Ejercicios espirituales para ateos: bañarse en un ibón
"Ibón" es la palabra aragonesa (y creo que vasca) que se usa para referirse a los lagos de origen glaciar que hay en el Pirineo. En catalán se llaman "estanys" y en francés, "lacs". Yo utilizo la palabra "ibón" que me parece la más bonita. Se forman en depresiones que hay entre las montañas, a partir de unos 2000 metros de altura, cuando se deshiela la nieve. Algunos son accesibles muy fácilmente, pero a otros solamente van a poder llegar los escaladores. Incluso en verano, el agua está fría, pero no tanto como se podría pensar. El sol de agosto es fuerte y la va calentando. Sin necesidad de heroicidades, uno puede razonablemente entrar y salir del ibón, meter la cabeza dentro del agua, abrir los ojos y ver un mundo gélido, azulado y lleno de misterios: es la patria de las náyades . Podremos incluso nadar unas brazadas. Todo eso hay que hacerlo en silencio, procurando no mover el agua más de lo estrictamente necesario, como si el ibón fue