Ascenso y declive de Don Alfredo, alcalde ejemplar.

(Esto es pura ficción, si alguien se da por aludido, de verdad que lo siento ... no es culpa mía.)

Don Alfredo fue un alcalde ejemplar desde el momento de su primera elección, en el 77. Jamás le tembló el pulso a la hora de usar el principal instrumento de la política municipal: la recalificación. En sus 30 años de mandatos sucesivos, Don Alfredo logró multiplicar por cuatro el número de pisos de la ciudad-dormitorio y por cuarenta el presupuesto del Ayuntamiento.

Toda clase de negocios relacionados con la construcción crecieron como la espuma, incluyendo la prensa local, que también vivió un período de esplendor sin precedentes gracias a la publicidad inmobiliaria.

Don Alfredo conocía bien su ciudad. Censo electoral en mano, repartió zonas azules, verdes y rojas para mortificar a unos mientras premiaba la fidelidad de otros con calles peatonales, exiguos jardincitos y ambulatorios. Dividió a tiras los barrios díscolos, para que los desafectos tuvieran que desplazarse largamente el día de las elecciones. Hábilmente, con unas pocas dádivas, logró que las asociaciones de vecinos fueran fieles aliados de su política urbanista. Es cierto que algunos se atrevieron a criticar el crecimiento desmedido de la ciudad-dormitorio y a denunciar la sensación de ahogo que sufrían sus habitantes. Pero fueron pocos y rápidamente se les pudo cubrir de estiércol.

Incluso la oposición llegó a convencerse de que lo mejor era que Don Alfredo siguiera presidiendo el Consistorio por los siglos de los siglos. Presentaban candidatos mediocres, apocados, que dejaban pasar la campaña electoral sin pena ni gloria. Agradecido, Don Alfredo invitaba a toda la oposición a viajar por el mundo y conocer las principales capitales, a fin de poder elegir el destino más glorioso para la ciudad-dormitorio del futuro. Y ellos, en su propio interés, silenciaban los costes regios de esas visitas.

Cuando Don Alfredo se sintió más fuerte, logró su mayor triunfo personal: construir un campo de Golf en una gran zona verde que había sido cedida por un filántropo para hacer un hospital. Fueron días difíciles, los rojos y los verdes plantaron batalla. Pero Don Alfredo, con el apoyo del Partido, logró su objetivo. Contando con el favor de la prensa, empleó los antidisturbios sin complejos. Supo ganarse a la opinión pública prometiendo grandes mejoras para la ciudad. Y dividió a los opositores, difamando a los más radicales y acogiendo a los moderados en el seno de su gobierno. Al final, Don Alfredo salió incluso reforzado.

¿Quién hubiera podido pensar que Don Alfredo fuera capaz de tantos y tantos logros, siendo como fue un niño sin imaginación, de aprobado justito? ¿No fue su padre el que le prohibió poner los pies en el negocio familiar, por inútil? Es que él había nacido para Alcalde. Con las prisas de la transición, y siendo de buena familia, poco le costó trepar al carro del Partido y descabezar al líder histórico de los tiempos de la clandestinidad. Y después, a ganar elecciones, cada vez con mayor porcentaje de votos, pero con mayor abstención.

Las personas son como las hojas que caen en el río, algunos van rápido y parece llegarán lejos por que son idealistas y brillantes, pero después, en un meandro, la corriente les aparta y les deja a un lado. Mientras que otros que parecían menos, siguen y siguen avanzando, por que tienen las virtudes supremas para la política municipal.

También en el plano familiar don Alfredo fue un hombre ejemplar. Siempre procuró lo mejor para los suyos, y por eso fijó su residencia en una zona señorial, más acorde con su dignidad, lejos de los humos y los atascos de la ciudad-dormitorio. Preocupado por el porvenir de sus sobrinos, que no tenían aptitudes para nada tangible, supo darles una seguridad en el trabajo, colocándoles en otros ayuntamientos del Partido. Y él, a su vez, acogió a innumerables hijos y sobrinos, en una muestra tácita de amistosa reciprocidad. Hasta el punto de que malas lenguas decían que los atascos de cada mañana no se debían principalmente a la inexistencia de transporte público real, si no a ese copioso flujo cruzado de hijos y sobrinos.

Pero un mal día soplaron vientos de cambio en el Partido. Hubo una lucha intestina y Don Alfredo tomó partido por el barón perdedor. Los hambrientos clamaron renovación. Viéndose forzado a dejar el cargo, durante algún tiempo albergó la ambición de abdicar en su hijo. Pero los envidiosos concejales quisieron negarle esta última petición.

Como cada jueves, Don Alfredo se reunió con los caciques y promotores inmobiliarios en el discreto reservado de un restaurante de la capital, sin saber que era la última vez. Durante la cena le dejaron explayarse, y varias veces asintieron cuando dijo "¡Los concejales son peores que los buitres, con lo que yo he hecho por ellos, y a la más mínima ya quieren enterrarme!". Pero a su espalda ya habían pactado que el nuevo Alcalde no sería su hijo, si no concejal el de Urbanismo.

Después de los postres, a traición, le entregaron el paquete de la joyería con el Rolex de oro que simbolizaba su fin. Y fue el más fiel, el de InmoCasa, quien dándole unas palmadas en la espalda le dijo, "Es que son muchos años, Alfredito, ya es hora de dar paso a la juventud". Sollozando, apenas pudo decir "cabrones" antes de que le metieran en el coche oficial, mientras ellos ya habían empezado a extender los planos sobre la mesa, para repartirse los terrenos al norte de la nueva autopista.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia...
nomesploraria ha dicho que…
Con ayuntamientos así, un buen agrimensor puede medrar sin límites
Anónimo ha dicho que…
Al norte de la autopista? albergue de los ultimos riachuelos cerca de la ciudad dormitorio? que horror!
frikosal ha dicho que…
Desanchá, en efecto, la realidad es siempre más dura.

NMP, no le contesto por calumniador contumaz.

Th, nooo, esto es pura ficción.
Belnu ha dicho que…
Triste historia tristemente familiar.
Anónimo ha dicho que…
Siempre hay alguien dispuesto a lo que sea por ser Don Alfredo y a los idealistas los acaban enterrando sus propios compañeros en muchas ocasiones.
Inuit ha dicho que…
Doctor Frikosal,
Bien escrito. Del más puro cine Berlanga y coetáneos;cínico, mordaz,irónico, perverso.....
Hienas unos, hienas otros. Buen reflejo de nuestra sociedad.Por eso usted se dedica, entre otras cosas, a los diminutos grandes animales, apartándose del mundo de los depredadores de CI 60
Le asignamos un CI de 150. Sepa usted que soy una computadora evaluadora de genios por internet(la recompensa; hablar con Dios para gestionar su entrada en el cielo sin ningún tipo de interrogatorio previo. Intentaremos asignarle el cielo más afín a sus intereses de espíritu.)
Inuits
Gise =) ha dicho que…
Me encanta tu sentido del humor, tu forma ironica de decir las cosas, tu relatar sucesos que te joden como una peli de cine mudo... es más te imagino sonriendo de lado al escribir...
Realmente parece un relato del Padrino decima parte....
Besos y ojo con DOn ALfredo!!!!que la vendetta es terrible!!!
odette farrell ha dicho que…
Hey viviste en México? Porque esa es la historia de todos nuestros políticos
Anónimo ha dicho que…
Un placer haberte conocido frikosal,el ginjoler tiene esta magia, en cuánto a lo demás opino como la mayoría.
Bona nit
Jazzy
Calderondelabarca ha dicho que…
Leo en todas partes quejas acerca del calentamiento global...
Acerca de la brutalidad de "La Fiesta"...
Acerca del problema de las hipotecas...
Acerca del hambre de los niños en Africa o Latinoamérica...
Acerca de los corruptos políticos...

Y que hacemos nosotros - me incluyo- aparte de escribir ?
De qué manera nos organizamos para hacerles frente ?
Sabemos con cuáles recursos contamos ? Hemos leído nuestra Constitución ?
Hago las preguntas , desconozco las respuestas.
Alfredo es el mismo en España , México o en la Argentina. Pero resulta funcional a su permanencia no marcale algunas cualidades. (Ud. en parte lo ha hecho) : Por empezar , pone la carita , ocupa el espacio que nosotros le dejamos y se mete en el fango.
Puede ser perfectamente el blanco visible para un balazo , una bomba ,el destierro político opositor o simplemente la queja desproporcionada y constante por una farola que no alumbra.
Por supuesto que está perfecto marcarle los negociados , sus familiares favorecidos y sus negocios inmobiliarios.
Pero también lo es que se necesitan opciones superadoras que permitan desplazar este tipo de políticos por otros más capaces y bienintencionados que , llegado el caso , y bien cubiertas sus espaldas , estén dispuestos eventualmente a embarrarse los pies.
frikosal ha dicho que…
Zbelnu,
Si. Me alarma que nadie diga que eso son exageraciones.

Inuit,
Ufff, en que compromisos me pones. Pero muchas gracias!

Gise,
Se agradece tu consejo, es muy realista.

Odette,
No, no he estado nunca. Pero parece que hay ciertas cosas que..

Calderon,
Me cuesta pensar en soluciones. Veo mucho barro, mucha pereza.. yo lo que hago en mi tiempo libre es esto. Y a veces, mostrar fotos de insectos a los niños. No se si tendrá algún efecto positivo. Parece como que todo es demasiado difícil, lo siento.
elfriki ha dicho que…
Lo más triste de este cuento es que no es un cuento.
Anónimo ha dicho que…
Que historia tan triste...
Lo más triste es que es historia, no historieta.
frikosal ha dicho que…
Ficción, todo es ficción..
Anónimo ha dicho que…
Tú lo has dicho, ficción, lo triste es que la realidad supera a la ficción. Se parece mucho a un pueblo que conozco, solo que en este hay alcaldesa. Yo tengo una puerta de patio que da a la calle y un vado de dudosa legalidad justo enfrente de mi casa. El propietario de la vivienda es hijo y hermano del constructor que además, fueron sucesivamente concejales. La verdad es que reflejas una ficción muy realista. Un saludo.
jarta ha dicho que…
Qué más puedo decir de esta ficción tan reconocible... (finalment, l'he llegit!)

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