La sanguinjuela
Ya he bajado de las montañas donde todo parecía posible. Aquí en la ciudad-dormitorio el escenario me parece un verdadero asco y me cuesta encontrarle sentido a las cosas. Pero, puesto que desde hace más de 30 años la gente sigue votando a los Mismos para que dirijan el Consistorio, debe ser que yo no se adaptarme.
En fin, haré un esfuerzo por ser positivo y les hablaré de sanguijuela. Hasta donde yo se, esta criatura que aparece en la foto debe ser Hirudo medicinalis, la sanguijuela, que utilizó ampliamente la sabia ciencia médica antes de la invención de la aspirina y del prozac. Después de mucho buscar a este animal, lo encontré una noche cuando menos me lo esperaba.
Yo estaba con el trípode plantado junto a un lago en el Pirineo, fotografiando el reflejo de la constelación de Orión sobre el agua. Ya estaba por amanecer cuando me di cuenta de que al lado de una de las patas del trípode había un pez muerto, y no muy lejos, una especie de babosa, pero más ágil, que se desplazaba por el agua. A pesar de no llevar los utensilios para fotografiar bichos, hice lo que pude por sacarla lo más favorecida posible con el bendito 35mm F2 y la luz del frontal.
Esta criatura, que yo mismo consideraba repugnante hasta que la vi, tiene su elegancia y su digno modus vivendi de chupadora de sangre. Pero resulta ser que, a diferencia de otros que medran infinitamente, está en grave peligro de extinción, y quien sabe si en realidad esta no es Hirudo medicinalis si no otro anélido carroñero. En cualquier caso, ahora mismo estoy pensando que sea lo que sea, en estos momentos debe de estar felizmente en su lago.
Que tengan un buen día y sean felices (si es que les ha sido concedido ese don).
En fin, haré un esfuerzo por ser positivo y les hablaré de sanguijuela. Hasta donde yo se, esta criatura que aparece en la foto debe ser Hirudo medicinalis, la sanguijuela, que utilizó ampliamente la sabia ciencia médica antes de la invención de la aspirina y del prozac. Después de mucho buscar a este animal, lo encontré una noche cuando menos me lo esperaba.
Yo estaba con el trípode plantado junto a un lago en el Pirineo, fotografiando el reflejo de la constelación de Orión sobre el agua. Ya estaba por amanecer cuando me di cuenta de que al lado de una de las patas del trípode había un pez muerto, y no muy lejos, una especie de babosa, pero más ágil, que se desplazaba por el agua. A pesar de no llevar los utensilios para fotografiar bichos, hice lo que pude por sacarla lo más favorecida posible con el bendito 35mm F2 y la luz del frontal.
Esta criatura, que yo mismo consideraba repugnante hasta que la vi, tiene su elegancia y su digno modus vivendi de chupadora de sangre. Pero resulta ser que, a diferencia de otros que medran infinitamente, está en grave peligro de extinción, y quien sabe si en realidad esta no es Hirudo medicinalis si no otro anélido carroñero. En cualquier caso, ahora mismo estoy pensando que sea lo que sea, en estos momentos debe de estar felizmente en su lago.
Que tengan un buen día y sean felices (si es que les ha sido concedido ese don).
Comentarios
Y yo tampoco entiendo a los habitantes de mi ciudad que, como la suya, se empeñan en elegir una y otra vez a quienes les están sacando hasta los higadillos, ni a los del país, ni a los de (casi todos) los demás. Debe de ser una epidemia. Lo malo es que ya dura muchas generaciones.
En El Puerto del Poco, en Avila, se veían por el río cada dos por tres.
Es más, en el campamento en el que ha estado mi hijo en Cadiz, a veces cuando practicaban deportes acuaticos en una especie de lago que daba al mar, salían con alguna adherida a sus piernas.
En el primer caso la contaminación del río Tietar, las mató seguro. En el segundo te hablo de este mismo mes de Julio.
Un abrazo
Esta cita de Neus Colomer tengo como firma en una comunidad de fotógrafos en la que participo.
En el río en el que yo me bañaba de niño, había sanguijuelas, y nuestras madres nos revisaban cuando salíamos del agua. Bueno, en el río también nos bañábamos con las vacas, que pacían en libertad.
Ahora hay un parque urbano en el mismo lugar, ni sanguijuelas ni vacas, pero Orión sigue saliendo y siendo visible, y al lado del río han hecho un humedal artificial con multitud de fauna que antes no había...lo único claro es que pasa el tiempo y que cada vez hay que conformarse con menos, pero...
En BCN ya tenemos récord europeo de pisos vacíos, pero siguen tirando edificios y construyendo más... para camuflar las cifras del paro, para financiar los partidos, para... Siento que hayas tenido que volver de tus bosquecillos.
Salut
En el mismo supuesto, si ese señor, en mas de un año ha sido incapaz de ofrecerme un solo puesto de trabajo, debería perder su "subsidio" y venir con migo a engrosar las filas del paro???
Sanguijuela??? inútil??? las dos cosas???
Ben tornat al "mundanal ruido" senyor agrimenso
También he visto una higuera grande nacida dentro del tronco de un ciprés y ambos en perfecto estado de simbiosis, justo en el paseo del segundo patio del Topkapi, pero a ser especie arbórea, creo que debo enviársela a Doña Isabel Núñez, que resiste numantinamente en su casa peleando por su pierna y rodilla.
No me lo tome a mal.
Por que a un personaje como usted no me lo imagino eternamente en un barrio dormitorio.
Yo vivi muchos años en un horrible barrio obrero de Viladecans. Me costó 33 años pero me fui. Y no hay color.
En otro orden de cosas, mi padre conoce muy bien las sangijuelas, cuando trabajaba en los campos de arroz de El Prat de Llobregat, se trabajaba con ese miedo y otro, las sanguijuelas más pequeñas salían también por el caño de una fuente. Si te tragabas una se pegaba al cuello por dentro y había que salir por piernas al hospital.
En el Delta del LLobregat y en Castelldefels hace 50 años era posible contraer paludismo y fiebre amarilla (que se lo digan a mi padre). De hecho era endémico, de ahí el nombre que se le puso a un parte de aquella zona "Las Filipinas".
Bienvenido a la selva!