Historia de E
Al igual que su hermano mayor, desde la más tierna infancia E mostró gran capacidad para la aritmética. A los seis años ya era capaz de sumar y multiplicar. La resta y la división le costaron algo más.
Pero a los doce años se estancó. Era un niño de comportamiento ejemplar, obediente (más que simplemente bueno), capaz de sacar cuentas con la rapidez y precisión de una calculadora y escribir con ortografía y caligrafía perfectas. No obstante, sus notas empezaron a ser mediocres y después francamente malas. Incluso empezó a suspender las matemáticas en cuanto llegaron los polinomios y los problemas con ecuaciones.
Ni E ni su hermano mayor tuvieron absolutamente ningún interés por ninguna rama del conocimiento humano. Ni la física, ni la literatura, ni la química, ni la historia, ni los tebeos de Mortadelo. Nada. Su única pasión infantil, además de (lógicamente) el fútbol, fue la filatelia.
Lejos de preocuparse, su Padre estaba encantado. Era el perfil mental ideal para que el mayor heredara la tienda de legumbres cocidas. Incluso las dificultades infantiles con la división y la resta gustaron al Padre.
-Mejor. En ningún negocio, ni restando ni dividiendo se saca beneficio. Sumar y sobretodo multiplicar. Eso es lo que interesa.
En cuanto a E, el menor, entró en la Caja de Ahorros de botones a la edad de catorce años, gracias a la recomendación expresa de un amigo.
Fue en la Caja de Ahorros donde E pudo desarrollar plenamente su perfil. Ya desde el humilde puesto de botones logró una comunión completa con los loables intereses de la Caja de Ahorros, institución sin ánimo de lucro que pronto fue como una familia para E. Y fue ascendiendo, lentamente, a lo largo de las décadas. Actualmente E es un Contable menor en el departamento de Auditoría Interna, pero aspira a situarse en el departamento de Análisis Financiero.
E es un hombre feliz. Pasa las tardes ordenando su enorme colección de sellos y escuchando discos de Julio Iglesias. Está casado con una mujer adorable. Sus mayores ilusiones en la vida son tener un raro sello de la Reina Isabel segunda y un amplificador de válvulas. En cuanto ascienda al departamento de Análisis, podrá permitirse adquirir ambos.
Pero últimamente hay un pequeño problema en la vida de E. Ha notado un cambio en su mujer W. Hará cosa de un año que la paella de los jueves le sale francamente mal, y la ha visto varias veces escuchando música con unos auriculares. El otro jueves, W dejó su aparatito de música (¿de donde habrá salido?) encima de la mesa. Fueron solo unos minutos, pero E pudo por fin llevárselo al oído. ¡Que música más rara! Y además, el sonido era pésimo. ¿Como era posible que W no estuviera escuchando al Julio Iglesias de siempre en los espléndidos altavoces Bose?
Demasiado tarde, E recuerda lo que le advirtió su Padre.
-E, hijo mío, no te cases con esa chica. He notado un brillo en su mirada que no me gusta. Hemos trabajado mucho para que llegues a donde estás.
En vida, E no se atrevió a desobedecer a su padre y tuvieron que esperar a que pasaran seis meses del entierro para contraer matrimonio con W.
Pero a los doce años se estancó. Era un niño de comportamiento ejemplar, obediente (más que simplemente bueno), capaz de sacar cuentas con la rapidez y precisión de una calculadora y escribir con ortografía y caligrafía perfectas. No obstante, sus notas empezaron a ser mediocres y después francamente malas. Incluso empezó a suspender las matemáticas en cuanto llegaron los polinomios y los problemas con ecuaciones.
Ni E ni su hermano mayor tuvieron absolutamente ningún interés por ninguna rama del conocimiento humano. Ni la física, ni la literatura, ni la química, ni la historia, ni los tebeos de Mortadelo. Nada. Su única pasión infantil, además de (lógicamente) el fútbol, fue la filatelia.
Lejos de preocuparse, su Padre estaba encantado. Era el perfil mental ideal para que el mayor heredara la tienda de legumbres cocidas. Incluso las dificultades infantiles con la división y la resta gustaron al Padre.
-Mejor. En ningún negocio, ni restando ni dividiendo se saca beneficio. Sumar y sobretodo multiplicar. Eso es lo que interesa.
En cuanto a E, el menor, entró en la Caja de Ahorros de botones a la edad de catorce años, gracias a la recomendación expresa de un amigo.
Fue en la Caja de Ahorros donde E pudo desarrollar plenamente su perfil. Ya desde el humilde puesto de botones logró una comunión completa con los loables intereses de la Caja de Ahorros, institución sin ánimo de lucro que pronto fue como una familia para E. Y fue ascendiendo, lentamente, a lo largo de las décadas. Actualmente E es un Contable menor en el departamento de Auditoría Interna, pero aspira a situarse en el departamento de Análisis Financiero.
E es un hombre feliz. Pasa las tardes ordenando su enorme colección de sellos y escuchando discos de Julio Iglesias. Está casado con una mujer adorable. Sus mayores ilusiones en la vida son tener un raro sello de la Reina Isabel segunda y un amplificador de válvulas. En cuanto ascienda al departamento de Análisis, podrá permitirse adquirir ambos.
Pero últimamente hay un pequeño problema en la vida de E. Ha notado un cambio en su mujer W. Hará cosa de un año que la paella de los jueves le sale francamente mal, y la ha visto varias veces escuchando música con unos auriculares. El otro jueves, W dejó su aparatito de música (¿de donde habrá salido?) encima de la mesa. Fueron solo unos minutos, pero E pudo por fin llevárselo al oído. ¡Que música más rara! Y además, el sonido era pésimo. ¿Como era posible que W no estuviera escuchando al Julio Iglesias de siempre en los espléndidos altavoces Bose?
Demasiado tarde, E recuerda lo que le advirtió su Padre.
-E, hijo mío, no te cases con esa chica. He notado un brillo en su mirada que no me gusta. Hemos trabajado mucho para que llegues a donde estás.
En vida, E no se atrevió a desobedecer a su padre y tuvieron que esperar a que pasaran seis meses del entierro para contraer matrimonio con W.
Comentarios
Qué cojonudo ejercicio de cara y cruz. O de cruz y cruz, más bien.
Me dejo la banda sonora para otro momento, que tengo miles de cosas que hacer.
Es cierto, ya de joven se le veia venir. Hubo otras circunstancias, ya saldran.
Como bien dice el Mosquito, cruz y cruz.
Tal para cual
Si, que asco. La habrá abducido algún marciano?
mosquito
Esto no es lo que parece, W esta loca por mi. Tal vez este un poco confundida, pero pronto vera la luz. Estamos hechos el uno para el otro, ella plancha y cocina y yo escucho música sentado en el sofá, nos complementamos, entiendes?
meapilas
A mi me asalta otra duda, porqué se casó tu pareja contigo?
frikosal
Eso Frikosal, cuente cuanto ligaba yo con mi traje de botones. Si es que el menda era imparable de joven. Las volvía lokas, lokitas. Entonces las mentía. Alguna incluso se ha echo famosa escribiendo en un blog.
fut.bloguero
Espere a leer la historia de WE, es decir, de nosotros W i E, donde flotaremos entre algodones rosas de azúcar mientras escuchamos a Julius a todo volumen. Disneyland a tope. Bueno siempre que F. se inspire.
-e
Cruz y cruz, sí, pero los polos opuestos... uno de ellos tiene que derretirse.
Sepa usted, señor E, que me e más simpática W.
Creo que igual se entendió, pero por si acaso.
:)