Caza fotográfica de mariposas



Para hacer fotos de mariposas, como en cualquier otro tipo de fotografía, hay dos partes a considerar:

1-Estar en el lugar adecuado en el momento oportuno
2-Conocer el lenguaje y la técnica fotográfica necesarios

En este caso, el lugar adecuado está a unos pocos centímetros de una mariposa viva en libertad. Esto es difícil, es necesario conocer sus costumbres. Para cada especie hay que saber donde encontrarla, de que plantas le gusta libar, donde va a poner los huevos, como acercarse a ella, saber si se esta calentando al sol, vigilando su territorio o buscando un buen sitio para pasar la noche. De todo esto, otros podrían hablar con mucha mas propiedad que yo. Tengo la suerte de haber encontrado amigos que son auténticos especialistas, por ejemplo José Manuel Sesma y Ricard Senent.


Además, hay que estar dispuesto a levantarse pronto, arrastrase detrás de ellas con la cámara en la mano, ver cien veces como se te escapa, pero perseverar. Y al final disfrutar de las imágenes, tanto de las tuyas como de las de los compañeros.





Cuando hablo del lenguaje fotográfico en este contexto, me refiero a como plasmar en las imágenes las escenas de su vida, el sol intenso que atraviesa sus alas después de amanecer, cuando todavía están demasiado frías para poder volar y tal vez, cubiertas de rocío. La pasión con la que liban de una flor exquisita, hasta el punto de
permitir que nos acerquemos más de lo que seria normal. El macho anciano, con las alas medio rotas, que se agarra a una brizna de hierba sin saber que se avecina una tormenta que acabara con su vida. El momento de la cópula, la razón de ser de la mariposa, que es como una flor para la oruga. ¿ Qué luz, qué ángulo, qué composiciones vamos a elegir para estos temas ?



Y por último, la técnica fotográfica. Al tratarse de animales pequeños, no es una cuestión menor. Nos enfrentamos a los bien conocidos problemas del macro: dificultad de enfoque, escasísima profundidad de campo, conveniencia de usar varios flashes, etc. Agravados, además, por la necesidad de actuar rápidamente por que las mariposas no nos suelen dar demasiadas oportunidades.

En este punto debo citar a Juan Ramón Córdoba que muchas veces me insistió, con razón, en la importancia de captar la luz ambiente correctamente. Esto complica la técnica, nos obliga a ir a diafragmas mas abiertos y exposiciones más prolongadas que las que yo solía usar. En macro esto es complicado, a no ser que podamos recurrir al trípode, cosa que para las mariposas normalmente no es posible.

En el campo todos estos factores, el animal, la luz, la escena, la composición, la exposición, el escenario, desfilan rápidamente por nuestra cabeza en los escasos segundos de margen que tenemos antes de que se nos vaya a otra flor. Y si se nos escapó, que es lo mas normal, nos levantaremos del suelo y la seguiremos.



Mas de una vez he oído decir que para fotografiar insectos se hacen no se que barbaridades. Es posible que alguien haga trampas, ya sea manipulando excesivamente las imágenes digitales hasta el punto de que dejan de ser documentos o -lo que es mucho peor- maltratando a los insectos. Tal vez incluso consiga engañar a alguien. Pero lo mas probable es que se canse pronto de las mariposas, sería como jugar al tenis sin contrincante.

Comentarios

juananguerrero ha dicho que…
Muy buena explicación, me identifico totalmente. Esto es válido para mariposas y muchos otros bichos, mucha gente no se imagina el trabajo que tiene esto.

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