Vivac
Siempre me ha gustado dormir en la naturaleza. En mis tiempos de estudiante, más de una vez había pasado a buscar a unos amigos que vivían en un piso compartido y, sin previo aviso, les decía: "¿Nos vamos al monte?". Empaquetábamos un viejo saco de dormir, una guitarra y un par de cosas más, y salíamos por la tarde, en coche un rato y después andando. Entonces charlábamos hasta muy tarde.. eramos jóvenes, y podíamos dormir en el suelo, en una cueva.. y recuerdo a uno de mis amigos tocando de memoria la música de Pink Floyd y al otro llevando siempre un absurdo e incómodo farolillo de barco a todas partes. Ahora también tengo que quedarme a dormir en el monte para poder hacer esas fotos que deben hacerse justo antes del amanecer. Y recuerdo las escenas de Dersu Uzala, cuando el Capitán Arseniev se dejaba guiar por los sabios consejos del viejo cazador para poder elegir un lugar adecuado. Es cierto, aquí no tenemos que enfrentarnos al frío de la taiga. Pero Dersu y el Capi