Comer tierra
Volvió a comer tierra. La primera vez lo hizo casi por curiosidad, segura de que el mal sabor sería el mejor remedio contra la tentación. Y en efecto no pudo soportar la tierra en la boca. Pero insistió, vencida por el ansia creciente, y poco a poco fue rescatando el apetito ancestral, el gusto de los minerales primarios, la satisfacción sin resquicios del alimento original.
GGM, Cien años de soledad.
La tierra siempre nos está esperando, lista para ser devorada en cualquier momento. Cuando lo demás nos haya fallado siempre podremos comernos de nuevo las uñas, fumar hasta la náusea, dejar frita la tarjeta de crédito comprando en las rebajas, hundirnos en el alcohol, pasar doce horas diarias delante de las tragaperras o revolcarnos entre pasteles Sacher de chocolate y mermelada de mora. Son variados los infiernos a los que uno puede descender, pero allí está siempre el placer infalible de la autodestrucción, mirándonos desde abajo, esperando a que caigamos de la puñetera cuerda floja y demos el primer paso para después seguir cayendo y cayendo.
Como los pulpos que encerrados en un acuario empiezan devorando un día la puntita de uno de sus tentáculos, seguros de que el dolor será el mejor remedio contra la tentación, pero después continúan y continúan con su autocanibalismo, ya sin disimulo, hasta que por fin mueren mutilados en una esquinita.
¿Ustedes han probado la tierra?
GGM, Cien años de soledad.
La tierra siempre nos está esperando, lista para ser devorada en cualquier momento. Cuando lo demás nos haya fallado siempre podremos comernos de nuevo las uñas, fumar hasta la náusea, dejar frita la tarjeta de crédito comprando en las rebajas, hundirnos en el alcohol, pasar doce horas diarias delante de las tragaperras o revolcarnos entre pasteles Sacher de chocolate y mermelada de mora. Son variados los infiernos a los que uno puede descender, pero allí está siempre el placer infalible de la autodestrucción, mirándonos desde abajo, esperando a que caigamos de la puñetera cuerda floja y demos el primer paso para después seguir cayendo y cayendo.
Como los pulpos que encerrados en un acuario empiezan devorando un día la puntita de uno de sus tentáculos, seguros de que el dolor será el mejor remedio contra la tentación, pero después continúan y continúan con su autocanibalismo, ya sin disimulo, hasta que por fin mueren mutilados en una esquinita.
¿Ustedes han probado la tierra?
Comentarios
Pero por lo demás, sabe usted bien que he cambiado la tierra por cosas más apetitosas...
Otro tema triste es el gran número de personas que se ven avocadas a comer tortitas de barro en Africa para engañar el hambre.
Ay!
Un placer saludarlo.
Salut!!
Debo reconocer un gran mérito a los lectores que aguantan mis entradas depresivas. La próxima prometo que ira con una foto chula y que no será negativa.
En un pasaje inolvidable del "Juego de abalorios", el Maestro de la comunidad que ha recibido a un antiguo compañero de estudios víctima de las peores desgracias, lo lleva una noche al balcón, le muestra el firmamento y de alguna manera le pregunta: "¿Qué eres?"
Con todo cariño para Ud. que: no ha caído en desgracia alguna y conoce de la extensión abrumadora del Universo.
Su amigo siempre.
Un "dos estrellas" Michelín que no nombraré, tiene recetas con tierra...
pero yo me apunto al chuletón gallego y el sacher de postre
Ánimo Dr.!!!
Recupérese pronto. Piense que si hay salud lo tiene todo, más si no falta el pan ni el techo.
Un abrazo.
Recupérese pronto. Piense que si hay salud en la familia entonces lo tiene todo, más si no falta el pan ni el techo.
Un abrazo.
Joselu, estás que te sales, si no existieras habría que procurar inventarte.
un fuerte abrazo Frikosal