Todavía cantan los cárabos
Ayer, la niebla era especialmente densa y se hacía realmente difícil seguir el camino a pesar de las linternas. Inesperadamente, en un recodo del camino, el cielo se abrió por un momento para dejar paso a una luna espléndida. Ahora casi nunca hago fotos "de verdad", con la cámara y un trípode, pero no pude evitar sacar el teléfono y de cualquier modo llevarme a casa el recuerdo de la noche. Me vinieron a la memoria las primeras fotos digitales, de hace ya 16 o 17 años y la mirada asombrada -y un poco inocente- con que entonces las veíamos salir en la pantalla. Después, tal vez aprendimos demasiado.
Ya de regreso, pudimos oír al cárabo. Yo no se si ustedes han podido escuchar alguna noche su canción de amor, que en el segundo verso parece casi humana. Al oírlo por primera vez, más de uno -además de mi- se habrá quedado con la sangre helada en las venas durante unos segundos, hasta llegar a la conclusión de que se trataba de un pájaro. Pero me temo que ya quedan pocos.
Me acabo el ultimo sorbo de café, pulso publicar y regreso al trabajo. Buenas noches.
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