¿Ya es pecado jugar al golf ?
Con gran curiosidad escuché por la radio que el Vaticano acaba de lanzar una lista de nuevos pecados. Entre ellos estarían el daño al medio ambiente y la riqueza desmedida. Pues jugar al golf ya debe ser pecado, me dije yo a mi mismo.
En efecto. Como saben los lectores habituales de este cuadernillo, el cesped del green no puede ser cualquier cosa, debe estar sembrado de agrostis stolonifera, que es una hierba suave como el cabello de ángel, pero que requiere de un riego abundante (a ver que harán con la sequía que se avecina). Además, la presencia exclusiva de la susodicha agrostis elimina por completo la fauna y flora autóctonas. Todo ello causa graves daños al medio ambiente.
Por si fuera poco, hacerse socio cuesta un dineral, (en el caso señalado, entre 60.000 y 90.000 euros más importe de la cuota de entrada, 20.000 euros, la cuota anual de tan solo 1.200 y dos fotos de carnet). Gastarse semejante cantidad, con lo barato que resulta el mini-golf, ¿no es un indicio seguro de riqueza excesiva? ¡Doble pecado!
Ahora hace un rato por fin he podido sentarme con la intención de divulgar esta importante novedad eclesiastica, como siempre sin ánimo de ofender a nadia. Lo primero, en estos asuntos, es hacerse con el texto original del Osservatore Romano. Y me he llevado una gran sorpresa.
Buscando un poco, he averiguado que el asunto de los supuestos nuevos pecados salió publicado en la edición italiana del Osservatore el dia 9 de Marzo (que por cierto, no hay forma de encontrar on-line). Pero era en una entrevista, no se trata de ninguna lista de nuevos pecados. Resulta que todo este asunto no es más que una inexactitud, desmentida por la agencia Zenit, próxima al Vaticano, el día 11: Nessuna nuova lista di sette peccati mortali da parte del Vaticano. Yo estoy flojo de italiano, pero está clarísimo: de lo dicho, nada.
Resulta que Monseñor Gianfranco Girotti, director del penitenciario apostólico, el organismo que supervisa la confesión y las indulgencias plenarias de la Iglesia, dijo en una entrevista al Osservatore, Uno no ofende a Dios sólo al robar, blasfemar, o desear la mujer del prójimo. También lo hace cuando daña el medio ambiente, participa en experimentos científicos dudosos y de manipulación genética; cuando acumula excesivas riquezas, consume o trafica drogas; y cuando ocasiona pobreza, injusticia y desigualdad social. Pero esto, parece ser, fue solamente un comentario a título personal, no hay nada de nuevos pecados. El resto lo han hecho unos medios de comunicación ávidos de noticias curiosas. Ocurrió lo mismo cuando, supuestamente, el anterior Papa dijo que el Infierno no existía. Se tergiversaron sus palabras, él dijo algo más sutil y muy diferente. Que tiempos corren cuando incluso el Vaticano parece a merced de los periodistas.
Pero quien sabe, tal vez esta confusión puede ser positiva, tal vez los creyentes se abstengan de jugar al golf. O, por lo menos, de construir nuevos campos ¿no les parece?
En efecto. Como saben los lectores habituales de este cuadernillo, el cesped del green no puede ser cualquier cosa, debe estar sembrado de agrostis stolonifera, que es una hierba suave como el cabello de ángel, pero que requiere de un riego abundante (a ver que harán con la sequía que se avecina). Además, la presencia exclusiva de la susodicha agrostis elimina por completo la fauna y flora autóctonas. Todo ello causa graves daños al medio ambiente.
Por si fuera poco, hacerse socio cuesta un dineral, (en el caso señalado, entre 60.000 y 90.000 euros más importe de la cuota de entrada, 20.000 euros, la cuota anual de tan solo 1.200 y dos fotos de carnet). Gastarse semejante cantidad, con lo barato que resulta el mini-golf, ¿no es un indicio seguro de riqueza excesiva? ¡Doble pecado!
Ahora hace un rato por fin he podido sentarme con la intención de divulgar esta importante novedad eclesiastica, como siempre sin ánimo de ofender a nadia. Lo primero, en estos asuntos, es hacerse con el texto original del Osservatore Romano. Y me he llevado una gran sorpresa.
Buscando un poco, he averiguado que el asunto de los supuestos nuevos pecados salió publicado en la edición italiana del Osservatore el dia 9 de Marzo (que por cierto, no hay forma de encontrar on-line). Pero era en una entrevista, no se trata de ninguna lista de nuevos pecados. Resulta que todo este asunto no es más que una inexactitud, desmentida por la agencia Zenit, próxima al Vaticano, el día 11: Nessuna nuova lista di sette peccati mortali da parte del Vaticano. Yo estoy flojo de italiano, pero está clarísimo: de lo dicho, nada.
Resulta que Monseñor Gianfranco Girotti, director del penitenciario apostólico, el organismo que supervisa la confesión y las indulgencias plenarias de la Iglesia, dijo en una entrevista al Osservatore, Uno no ofende a Dios sólo al robar, blasfemar, o desear la mujer del prójimo. También lo hace cuando daña el medio ambiente, participa en experimentos científicos dudosos y de manipulación genética; cuando acumula excesivas riquezas, consume o trafica drogas; y cuando ocasiona pobreza, injusticia y desigualdad social. Pero esto, parece ser, fue solamente un comentario a título personal, no hay nada de nuevos pecados. El resto lo han hecho unos medios de comunicación ávidos de noticias curiosas. Ocurrió lo mismo cuando, supuestamente, el anterior Papa dijo que el Infierno no existía. Se tergiversaron sus palabras, él dijo algo más sutil y muy diferente. Que tiempos corren cuando incluso el Vaticano parece a merced de los periodistas.
Pero quien sabe, tal vez esta confusión puede ser positiva, tal vez los creyentes se abstengan de jugar al golf. O, por lo menos, de construir nuevos campos ¿no les parece?
Comentarios
De todas formas en lugares como la Cerdanya, es mejor que estén todos ahí jugando, y no jodiendo y haciendo ruido con los todoterrenos pisoteando los prados.
Es verdad que si algún creyente golfista (que mezcla más rara, y ambigua) se siente responsable y abandona tan perniciosa actividad, yo me sentiría satisfecho. Pero... ¿y qué haría cuando descubra que el tal pecado no lo es?
como siempre sin ánimo de ofender a nadia
En otro desorden de cosas: Dinos, Frikosal ¿Quién es esa tal Nadia?
:)
Y que me lo expliquen, que no lo entiendo. En verano, esto es un secarral...
Yo solamente he jugado al mini-golf y al futbolín. Lo de la Cerdanya.. no se que decir, ya hace años que no pongo los pies por alli.
Mosquito,
Efectivamente, esa es la idea, no tergiversar lo que dicen. Si con la interpretación exacta ya son divertidos.
Nadia, pobrecita, la Comanecci.
Blogessa,
A ver si seremos nosotros los que nos consumiremos. Mira las entradas del "Golf para entomologos", a que no sabes cuantos metros cuadrados de green hay por persona en esta pininsula?
En algunos países como EEUU es tremendamente popular y muy practicado a todos los niveles.
En La Rioja, concretamente, hay 3 campos de golf que yo no calificaría de impactantes, ni siquiera como ecológicamente negativos, alguno de ellos incluso se ha convertido en un auténtico refugio de perdices, pájaros, rapaces y zorros. Claro que están en zonas que de forma natural no son áridas y tenían pastos submediterráneos con influencia atlántica, y un bosque abierto de robles (quejigos, encinas y rebollos) que se ha conservado en gran parte. No precisan de riego durante gran parte del año y en las zonas donde están no hay problema de agua.
Y sí, soy un pecador, y sí juego al golf ¡Mea culpa!
¡¡¡¡CONFIÉSELO!!!!! GOLFISTA SUBVERSIVO!!!!!
También sería una barbaridad pretender que en las playas de Gales la gente pueda tomar el sol y bañarse. Se podría hacer, con unos focos y calentando el mar. Y tal vez se hubiera hecho si el país que exporta costumbres y modas fuera el nuestro.
Incluso en estas zonas relativamente húmedas de la península que comentas, un prado extenso ocupado por unas pocas especies de hierba no se si es lo mejor para la biodiversidad. Sería interesante hacer un censo de invertebrados.
Respecto al dinero, he oído hablar de lugares donde es asequible. Pero estuve buscando y no los he encontrado.
Un día contaré lo que han hecho en mi pueblo con el golf. No tiene nombre. Mentiras, abusos, privatización de espacios públicos a coste cero y degradación de la naturaleza. A cambio, grandes beneficios para unos pocos.
Quizás la perversidad del golf resida en otros oscuros aspectos que ya mencionáis por aquí. Por ejemplo, una urbanización vinculada a un campo de golf, con 10.000 cisternas de váter, con sus jardines del tipo inglés (en almería), con miles de coches que lavar a base de manguerazo (como en las pelis USA)... o también en el uso indiscriminado de glifosatos, insecticidas, pesticidas... que de eso bien poco se habla.
Especulación, expropiaciones, recalificaciones, mafia, maletines, corrupción...
Pako
Esos riegos con aguas grises y no digamos con agua salada (eso lo desconocía) pueden contaminar acuiferos, esa fue una de las alegaciones que se hicieron en mi pueblo. No hicieron ningún caso.
Otro efecto secundario: privatización de espacios de uso público, incluyendo antiguos caminos.
Esperemos que no lleguen por donde tu estás.
Pero si esto es lo que digo yo, ¿has leído la entrada?