La noche de los cuatro planetas (II)
Como comentaba en la anterior entrada , estos días se ha hablado mucho de la conjunción de planetas. Incluso me parece que la han mencionado brevemente por la tele, restando unos preciosos segundos a la constante desinformación sobre la liga de fútbol. Además de la Luna, Venus y Júpiter, también se ha podido ver a simple vista (aunque fugazmente) a Mercurio, el mensajero de los dioses. En las fotos, al lado de cada cuerpo he anotado su magnitud, una medida de su brillo. Cuanto menor es la magnitud, mayor es el brillo de un objeto. La luna era la más bonita de todas las lunas, la cenicienta . Júpiter (-2) es excepcionalmente brillante, y se mueve majestuosamente entre las estrellas con un resplandor casi constante, como corresponde a la divinidad más poderosa del Olimpo. Pero estos días Venus, más irregular, le sobrepasa ampliamente con su increíble magnitud de -4. Poco después de la puesta de sol: Mercurio, Venus, Júpiter y la luna cenicienta. Pero todavía hay más, hay algo que no