, algo aprenderé y trataré de contarlo. El martes compré un telescopio y ahora estoy en plena cuesta arriba, luchando contra mi ignorancia. Y con la contaminación luminosa, desde el tejado de mi casa solamente se ve Júpiter.
Un abrazo.
No sé yo si hablar de estas cosas con los extraterrestres no sería para ellos un juego de niños.
Cuando era niña, hace más de mil años, me angustiaba que el Sol nos engullera,luego con las pocas entendederas y con la escasa información, me consolaba pensando que ya estaría muerta, para desembocar en otra agonía mayor, la aniquilación de mi particular existencia,llegada a este punto, tampoco tenía asesoramiento,con lo cual ya me ves con un existencia infantil angustiada por A ,por B.....
Esas hogueras de la Babilonia en la lejanía,creo que la provocó Mefisto para desviarnos de la atención de las posibles maravillas de un dios invisible
(quizás es más probable que existan los extraterrestres que un dios).
Tampoco me gustaron, jamás, las discotecas,seguramente por ser gorda y fea y no tener ninguna posibilidad de caza.
Disfruto de sus ocurrencias plenamente. Gracias.(Mira de sosegar a tus niños cuando les asalten esas dudas tan tremendas)
Inuits
sobra decir que la foto esta espectacular.
saludos desde Medellín-Colombia.
Eres certera en tus observaciones.
Si que es angustioso lo del sol comiéndoselo todo, pero solamente para algunas personas. El niño tiene un sentido trágico de las cosas, es algo innato, tratamos de consolarle pero el alivio completo no es posible. Yo no recuerdo la infancia como una etapa feliz, tampoco la primera juventud. Lo de las discotecas me sugiere muchas cosas y desde que leí tu comentario no me lo saco de la cabeza, pero te has acercado mucho al centro del remolino y no puedo responder en un foro abierto. Un abrazo.
Bueno, a mi los jabalíes más que hablarme me gruñen. Me los imagino reflexivos por la forma como esquivan mis trampas (fotográficas). Los zorros son animales fantásticos, el otro día pude ver uno. No entiendo esa manía que les tienen algunas personas.
Me sonrojo ante semejantes elogios. A mi me hubiera gustado estudiar biología, pero eso lo se desde hace poco. En mi juventud me interesaban otras cosas. ¿Qué especialidad haces o harás? Aquí creo que hay micro, zoología.. y no se que más.
Leí lo de "Un biólogo no come, degusta. Un biólogo no huele, olfatea..." y me pareció fantástico.
1-Pero hombre, cómo se le ocurre hablarle al niño de los agujeros negros, con lo que aterroriza a los niños cualquier cosa desconocida que pueda alterar su entorno seguro y conocido.
2-Hace muuucho que no veo la Vía Láctea. Los griegos decían que era un chorrito de leche que se le había escapado a Hera.
3-A la zorra (por aquí en femenino, sin connotaciones) se le tenía manía porque bajaba por la noche a robar gallinas. Su nombre era tabú, y había que llamarla mariagarcía, la del monte, cualquier cosa menos zorra, sino quería uno que le miraran mal. Igual que a las culebras. Si la llamabas por su nombre delante de alguien, y ese alguien luego tenía un percance, la culpa la tenías tú.
-Si pero a los niños deben temer (moderadamente) a algo. Todos los animales y las personas han sentido algún temor. Privarles completamente de ellos sería (en mi opinión) tan malo como encerrarles en una urna. Mejor que teman a los agujeros negros que a esos señores vestidos extrañamente de negro... por lo menos son temores sin fundamento racional, que se disiparán fácilmente. Espero.
-Si, aquí en la ciudad tampoco se ve, y a menos de 2 horas en coche de donde vivo, tampoco. Es una verdadera desgracia.
-Es curiosa esa tradición. Había oído algo así de las serpientes, pero no de las zorras.
Un abrazo.
Espero que hayas chapoteado en muchos rios estas vacaciones!
qué suerte tus noches veraniegas fotografiando estrellas y escuchando bichos,
nosotros disfrutamos del campo ibicenco, muchos insectos, lagartijas, fuerte olor a algarroba, higueras y uva americana ya madura, te pensamos a menudo! benvingut
Besitos amigo y bienvenido a la rutina!!!!! Disfruta de tu telescopio!!!!!
yo siempre te leo en el reader, pero pocas veces me paso a comentar...
te cuento que me gustan mucho los insectos, bueno, amo la biología en general, pero me gustaría especializarme en entomología.
saludos y éxitos