El alivio de Prometeo
Como justo castigo por haber robado el fuego a los Dioses, Prometeo fue encadenado a una roca y dejado a merced de un águila blanca que cada día le devoraba el hígado. Por la noche, el hígado volvía a crecer y a la mañana siguiente Prometeo sufría de nuevo el mismo tormento.
Pero yo creo que, a pesar de ser un héroe, en cierta ocasión no pudo soportar más el horrible dolor del águila desgarrándole el vientre y pidió a Zeus que le aliviara. Y el padre Zeus se compadeció de él: a la mañana siguiente mandó dos águilas, una blanca y la otra negra. Como siempre, la blanca le devoró el hígado. Y además, la negra le reventó los ojos a picotazos.
Por la noche todos los órganos dañados se regeneraron. Prometeo se sintió verdaderamente aliviado al ver aparecer de nuevo, con las primeras luces del alba, su familiar águila blanca solitaria.
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Me marcho unos días a un lugar casi perfectamente durandiano sin conexión a internet y a duras penas telefonía, televisión, etc. He ido a Telefónica, esa emblemática empresa española, para ver cuanto costaba un modem USB, atraído por el canto de la sirena que prometía que el pago era de un euro cada día que se usaba el servicio. La chica me ha comentado que hay un mínimo mensual de 10 euros y un compromiso de permanencia de 16 meses, cosas que no aparecen en el folleto por ninguna parte. Y además, no hay ninguna garantía de que allí donde yo voy haya cobertura. De modo que sigo pagando solamente mi móvil convencional y por lo tanto me despido hasta dentro de unos días (aunque voy a estar todavía por aquí este fin de semana). He dejado unas entradas para que las suba el robot. Sean felices, dentro de lo posible.
Pero yo creo que, a pesar de ser un héroe, en cierta ocasión no pudo soportar más el horrible dolor del águila desgarrándole el vientre y pidió a Zeus que le aliviara. Y el padre Zeus se compadeció de él: a la mañana siguiente mandó dos águilas, una blanca y la otra negra. Como siempre, la blanca le devoró el hígado. Y además, la negra le reventó los ojos a picotazos.
Por la noche todos los órganos dañados se regeneraron. Prometeo se sintió verdaderamente aliviado al ver aparecer de nuevo, con las primeras luces del alba, su familiar águila blanca solitaria.
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Me marcho unos días a un lugar casi perfectamente durandiano sin conexión a internet y a duras penas telefonía, televisión, etc. He ido a Telefónica, esa emblemática empresa española, para ver cuanto costaba un modem USB, atraído por el canto de la sirena que prometía que el pago era de un euro cada día que se usaba el servicio. La chica me ha comentado que hay un mínimo mensual de 10 euros y un compromiso de permanencia de 16 meses, cosas que no aparecen en el folleto por ninguna parte. Y además, no hay ninguna garantía de que allí donde yo voy haya cobertura. De modo que sigo pagando solamente mi móvil convencional y por lo tanto me despido hasta dentro de unos días (aunque voy a estar todavía por aquí este fin de semana). He dejado unas entradas para que las suba el robot. Sean felices, dentro de lo posible.
Comentarios
Probablemente, sea mejor no tener conexión ni modem USB, para disfrutar del retiro en el lugar durandiano.
El pobre Prometeo, por robar el fuego de los dioses para entregarlo a los hombres, tuvo que sufrir el horrible suplicio.
A los hombres tampoco les fue mejor porque los Dioses enviaron a Pandora con su celebre caja.
Fiese usted de los dioses y no corra.
Abrazo.
¡Buen viaje! Y no se arriesgue.
Desde luego que será mejor, pero es que ya dependo de la red hasta unos extremos que me cuesta alejarme. Tengo los teléfonos de los amigos en correos electrónicos y mil cosas por el estilo..
Menudo alivio, desde luego. Se me ocurrió la historia mientras me quejaba del dolor de espalda :)
Tendré cuidado, suelo ser prudente. A ver si pone fecha a su viaje a nuestro país. Yo por lo pronto voy llenando la leñera para poder hacer buenos fuegos y hablar de lo humano y lo divino. Algo de whisky debe haber.
Lo de telefónica era de esperar...
El relato de Prometeo es terrible
Qué buenos y cariñosos son los dioses y las diosas. Me gustaría charlar con ese tal zeus para que me regenere el hígado después de tanta playa y tanto bocadillo de panceta.
Vagi bé per les muntanyes. Ens truquem.
igual que de telefónica!
páselo bien con su familia y otros animales!
Menudo cabronazo ese Zeus.