Andrómeda y oponerse a la corriente
Siempre había querido tener una gata negra que se llamara Andrómeda. Una mañana a finales de Julio, paseando en el bosque oímos unos maullidos. A unos 50 metros del camino, en lo alto de una encina había dos gatitos negros. Muy probablemente alguien los había abandonado para irse de vacaciones. Nos costó un poco ayudarles a bajar, pero una vez en el suelo, pudimos convencer a uno para que se viniera con nosotros. Con ciertas dificultades, le llevamos hasta el coche. El otro era muy terco, me arañó varias veces y no hubo forma de cogerle. Ya en el veterinario, pudimos comprobar que efectivamente es una gata y que se llama Andrómeda.
Y esta es la historia de Andrómeda, la gatita negra, mansa, y atemorizada que se dejó coger por unos desconocidos. Esa misma primera noche trepó de un salto a nuestra cama y se acurrucó entre nosotros. Entonces pude comprobar por primera vez que el ronroneo de los gatos efectivamente tiene el poder de curar casi todos los males del cuerpo, e incluso algunos del espíritu.
De todo esto os hablaré otro día. Hoy quería preguntarme si debemos dejarnos llevar por la corriente y aceptar el cariño de unos desconocidos. O si por el contrario, debemos mantenernos siempre firmes y a la defensiva, como su hermano... que esa misma noche probablemente fue devorado por un zorro.
La mayor parte de los 5000 millones de personas que habitamos en este planeta, imaginamos el universo dividido en dos partes: yo y el resto. Parece ser que a las pocas semanas de vida un Homo sapiens ya sabe diferenciar su pie izquierdo de un dibujo de la colcha. Y un gato, probablemente, puede hacerlo en el mismo momento de nacer.
Esto debe ser inevitable. Ahora bien ¿Debemos levantar una muralla muy alta para proteger nuestro ego? ¿O tal vez una torre para subirlo hasta una enorme altura y desde allí ver a todos los demás pequeñitos e insignificantes? ¿Incluso escupirles, de vez en cuando?. ¿Es nuestro objetivo acumular riquezas -o cargos y honores- para alimentarlo incansablemente, como el Rey Julien o el papá de Susanita, la amiga de Mafalda ?
También hay quien dice que el ego es una ilusión y que esa barrera entre yo y el cosmos es realmente ficticia. Que mis átomos de carbono servirán dentro de no muchos años para construir las neuronas del papá de otra Susanita, y que todo esto que vemos realmente no tiene mucha importancia.
Pero ahora Andrómeda maúlla y es que su historia no había hecho más que empezar.
Y esta es la historia de Andrómeda, la gatita negra, mansa, y atemorizada que se dejó coger por unos desconocidos. Esa misma primera noche trepó de un salto a nuestra cama y se acurrucó entre nosotros. Entonces pude comprobar por primera vez que el ronroneo de los gatos efectivamente tiene el poder de curar casi todos los males del cuerpo, e incluso algunos del espíritu.
De todo esto os hablaré otro día. Hoy quería preguntarme si debemos dejarnos llevar por la corriente y aceptar el cariño de unos desconocidos. O si por el contrario, debemos mantenernos siempre firmes y a la defensiva, como su hermano... que esa misma noche probablemente fue devorado por un zorro.
La mayor parte de los 5000 millones de personas que habitamos en este planeta, imaginamos el universo dividido en dos partes: yo y el resto. Parece ser que a las pocas semanas de vida un Homo sapiens ya sabe diferenciar su pie izquierdo de un dibujo de la colcha. Y un gato, probablemente, puede hacerlo en el mismo momento de nacer.
Esto debe ser inevitable. Ahora bien ¿Debemos levantar una muralla muy alta para proteger nuestro ego? ¿O tal vez una torre para subirlo hasta una enorme altura y desde allí ver a todos los demás pequeñitos e insignificantes? ¿Incluso escupirles, de vez en cuando?. ¿Es nuestro objetivo acumular riquezas -o cargos y honores- para alimentarlo incansablemente, como el Rey Julien o el papá de Susanita, la amiga de Mafalda ?
También hay quien dice que el ego es una ilusión y que esa barrera entre yo y el cosmos es realmente ficticia. Que mis átomos de carbono servirán dentro de no muchos años para construir las neuronas del papá de otra Susanita, y que todo esto que vemos realmente no tiene mucha importancia.
Pero ahora Andrómeda maúlla y es que su historia no había hecho más que empezar.
Comentarios
Yo era de los que me fiaba de todo el mundo y ahora mi círculo de seguridad se reduce a las 12 personas de mi familia (2 de ellos peludos), que viven en mi castillo, el resto no es el enemigo, pero sí son sospechosos hasta que (frecuentemente, por fortuna) se demuestre lo contrario.
Nunca me compraría un arma, pero tampoco duermo ya con la puerta abierta, no sé si se me entiende.
Y ya somos 7.000 millones de eprsonas, te has dejado a un montón fuera...
¿Tu duda?
En el día de hoy, tiene difícil respuesta.
Los muros personales nos impiden ver el mundo,conocer otras formas de vida,otras percepciones que pueden mejorar la nuestra y hacernos superar falsas inquietudes que tenemos encerradas dentro de nuestra cajita.
Eso si debemos ser cautelosos Andromada ha tenido suerte en caer en buenas manos.
...vuestra actitud, y la de la gatita, ha conseguido que vuestra familia aumente o se enriquezca,
...y que Andrómeda, (guapísima Andrómeda), haya conseguido una, y que su historia continúe.
(Por cierto, el Rey Julien,...Anillado,...su majestuosssísssima Realeza, es muy querido en esta casa,... :)
Un beso.
B.N.C.M.
Pero de la misma forma que uno debe abrirse para poder vivir, esto conlleva un riesgo, igual que resulta peligroso salir a pasear por la calle pero no por ello debe dejar de hacerse.
Quizá se trate de saber elegir bien a las personas con quién compartir, aunque tampoco esto es una gran garantía pues las apariencias engañan. Sin embargo a menudo hay que estar dispuesto a arriesgar para lograr algo en la vida.
Un saludo!
Jandro.
Solicito mi espíritu de la galaxia Andrómeda porque tengo mi espíritu de la galaxia vía láctea.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.